Una vez que el guerrillero argentino Ernesto "Che" Guevara fue ejecutado en octubre de 1967 en Bolivia, su diario de campaña se convirtió en un botín de guerra. Conseguir recuperarlo y publicarlo antes que Estados Unidos fue el mayor objetivo de Cuba, que en secreto consiguió ganar la carrera.
"La CIA tenía un plan para alterar el diario, expertos calígrafos trabajaban para incluirle cosas falsas que no escribió el "Che", entre ellas hablando mal de los bolivianos" señala a la agencia DPA Froilán González uno de los principales investigadores cubanos de la vida del guerrillero argentino.
El experto ha dirigido el documental "Operación Gaveta", donde revela el trabajo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Bolivia entre los años 1964 y 1968. "Los norteamericanos llegaron a controlar todo el tercer piso de la sede del Ministerio del Interior boliviano", señala a dpa.
La cinta recoge por primera vez el testimonio de Ricardo Aneyba Terrico, quien a sus 80 años decidió dar a conocer un secreto que mantuvo durante años para salvar su vida: cómo hizo una copia fotográfica del diario de Guevara para que en un complejo peregrinaje llegara hasta La Habana.
"Había un sentido de conciencia de la humillación permanente de Estados Unidos a los bolivianos, el desprecio que les tenía, que fue creando un sentido de dignidad", asegura Froilán González para explicar qué motivó a un militar al servicio de la CIA a traicionar a los estadounidenses.
El responsable
Aneyba era el jefe de la Inteligencia bajo la Presidencia del general golpista René Barrientos y colaboraba con la CIA estando al frente de su Departamento Técnico en una sede de La Paz, bajo la fachada de la empresa "Research Metal Company".
Él fue el responsable de fotografiar las páginas del diario de Guevara, del que hizo dos copias. Una de ellas se la entregó al ministro del Interior Antonio Arguedas quien a su vez se la ofreció al periodista Victor Zannier para hacerla llegar hasta Cuba.
Zannier escondió el microfilme en la cobertura de un disco de música folclórica boliviana y viajó hasta Chile donde se introdujeron en el interior de otro disco de música tradicional chilena que el periodista chileno Mario Díaz, de la revista Punto Final, llevaría a La Habana vía México.
Una vez la copia del diario del "Che" llegó a manos de Fidel Castro comenzó la carrera para publicarlo. Durante una semana encerraron a editores en una casa de seguridad de un barrio residencial de La Habana sin permitirles salir de la villa.
El primero de julio de 1968 salía a la luz la primera edición de "El Diario del Che en Bolivia", más de un millón de ejemplares se entregaron en toda la isla de manera gratuita.
"La CIA quedó burlada por la operación que se hizo en el mayor secreto, porque se logró que llegase a nuestras manos sin que se filtrase nada", dice el entonces presidente del Instituto Cubano del Libro, Rolando Rodríguez en el documental "Operación Gaveta".
13 páginas menos
En el prólogo de la primera edición, el propio Fidel Castro escribió que "la forma en que llegó a nuestras manos este diario no puede ser ahora divulgada". A esta versión le faltaban 13 páginas, aunque por las fechas no eran de momentos decisivos. En 1984 se recuperaron y fueron añadidas en la versión publicada en 1988.
Así salieron a la luz unas notas que empezaron en un diario de tapas de cuero marrón oscuro que tenía en la portada sobreimpreso el año de 1967. El "Che" lo guardaba en una pequeña mochila de tela color verde oliva donde también llevaba un cuaderno rojo de anillas donde anotaba datos de interés para el grupo guerrillero.
"Hoy comienza una nueva etapa", es el inicio de las notas que tomaría Ernesto Guevara en su diario de campaña, que iría desde el siete de noviembre de 1966 hasta el siete de octubre de 1967, un día antes del combate en el que resultaría herido y capturado.
El nueve de octubre de 1967 el guerrillero argentino era ejecutado en Vallegrande y se ponía fin a la aventura del "Che" de iniciar en Bolivia una campaña latinoamericana para cumplir con su consigna de "crear dos, tres...muchos Vietnam".
Cuba califica de “vulgar calumnia” la acusación de la ONU
Cuba calificó como una "vulgar calumnia" las acusaciones del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a quien atribuyó el montaje de "una farsa" sobre los derechos humanos en la isla.
El director general de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) de Cuba, Eugenio Martínez, afirmó que "es una vulgar calumnia lo que dice el secretario general de la OEA que cubanos participan en actos de torturas en Venezuela y Nicaragua".
Martínez recalcó que Cuba no reconoce "autoridad alguna ni a la OEA ni a su secretario general, ni a sus verdaderos manipuladores, para juzgar lo que los cubanos hacemos, de manera abnegada, altruista y solidaria".