¿Pueden las máquinas hacer música? Para Ralf Hütter, Florian Schneider, Karl Bartos y Wolfgang Flür esta pregunta tiene una sola respuesta. Y la contestaban cuando la computación y la robótica sonaban a cuento de ciencia ficción. Son Kraftwerk, los Beatles de la electrónica.
"Die mensch maschine", en alemán; "The man machine", en inglés; o "El hombre máquina", en español, es el séptimo disco de Kraftwerk, un manifiesto futurista que fue lanzado el 19 de mayo de 1978, en plena explosión del punk, y los 36 minutos que duran los seis temas del album están entre los más influyentes de la historia de la música contemporánea.
"The man machine" fue grabado en Kling Klang, los estudios de la banda en Düsseldorf, utilizando en su totalidad instrumentos electrónicos, nada de guitarras, bajos ni baterías. Muchos eran casi desarrollos experimentales, como el vocoder, un sintetizador con el que trataban las voces.
En la tapa del album los músicos aparecen de perfil y en escalera ascendente, en blanco y negro y con las camisas rojas y corbatas negras coloreadas. Una suerte de robots o maniquíes con estética soviética para criticar al comunismo que dominaba la parte oriental de Alemania en plena Guerra Fría. Sin embargo, algunos la interpretaron como una apología del totalitarismo.
Con Alemania devastada tras la guerra, Hütter y Schneider creyeron que su país debía reinventar su cultura. Para hacerlo no partieron de las raíces afroamericanas del rock sino de la música clásica. Los rayos de influencia que lanzó Kraftwerk alcanzaron dimensiones insospechadas. Desde las experiencias de Alan Parsons Project (el ingeniero de sonido de Pink Floyd) al synth-pop de Ultravox y Gary Numan; pasando por la new wave de Devo, la trilogía berlinesa de David Bowie (los discos Low, Heroes y Lodger) y el post punk de Joy Division , hasta llegar al hip hop y la electrónica de discoteca.
Los Kraftwerk son parte de la movida denominada "komische musik", una variante prototecno más conocida con el inicialmente despectivo término " Krautrock", que se transformaría en la base para la electrónica, la música industrial y el ambient rock.
Luego de un impasse de más de una década, Kraftwerk volvió solo con uno de los integrantes originales (Ralf Hütter) y convertido casi en una pieza de arte. En 2012 inauguraron una muestra autobiográfica y dieron ocho recitales 3D en el prestigioso MOMA de New York, después siguieron por el Tate Modern de Londres, la Neue Nationalgalerie de Berlín y el Guggenheim de Bilbao. El efecto Kraftwerk llegó a la Argentina en 2009, cuando telonearon a Radiohead y para 2019 tienen programada una gira con recitales en países de Asia y Europa.
A poco más de 40 años de "The man machine", esa suerte de humanoides que cantaban sobre radioactividad, robótica y ecología son considerados la banda que predijo el futuro de la música y que, con su profecía de que la tecnología y el hombre se darían la mano, anticiparon los cambios de nuestra vida cotidiana.