El baño es un momento importante tanto para padres como para el bebé, porque allí se comparte tiempo, hay intercambios, se va construyendo y afianzando el vínculo. El bebé disfruta la voz, que sus padres le canten, los juegos, ya que estos son momentos placenteros tanto para el bebé como para la mamá (o quien comparta esta actividad con el niño). El juego es una necesidad y un derecho del bebé, porque es desde esas experiencias placenteras que aprenden.
El contacto piel a piel es muy importante, es una manera de comunicarse sin palabras, a través de las caricias y los mimos, es abrir un nuevo canal de comunicación a través del contacto. El bebé necesita del contacto para crecer y desarrollarse. En este sentido, el masaje infantil tiene múltiples beneficios tanto para el bebé que recibe el masaje, como para quien lo realiza. La práctica del masaje infantil ayuda a mejorar el sueño del bebé, colabora con la eliminación de gases y cólicos, favorece la relajación y ayuda a liberar tensiones, la estimulación del sistema digestivo, el sistema nervioso y circulatorio. Además, incrementa el contacto mamá - bebé, conociendo mejor al niño y las señales que éste manifiesta, favoreciendo el apego y el vínculo.
¿Desde cuándo es recomendable realizarles masajes a los bebés?. Desde el primer mes de vida en adelante sin límites de edad. Cuando la rutina del masaje puede incorporarse a toda la familia, todos pueden disfrutar y compartir de un momento maravilloso donde se fortalecen los vínculos a través del contacto.
Cómo higienizar a un bebé recién nacido
En primer lugar, hay que tener en cuenta que los bebés nacen recubiertos con una película de grasa, denominada “unto sebáceo” y en el primer baño que se le realiza al recién nacido en la sala de parto sirve para retirar todas las secreciones, incluso parte del sangrado del parto, pero se trata de no retirar el unto sebáceo, que es absorbido por la piel directamente.
A las horas de nacer, el bebé realiza su primera deposición. Esa sustancia se llama “meconio” y está formada por células, secreciones y líquido amniótico que el bebé deglutió durante la vida fetal. ¿Cómo se limpia?. Estas deposiciones, que ocurren durante las primeras 48 horas, se deben lavar sólo con agua, sin ningún tipo de producto.
¿Cuándo está listo el bebé para el primer baño?. Desde que nace, el bebé está apto para recibir un baño con las características y el cuidado necesario. Sin productos de ningún tipo y con el agua templada apenas por encima de su temperatura corporal. Justamente, por eso puede recibir el baño apenas nace.
Al momento de bañarlo, sólo deben usarse jabones neutros y no debe usarse shampoo. La cola se limpia sólo con agua durante los dos o tres primeros días. A partir del cuarto, se puede usar un producto oleoso como el óleo calcáreo. Hay que tener un cuidado especial con los pliegues de abajo del brazo o de la entrepierna, ya que estas dos zonas son húmedas. Después del baño deben quedar lo más secas posibles, y no debe usarse ningún producto que no sea el agua y el jabón neutro.
Con respecto a las orejas, nunca deben usarse hisopos en los bebés. La higiene del pabellón externo del oído es sólo con agua y de manera muy delicada, evitando que ésta penetre. En cuanto a la higiene bucal, las encías no se limpian, salvo que el médico del bebé lo requiera expresamente, pero no es habitual.
Consejos
- Es preferible usar óleo calcáreo antes que toallitas húmedas.
- Entre los dedos del pie no es necesario poner talco o maicena. Sólo hay que asegurarse de que no quede humedad en la zona.
- Hasta que el ombligo se caiga, la limpieza se realiza con gasa y alcohol, con cada cambio del pañal.
- Las lagañitas se limpian con gasa embebida en solución fisiológica.