Por el efecto coronavirus, la pelota se paró en casi todas las ligas del mundo. La pandemia que ha hecho estragos a nivel global ya se ha cobrado la vida de más de 5 mil personas y, si bien en Mendoza todavía no hay casos confirmados de la enfermedad, la pelota estuvo a punto de pararse. De hecho, esta noche, Godoy Cruz y Boca Juniors no sólo se verán las caras en un estadio Malvinas Argentinas vacío, incluso sin periodistas, sino que el Xeneize jugará bajo protesta y con extremas medidas preventivas para minimizar riesgos de contagio de la enfermedad.
Los dirigentes del último campeón de la Superliga consideran que el torneo se suspenderá tarde o temprano a raíz de la pandemia de coronavirus y no ven sentido de que esta Copa de la Superliga haya comenzado. Por ahora, la única medida tomada es jugar a puertas cerradas. "Cuidamos a la gente y no a los protagonistas, a los jugadores, a los cuerpos técnicos y médicos, a los que estamos involucrados en esto", reflexionó ayer (y con razón) Julio César Falcioni, el entrenador de Banfield antes del encuentro inaugural ante Gimnasia La Plata que hasta último momento corrió riesgo de jugarse.
El Xeneize arribó alrededor de las 20.30 de ayer a Mendoza con un cambio radical en sus costumbres ante cada presentación en el interior del país. Los futbolistas no hablaron en el aeropuerto ni tampoco saludaron a los hinchas en la puerta del hotel céntrico en el que se hospedaron. Tampoco estarán en la zona mixta del estadio y solamente brindarán declaraciones a los medios que poseen los derechos televisivos.
El duelo entre el flamante campeón del fútbol argentino y el Tomba era uno de los partidos que iba a tener la presencia de público visitante (se esperaban más de 15 mil), pero la resolución gubernamental prohibió la presencia de hinchas en las tribunas.
La periodista que encendió las alarmas en el Expreso
Manuela Moretta, una periodista que se desempeña en el programa Ovación TV que se emite los domingos por Canal 7 y permanece aislada en el Hospital Central, encendió las alarmas en el seno del plantel de Godoy Cruz. ¿Por qué? Porque la joven había llegado a Mendoza desde Miami el 1 de marzo y, tras someterse a todos los controles (dieron negativos), participó de la fiesta de cumpleaños del arquero Rodrigo Rey, donde estuvo presente gran parte del plantel tombino. Manuela es amiga de Laura Cáceres, la esposa del capitán de Godoy Cruz y por esa razón estuvo en la fiesta. En consecuencia, cuando se supo la noticia, comenzaron a circular versiones de todo tipo, incluso de que algunos futbolistas de Godoy Cruz permanecían aislados y en cuarentena, lo cual se trató de un falso rumor que fue desmentido desde el propio cuerpo médico del club.
La propia Manuela Moretta, que también estuvo de viaje en República Dominicana, habló con Los Andes y explicó cuál es su situación. "Cuando volví de mis vacaciones sentía un cierto malestar, como un resfrío y decidí tomar un paracetamol. Cuando estuve mejor, y para descartar todo tipo de dudas, me realicé un análisis de sangre donde afirmaron que no tenía nada", contó la joven.
Agregó: "A partir de ese momento yo hice vida normal, participé de actividades sociales y de hecho me presenté nuevamente a trabajar. Cuando le conté a mi jefe de lo ocurrido, desde la empresa me solicitaron un certificado médico para poder descartar cualquier enfermedad". El único hospital que realiza este tipo de certificados es el Central por lo que la comunicadora se presentó voluntariamente en el nosocomio.
Una vez allí, la periodista contó su situación y frente a un posible caso de coronavirus decidieron aislarla en el Pabellón 5, donde está aislada junto a otras tres personas, aunque cada una en su habitación. "El protocolo que han activado es muy rígido, los médicos entran con barbijos, protectores oculares y guantes. Todo lo que entra a mi habitación se queda en la habitación y los utensilios que utilizan para examinarme son todos descartables", explicó la joven.
En este momento la profesional continúa en aislamiento y debe esperar los resultados de los análisis para poder recibir el alta y volver a sus actividades cotidianas.
La propia periodista confirmó que, en virtud del Día de la Mujer, había sido invitada por Relaciones Públicas del Tomba para oficiar de Voz del Estadio en el partido de hoy entre Godoy Cruz y Boca Juniors. No podrá ser.
Sin prensa gráfica ni radial
Sin público local. Sin público visitante. Y ahora, también, sin prensa gráfica ni radial. Sí, el partido entre Godoy Cruz y Boca, programado para este sábado a las 20 en el Malvinas Argentinas, se jugará en una cancha prácticamente vacía. La CD del Tomba informó ayer al mediodía que sólo tendrán acceso al estadio los cronistas y técnicos de la empresa que transmite el encuentro por TV y los miembros del Departamento de Prensa de cada uno de los clubes. ¿El motivo? Evitar el contagio de coronavirus.
La medida era de esperarse, ya que no es la primera vez que se implementa en lo que va de la semana. El miércoles, en Olimpia - Defensa y Justicia, por la Copa Libertadores, ya no había habido periodistas en el Manuel Ferreyra, la casa del conjunto paraguayo. Racing - Alianza Lima también estuvo a punto de disputarse sin la presencia de periodistas, aunque finalmente la disposición quedó sin efecto. La noticia cayó como un baldazo de agua fría para la gran cantidad de periodistas partidarios de Boca que ya tenían reservados sus pasajes o, peor aún, para quienes se enteraron de la decisión durante el largo viaje en micro hacia Mendoza. No quedará otra que mirarlo por TV.
Igual, fueron a recibirlos
El pedido se había hecho por todos los medios posibles. Dada la alerta que existe por la pandemia de coronavirus, desde el Club Atlético Boca Juniors se llamó a los hinchas a no autoconvocarse en la puerta del Hotel Sheraton de nuestra provincia, donde el plantel de Miguel Ángel Russo se hospedará hasta hoy por la noche. Sin embargo, la pasión no entiende de razones ni de enfermedades.
Unos 300 fanáticos se juntaron en la esquina de Garibaldi y Primitivo de la Reta para dar la bienvenida a los recientes campeones. Esta vez, como ya se había anunciado, los jugadores no tomarán contacto con los hinchas. Ni en Aeroparque, ni en el aeropuerto de Ezeiza, ni tampoco en el hotel. Sólo a través de las ventanillas de vidrio del colectivo. No hubo caso. Para colmo, muchos de los fanáticos que se juntaron en el lugar avisaron que se quedarán durante la noche para, al menos, intentar observar a los jugadores desde lejos.
