Desde el Gobierno destacaron ayer el “oficio de buena voluntad” impulsado por el obispo titular de la Comisión de pastoral Social, Jorge Lozano, para acercar al “diálogo” entre el macrismo y las organizaciones sociales que acampan frente a la Casa Rosada en reclamo de la liberación de la dirigente kirchnerista de Tupac Amaru Milagro Sala.
Según confiaron altas fuentes oficiales, tras la reunión que mantuvieron ayer por la tarde el jefe de Gabinete, Marcos Peña, con los dirigentes Alejandro Garfagnini, de Tupac Amaru, y del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, se “abrió la puerta al diálogo para resolver cuestiones”.
Sin embargo, descartaron de plano la posibilidad de interceder ante el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y la Justicia, por la liberación de Sala, acusada de malversación de fondos públicos durante la anterior gestión de Cristina Fernández.
Desde la Casa Rosada admitieron que los dirigentes sociales le pidieron a Peña que impulse la liberación de la dirigente kirchnerista, pero insistieron en no comprometerse en el caso bajo el argumento de “creer en la independencia de la Justicia y el federalismo”.
“Siempre es buena la apertura al diálogo, estamos abiertos a recibir a las organizaciones sociales todas las veces que sea necesario para resolver distintas cuestiones”, indicaron las fuentes consultadas tras el encuentro en Casa Rosada.
En tanto, relativizaron la posibilidad de que el encuentro político que se producirá hoy, en Jujuy, entre el presidente Mauricio Macri con el líder del frente Renovador, Sergio Massa, y el gobernador radical de Jujuy, Gerardo Morales, sirva de escenario para algún anuncio político relacionado con la eventual liberación de la dirigente kirchnerista.
“No está previsto en la agenda de Macri ningún anuncio sobre el tema”, señalaron las fuentes de la Presidencia, que destacaron que ese tipo de encuentros políticos del jefe de Estado con dirigentes de la oposición “van a ser algo cada vez más normal y natural”.
Heridos en el acampe
Al menos nueve personas resultaron heridas a raíz del impacto de un colectivo que perdió el control cuando circulaba por avenida Roque Sáenz Peña, en el centro porteño, y subió a Plaza de Mayo, donde organizaciones sociales realizan un campamento en reclamo de la liberación de Milagro Sala.
El hecho se registró a las 17.30 y fue protagonizado por el interno 535 de la línea 91, reportaron testigos que difundieron fotografías en Twitter.
El colectivo, manifestaron los testigos, se desplazaba por la avenida Roque Saénz Peña (Diagonal Norte), perdió el control y subió a Plaza de Mayo, donde terminó a metros de una de las carpas y atravesó un vallado dispuesto en el paseo público.