El cuarto capítulo. Un choque de planetas. La Guerra de los Mundos de la NBA está a punto de estallar. Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers estarán hoy, desde las 22, por cuarta vez consecutiva frente a frente por la conquista del anillo. La batalla comenzará en Oakland y dominará la escena como nunca antes. Las dos franquicias están reescribiendo la historia en el deporte de los Estados Unidos, tanto que jamás en ninguno de los principales deportes de equipo estadounidenses (MLB, NFL y NHL) estuvieron frente a frente por cuatro años seguidos las mismas franquicias para decidir un campeonato.
No sólo que nunca los deportes principales de los EEUU habían tenido semejante dominio en dos equipos como los Warriors y los Cavaliers, sino que además, la última vez que se repitieron los mismos finalistas en más de dos ocasiones, fuera de la NBA, fue hace 62 años: en la NHL (hockey sobre hielo) con el duelo entre los Montreal Canadiens y Detroit Red Wings en 1954, 55 y 56.
Dentro del universo NBA tampoco nunca se había concentrado tanto el poder en dos franquicias en la definición por el anillo, ni el la época de los Angeles Lakers y Boston Celtics. Estos dos colosos jugaron seis finales en ocho años, entre 1962 y 1969, cuando el básquetbol era cosa de Bill Russell, John Havlicek, Jerry West y Elgin Baylor. Pero nunca más de dos temporadas consecutivas estuvieron cara a cara. Está claro que la era LeBron James y Stephen Curry se está quedando con todos los flashes. “Es emocionante tener otra oportunidad y competir por el campeonato.
Tenemos aún una serie por delante y, con suerte, la resolveremos y lo conseguiremos. Estoy contento de estar de vuelta”, las palabras de Kevin Durant permiten comprender que los Warriors están en el lugar que pretendían desde que comenzó la temporada. Incluso, en la encuesta anual que se hace antes de comenzar el torneo con los 30 directores deportivos de la NBA, el 93% de ellos aseguraba que Golden State iba a ganar nuevamente el título.
Estas cuestiones no intimidan a los Cavaliers y en la mirada de Tyronn Lue, el entrenador de Cleveland: “Todos nos enfocamos en ganar un campeonato. Jugamos nuestro mejor básquetbol en los playoffs. Hemos mejorado durante la postemporada. Nuestro objetivo es ganar un campeonato”.
Es un choque de talentos. LeBron James concentra las miradas con su octava final de la NBA consecutiva y la novena de su carrera (cuatro con Miami Heat y 5 con Cleveland). Sólo cinco jugadores en la historia, todos de Boston Celtics durante las décadas de 1950 y 1960, llegaron a ocho finales de la NBA.
“Desde luego sabemos de lo que LeBron es capaz”, dijo Curry. Y justamente el base de los Warriors es el conductor de un equipo que desde 2014, cuando asumió como entrenador Steve Kerr, perdió apenas 20 partidos en postemporada. Curry, junto con Klay Thompson , Kevin Durant y Draymond Green, se convirtieron en un cuarteto que parece imbatibles.
Si bien la mirada de muchos fanáticos apunta a un cuento repetido, la variedad de talentos dentro de una cancha no hace más que confirmar que la nueva disputa por el anillo entre Warriors y los Cavaliers es nada más y nada menos que el cuarto capítulo de la zaga más interesante en la historia de la NBA