Carlos Sacchetto - csacchetto@losandes.com.ar - Corresponsalía Buenos Aires
Así como en Tribunales y en círculos políticos del oficialismo y de la oposición se habla con diferentes tonos de una supuesta "tregua" entre los jueces federales y el Gobierno, la relación entre la Casa Rosada y la Corte Suprema de Justicia empeora día a día.
En el más alto tribunal saben que la idea de ampliar a nueve el número de sus miembros ya está formalizada en un proyecto de ley elaborado por el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, pero que llegado el momento será presentado como propio por dos senadores del oficialismo.
Fuentes del kirchnerismo legislativo admitieron que los senadores Marcelo Fuentes, por Neuquén, y Pablo González, por Santa Cruz, estarían dispuestos a poner sus firmas sobre la iniciativa que -para ser aprobada- requerirá mayoría simple en el recinto.
La explicación política de por qué al proyecto no lo enviará el Ejecutivo ya es conocida: la reducción de nueve a cinco miembros de la Corte fue impulsada en 2006 por la entonces senadora Cristina Fernández, y resultaría por demás grotesco que ahora ella como jefa del Estado se desdiga de sus argumentos.
Fuentes fue electo en 2007 y González en 2011, por lo que ninguno de los dos votó aquella reducción. Ambos son, a la vez, disciplinados soldados cristinistas y de estrecha vinculación con Zannini.
Claves
Con un escueto "No hay nada, que yo sepa", el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, desestimó el lunes pasado la información que daba cuenta de la intención del Gobierno de modificar la Corte, y volvió a poner en duda la capacidad mental del ministro Carlos Fayt, de 97 años, para cumplir con sus obligaciones.
Quedó claro que él no se privará de servir de apoyo con sus miserias cotidianas, pero que al trabajo sucio más importante lo harán los senadores.
La discusión sobre si los nuevos cinco miembros de la Corte serían designados con los dos tercios de los votos del Senado, o si se ubicarán en ese lugar los conjueces ya nombrados con mayoría simple que responden al kirchnerismo, lo que sería un procedimiento inconstitucional, oculta quizás el dato más alarmante que ya dimos a conocer en esta columna.
Con sólo promulgarse la ley llevando a nueve a los supremos, y aunque no haya designaciones, la actual Corte quedará paralizada y dejaría de funcionar. Eso sucedería porque la nueva mayoría para producir fallos pasaría a ser de cinco firmas y hoy hay sólo cuatro que pueden hacerlo.
Es obvio que entre el bloqueo operativo al máximo tribunal y las nuevas designaciones -constitucionales o no-, se produciría un conflicto de poderes de proporciones inéditas, y una grave crisis institucional en pleno calendario electoral para el cambio de gobierno.
Ante un hecho de esta naturaleza, ¿cuál sería la actitud de los funcionarios del Poder Judicial que no se alinean con la agrupación kirchnerista Justicia Legítima? ¿Saldrán a defender a la Corte como salieron los fiscales a manifestar su indignación por la muerte de Alberto Nisman?
Otros interrogantes pertenecen a la oposición política, que al menos en el Senado con su negativa a votar el pliego de Roberto Carlés -candidato oficial para reemplazar a Eugenio Zaffaroni- logró que el kirchnerismo lo sacara del temario. Pero nadie está en condiciones de asegurar que todos los que ahora se negaron a votar a Carlés no estén dispuestos a negociar algún nombre que les convenga para llegar a la Corte.
Números
El triunfo de Juan Manuel Urtubey en Salta el domingo pasado provocó la primera sonrisa electoral del kirchnerismo en comicios provinciales. Las encuestas anticipan que en las primarias de estas próximas dos semanas el Gobierno no tendrá nada para festejar.
En Santa Fe la pelea se dirime entre el socialismo y el Pro, mientras que en Mendoza la fórmula de la UCR y sus aliados de la oposición se apresta a conseguir un resultado que si se repite en las generales, desalojará del poder al peronismo. El siguiente domingo, el Pro de Macri dará una prueba de fortaleza en la Capital Federal y el kirchnerismo pinta para ubicarse tercero detrás de Energía Ciudadana Organizada (ECO).
Es improbable que todos estos resultados modifiquen en forma sustancial el posicionamiento que hoy tienen en los sondeos los principales candidatos presidenciales.
Los últimos números lo ubican primero a Daniel Scioli aproximándose a los 30 puntos, y con alrededor de 28 está Mauricio Macri. Más distanciado, Sergio Massa pugna por recuperar terreno perdido, y en ese intento busca ahora aliarse con el mismo peronismo disidente que al principio desechó.