La poética de la dramaturgia de Arístides Vargas, su manera de contar los hechos más terribles, de una manera sensible y conciliadora. Hablar del encierro, la soledad, la supresión de la libertad. Todo eso atraviesa a “La razón Blindada”, la obra del dramaturgo cordobés, que en mayo pasado estrenó el elenco Trinidad Guevara.
Y luego de tres años de ausencia en los escenarios locales, los mendocinos Celeste Guiñazú Fader, Rubén Tapiz e Ivan Verderico vuelven a su provincia para ofrecen una única función de su última producción, esta noche en el espacio Le Parc.
Ponerle el cuerpo a la carencia
Desde la llegada del mendocino Ivan Verderico a Córdoba, Celeste Guiñazú y Rubén Tapiz afianzaron sus lazos como actores, y decidieron emprender un nuevo proyecto juntos.
Desde su granja en Sierra Chica, los artistas comenzaron a bucear por textos para poner en escena una nueva obra. Entre todos los libros de su biblioteca, Rubén dio con un libro que su maestro, Arístides le regaló años atrás. Así fue que emprendieron la aventura de versionar esta dramaturgia requerida (en Mendoza Gustavo Cano hizo una versión original en 2011) y transitada en la escena nacional.
“Todo coincidía, porque buscábamos una obra de dos hombres, o un hombre y una mujer”, cuenta Celeste Guiñazú quien ahora se pone en el rol de directora en la nueva puesta del elenco.
En “La razón blindada” se sumerge en el mundo de dos presos. Navegando entre el humor y la emoción, la única libertad que tienen los personajes es a través de su imaginación. Una forma de sobrevivir a la soledad, la desolación, la injusticia, y blindar la razón. Así triunfará la aventura humana sobre la mediocridad, la estupidez y el cerco.
“Es un texto que está tomado desde el total despojo. En uno de los viajes de Arístides que hizo con su hermano el Chico (Vargas), recorrieron algunas de las cárceles donde estuvo detenido. Y a partir de ese viaje escribió este texto. Esa anécdota la conocemos por la relación personal de Rubén con Arístides. Aquí el hombre está solo, no ve nada, no existe nada, esa es la idea central.
Una persona que se tiene a sí mismo. Un hombre sin libertad no tiene nada, sin embargo se tiene a sí mismo y logra, a través de su cabeza, esa libertad que la reja le arrebata”, sintetiza Guiñazú.
Desde ese concepto de desprendimiento, el elenco plantea una puesta sin escenografía, y el desafío es de los actores, quienes le ponen el cuerpo a las múltiples emociones y temas que confluyen en el texto, acompañado por el clima de la música y la iluminación.
“La obra está llena de mensajes… está Quijote, esta Sancho. Es un trabajo intenso a nivel físico para los actores. Y hay un trabajo de expresión, pero lo más fuerte es el trabajo de interpretar un texto tan amplio, que dispara para distintos lugares. Desde ahí comenzó el trabajo del grupo, y como haces para pasar esas sensaciones por el cuerpo, que es lo que me gusta trabajar como directora. Yo dirijo desde la tripa de la actriz, y estoy abierta a la creación en común”.
Una imperdible, por la obra, por sus artistas, y por el universo que el teatro le brinda al espectador. Un sube y baja de emociones, cargado de poética e imaginación.
Ficha
La razón Blindada
Dirección: Celeste Guiñazú Fader.
Actúan: Rubén Tapiz e Ivan Verderico. Día y hora: hoy a las 22.
Lugar: sala Violeta del Espacio Cultural Julio Le Parc (Mitre y Godoy Cruz, Guaymallén).
