Las historias de los pasajeros del Hércules, el avión accidentado en el Paso de Drake

Quiénes son y cuál era su labor en la nave siniestrada.

Las historias de los pasajeros del Hércules, el avión accidentado en el Paso de Drake
Las historias de los pasajeros del Hércules, el avión accidentado en el Paso de Drake

El Pasaje de Drake, ese tormentoso punto de encuentro entre el océano Pacífico y el Atlántico, al sur de Magallanes, antes de llegar a la Antártica, es el escenario de las 38 personas que son buscadas tras accidentarse el Hércules C-130. Más allá del desenlace, las historias quedarán indudablemente unidas. Una nota del diario trasandino La Tercera detalla las vidas cruzadas en el avión de la FACH.

El general de brigada Daniel Ortiz es uno de los uniformados con más experiencia de la tripulación y con el grado más alto. Posee una amplia carrera en el Ejército, destacando su participación en la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (Minustah) en 2010. Además, posee las especialidades de oficial de Estado Mayor, de piloto de Ejército y observador aéreo de Artillería.


General Daniel Ortiz
General Daniel Ortiz

También tiene amplios antecedentes académicos, como un diplomado en Gestión y Administración de Recursos de Defensa, de la Academia Politécnica Militar, y un magíster en Ciencias Militares con mención en Planificación y Gestión Estratégica, en la Academia de Guerra del Ejército, y una licenciatura en Ciencias Militares.

Pero ayer también se le recordó porque el 24 de octubre, en medio del estallido social, se le designó jefe de Defensa de Chillán y se opuso a declarar el toque de queda en la ciudad, pues, a su juicio, las protestas eran pacíficas.

“Nos hemos concentrando en realizar los patrullajes y cuidar la infraestructura crítica y los sectores comerciales, pero no se han registrado intentos de pillajes o saqueos durante los últimos días, por lo que el toque de queda no tendría ninguna justificación”, dijo Ortiz en esa ocasión.

Los hermanos Jeremías y Luis Mansilla: provenientes de una familia de tradición militar, ligada a la Fuerza Aérea, los hermanos Jeremías Mansilla Díaz (27) y Luis Mansilla Díaz (35) iban juntos a bordo del aviónHércules C-130 extraviado desde la noche del lunes en Punta Arenas.


Los hermanos Mansilla.
Los hermanos Mansilla.

El menor de ellos no está casado y se desempeña como ingeniero eléctrico. Hace ya varios meses, relatan familiares, que viajaba desde su hogar en Santiago a la Antártica por un proyecto de la Villa Las Estrellas del cual está a cargo como personal a contrata, en que estaba renovando los circuitos eléctricos.

Sus estudios escolares los realizó en el Liceo Comercial Diego Portales y estudió Ingeniería en Electricidad en Inacap, siendo el primero de su generación. Entre su experiencia laboral se cuenta su paso por la división El Teniente de Codelco y la empresa cofundada por él de proyectos eléctricos.

Esa experiencia quedó reflejada en sus redes sociales, ya que en el verano solía tomarse fotografías, con escasa nieve y sol, en la Base Presidente Eduardo Frei Montalva.

El mayor de los hermanos, Luis, es sargento segundo de la FACH y viajaba como parte de la tripulación de la aeronave.

La familia vive en Rancagua, pero gran parte de ella es oriunda de la isla Fresia, en el lago Puyehue.

Desde el entorno familiar cuentan, además, que en la década de los 80 un tío de los hermanos Mansilla Díaz sufrió un accidente de similares características al siniestro registrado estos días: afirman que su nombre era José, que era piloto de un helicóptero de la Fach y que tuvo un accidente en la Antártica.

Ayer, parte de los familiares se habrían trasladado hacia la Base Aérea de Cerrillos para ver la posibilidad de viajar a la ciudad austral.


    Claudia Manzo.
Claudia Manzo.

Claudia Manzo: era la única mujer en el avión del que todavía hay escasos restos y también la única madre a bordo. Por su profesión -geógrafa de la Universidad Católica de Valparaíso- viajaba constantemente, y quienes la conocen describen que sus mejores momentos era cuando llegaba a su casa, donde vivía con su pareja y con su pequeño Gabriel. Entre salidas y llegadas, el 12 de mayo de 2017, escribió en redes sociales: "Hijo, te amo y siempre estaré contigo, te entregaré lo mejor de mí para que seas feliz y nunca te sientas solo".

La geógrafa, de 37 años, fue el orgullo de su padre, el comerciante Mario Manzo, hasta que en 2015 un ataque al corazón lo arrebató de su lado.

Proviene de una familia numerosa y, según docentes que la vieron estudiar, describen que su pasión por la teledetección o metodología de uso de imagen satelitales la llevó a especializarse en el área. Fue por esto que ingresó en 2008 a la Fuerza Aérea para realizar su práctica profesional en el área fotoaerogrametría, donde se quedó colaborando.

La misión que hizo viajar a Claudia esta vez rumbo a la Antártica tenía también relación con la práctica profesional de Ignacio Parada, su pupilo en esa tarea. Porque Manzo también se dedica a la docencia. Según explica el director del Instituto de Geografía donde Claudia estudió y trabajó, Rodrigo Figueroa, el último contacto que tuvo ella con la casa de estudio fue en octubre, antes de la crisis social. Porque hay planes académicos con ella que él por ahora no piensa cancelar.

Luis Iturriaga: cariñoso, atento y de buena voluntad. Así definen en la Iglesia Metodista Pentecostal de la comuna de Sagrada Familia a Luis Iturriaga Poblete (24), uno de los integrantes más jóvenes del vuelo siniestrado, quien tenía el rango de cabo en la Fuerza Aérea y que, según la orden de vuelo, tenía el cargo de jefe de máquina en el avión.

El pastor Héctor Díaz, de dicha Iglesia Evangélica, conoce a Iturriaga. “Es un joven muy activo, muy útil dentro de la comunidad, y a cualquiera del pueblo que le pregunten, les dirá eso. Por eso estamos consternados”, relata.


    Gentileza
Gentileza

El pastor cuenta que Iturriaga vivía en la semana en San Bernardo y que el fin de semana viajaba a Sagrada Familia, donde veía a su novia, con quien recientemente había formalizado su compromiso.

“Hoy (ayer) en la mañana, la familia viajó temprano a Santiago, para luego ir a Punta Arenas. Nosotros como Iglesia estamos enfrentando esto con oración para que aparezcan todos lo antes posible”, añade.

Otros miembros de la tripulación que subieron al “Hércules” son el comandante de escuadrilla Ítalo Medina, como comandante de la aeronave; los sargentos Nolberto Romo y Guillermo Figueroa, quienes son ingenieros de vuelo, y el sargento Ramón Alarcón, junto con los cabos Gabriel García y Felipe Herrera, como jefes de carga.

También fue el sargento Francisco Aguirre, como inspector de mantenimiento.


Ignacio Parada (centro), el más joven.
Ignacio Parada (centro), el más joven.

Ignacio Parada: es el único hijo de Lorena Gálvez (47 años) y Luis Parada (53). Acostumbrados a los logros académicos de su hijo, la familia había visto subir a un avión a Ignacio hacía poco, luego de que se ganara una beca para estudiar en la Universidad de Santiago de Compostela, España, a donde pasó seis meses de 2019.

El joven, que en abril de 2020 cumplirá 25 años, se encuentra a poco de terminar Ingeniera Civil Química en la Universidad de Magallanes. Entre sus últimas publicaciones en Facebook figura un recuerdo de Gustavo Cerati, otro de Felipe Camiroaga y un collage de imágenes con los rostros de todas las víctimas del accidente en Juan Fernández en el que murió el animador el 2 de septiembre de 2011.

Junto al cabo Luis Iturriaga, Ignacio es el pasajero más joven entre las 38 personas que iban en el avión de la Fach siniestrado el lunes rumbo a la Base Eduardo Frei de la región austral. Se había ganado un lugar en el avión producto de su alto rendimiento académico en la universidad.

"Nanito", como le decían en su familia, venía cultivando un profundo interés en las energías renovables. Antes de viajar a España, de hecho, señaló ante la TV de su universidad que su misión era traer ideas a Chile: "Como sabemos, aquí hay gas natural, carbón y algo de petróleo, y la idea es pensar en el futuro, tener ideas listas para sustentar la energía cuando estas se terminen. Mi intención es ir a buscar nuevas ideas", dijo esa vez el estudiante.

Tiene novia, es voluntario como tutor en su escuela y era frecuente que realizara ayudantías de pregrado.

Por su promedio sobre 6, la universidad, además, lo había premiado como primer exponente del convenio que pocas semanas antes la casa de estudios había sellado con la Fach. “Nano” iba en busca de muestras de tratamientos de aguas que utilizaría como insumo para su proyecto de título. La misión no tomaba más de dos días fuera de casa.

Medina, Castro y Ruiz: Entre quienes estaban a cargo de la nave se encuentra el comandante Ítalo Medina Quiñónez, quien en la década de los 90 estudió en la Escuela de Aviación Capitán Manuel Ávalos Prado. Ha sido piloto comercial e instructor de vuelo por instrumentos.

El pilotaje estaba a cargo del comandante Héctor Castro Concha, quien durante su juventud estudió en Iquique, ciudad en la que lo recuerdan con cariño y ayer hicieron una misa en su nombre. Sus excompañeros lo definen como alguien alegre y lleno de energía.

También se encontraba Enrique Ruiz Moreno. Sus familiares, en Constitución, se encontraban en dicha ciudad consternados con la noticia y no viajaron a la capital.


    Christian Astorquiza.
Christian Astorquiza.

Christian Astorquiza: Uno de los miembros del Ejército que abordó el avión fue el coronel Christian Astorquiza Oddó (50), también de amplia trayectoria en su rama. De hecho, él ha vivido el peligro de cerca, pues en 2007 sobrevivió a una explosión en una planta de Famae, en Talagante.

Según publicaciones de la época, el entonces mayor Astorquiza resultó con quemaduras intermedias en el 22% de su cuerpo, pero un compañero suyo se llevó la peor parte. En el último tiempo, figuró como jefe del Departamento de Medio Ambiente del Ejército.

El 31 de mayo pasado, Astorquiza asistió como representante del comandante en jefe del Ejército a la cuenta pública de Gendarmería. Pero también fue el representante de su rama en la firma de convenios con la Conaf para arborizar recintos militares.

Jacob Pizarro (38): Se desempeña como soldador y es uno de los dos civiles pertenecientes a la empresa externa Inproser, que presta servicios de mantención de instalaciones en la Antártica.

Según el relato de su hermana Carolina, esta era la segunda vez que él viajaba hasta allí -anteriormente estuvo seis meses- y es padre de dos hijos, de seis y 12 años, quienes se quedaron con su abuela en San Bernardo y no acudieron hasta la Base Aérea Cerrillos.

“Hablé con él a las dos de la tarde cuando estaba en Punta Arenas. Y a las 4.55 tomó el avión y no hablé más con él. Nos enteramos a las 11 de la noche. La Fach no se ha comunicado con nosotros”, señaló Carolina Pizarro.

Su tío, Alberto Valdivia, señaló que "para mí es importante que los encuentren y que los encuentren vivos (…). Estamos preocupados esperando que ocurra un milagro", indicó.

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