En 1997 Homo Sapiens Ediciones de Rosario publicó mi primer libro, una biografía autorizada de Mario Alberto Kempes titulada El Matador. Tuvo prólogo de César Luis Menotti y colaboración de Roberto Fontanarrosa, un Canalla de ley, quien por su amor al club Rosario Central me cedió una viñeta alusiva al goleador para ilustrar mi obra.
La presentación se hizo en el Centro Cultural Rivadavia con la presencia del mismo Kempes y las glorias centralistas Aldo Poy, Daniel Killer y Angel Tulio Zof.
En medio de ese fervor me comentan que se estaba organizando un viaje a Cuba al cumplirse los 30 años de la muerte en combate del "Che" Guevara. Por este motivo la OCAL. Organización Canalla Anti Lepra, quería movilizar a un grupo de hinchas para demostrarle al mundo que el "Che" era fanático de Central y no de Newell´s Old Boys como sostenían algunas versiones.
La sorpresa fue enorme cuando mi editor, Perico Pérez, me comunica que estaba invitado al viaje. No me costó mucho darle el sí. La OCAL surge en la década de 1960 por un grupo de profesionales, empresarios y comerciantes rosarinos apasionados por Central. En 1974 se cambió el significado por Organización Centralista para América Latina.
Partí desde Mendoza en Cubana de Aviación y me encontré con los 60 integrantes del grupo en La Habana.
Nos acompañaron varios medios: Canal 13, TyC Sports con el programa El Aguante que envió a Pablo González. El corresponsal de Clarín y autor del libro oficial de la historia de Central, Jorge Brisaboa y Galavisión de la TV de Rosario. Los cubanos cubrieron los eventos con Radio Rebelde y la TV estatal. El escribano José Vázquez, dirigente Ocalista, me contó que algunos canales latinos de Miami transmitieron el viaje.
Las organizadoras locales eran la escritora Angela Soto Cobián y la funcionaria del Instituto de Deportes, Ledia Valdés. Nos recibió la embajadora argentina en Cuba, Susana García.
En un acto emotivo se le entregó a los Caribitos (nuestros Cebollitas) 500 camisetas, tres juegos de equipos de Central, 600 kits de útiles escolares, mermelada, leche, flan en polvo y golosinas.
En La Habana Vieja está el señorial edificio del Museo de la Revolución. Nos esperaba su Director en persona, el Teniente Coronel Nera quien combatió junto al "Che" en Angola. Se le entregó una placa recordativa del viaje, una camiseta y banderín de Central. Surgió la brillante idea de regresar al centro en bici-taxi para dos personas. Se formó una caravana de dos cuadras que hizo colapsar el tráfico. ¡El Che es de Central! ¡Vamos la Acade! ¡Central, Central! gritaban los fans trepados en los asientos revoleando banderas y remeras.
El Malecón se llenó de turistas fotografiando el peculiar festejo canalla. En un coche descapotable acompañaba Camilo Guevara, el hijo mayor del "Che", que gritaba como uno más.
Estas imágenes se vieron en TN. A modo de regalo, íbamos repartiendo fotocopias de la partida de nacimiento del "Che" el 14 de junio de 1928, fotos de su casa natal, banderines del club, caramelos, escudos de la OCAL y biromes que los transeúntes aceptaban encantados. Circuló el rumor de que el mismo Fidel nos iba a recibir pero al final la reunión no se concretó.
Hicimos una escapada hasta la ciudad de Santa Clara donde se encuentra el mausoleo del "Che" que estaba siendo acondicionado para recibir sus restos que acababan de ser encontrados en Bolivia. Un grupo de policías custodiaba el lugar y no nos dejaron acercarnos para hacer fotos.
Este país caribeño vive actualmente una apertura al mundo y algunas mejoras en la calidad de vida que los cubanos se merecían desde hace largo tiempo dejando atrás el vetusto sistema comunista que ha regido en la isla desde 1960.