El tiempo todo lo puede. Después de siete años y medio de litigio, Nicolás Andía (26), Guillermo Villegas (26), Lucas Gabrielli (26) y Juan Brennan (25) -los cuatro integrantes de Marista Rugby Club- no serán juzgados por lesiones graves, agravadas por la alevosía, delito que tiene penas que van de los 3 a los 10 años de prisión.
Es que ayer -cuando todo indicaba que iba a comenzar el debate oral y público- los defensores de los imputados presentaron a la víctima un pedido de "solución del conflicto y reparación integral".
Se trata de un acuerdo tan novedoso como polémico ya que refuerza la folclórica idea de que existe una justicia para pobres y otra para ricos, pues con dinero ahora se puede evitar, por ejemplo, ir a juicio por golpear con un bate te baseball al vecino o abusar sexualmente de una menor, sobre todo si las víctimas están apremiadas económicamente.
Este planteo -es el primero que se realiza en Mendoza- se basa en el nuevo inciso 6 del artículo 59 del Código Penal que habla de las formas en que puede extinguirse un delito, algo que entró en vigor en junio pasado. La novedad en cuestión sostiene que una causa puede extinguirse "por conciliación o reparación integral del perjuicio, de conformidad con lo previsto en las leyes procesales correspondientes (de cada provincia)".
Pues bien, éste fue el planteo realizado por los abogados defensores de los deportistas que fue aceptado por la víctima, tras escuchar la cifra: 348.700 pesos actualizados, es decir unos 425.000 pesos (el valor de una camioneta 4x4 de las más económicas, para poner un ejemplo), además de los honorarios de sus dos abogados.
Todo empezó con un "error"
La resolución de este extraño caso comenzó ayer a las 10 en la sala de debates de la Segunda Cámara del Crimen, con un "pequeño error" de los experimentados abogados defensores a quienes se les pasó por alto llevar a sus clientes, a pesar de que habían recibido dos citaciones judiciales en sus casas.
"Hubo un error. Es cierto que fueron citados. Estimamos que la presencia de los chicos podía generar situaciones incómodas, de rispideces", dijo Jorge Boulin, defensor de Vallejos, echando tierra encima a todos los defensores que venían a hablar de "una conciliación" que nada tenía que ver, justamente, con "rispideces".
Luego, para tratar aclarar el asunto, lo volvió a oscurecer apuntando a la víctima: : "Nos equivocamos. No fue por rispideces. No conocíamos a Azpilcueta y no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar", refiriéndose al muchacho que estudia Derecho y cuyo abuelo es un conocido abogado del medio.
Por último, sin más argumentos, Boulin dijo: "Quisimos evitar la exposición mediática de los chicos", pasando de defensor a asesor de imagen.
"El que tiene plata se salva"
Por su parte, el fiscal Fernando Guzzo explicó que este tipo de acuerdo se sostiene sobre la aceptación de las víctimas y destacó la valentía del joven Azpilcueta, frente a la de los imputados que practican un deporte que, en teoría, fomenta la camaradería.
Luego atacó a la nueva norma ya que permite la conciliación sin admitir la participación y también porque extingue el delito, borra todos los antecedentes.
"El mensaje que se da la sociedad es que el que tiene plata se salva y el que no la tiene que la consiga. Ése es el mensaje de la reparación integral", disparó el fiscal.
En los próximos días se realizará otra audiencia -con todos los imputados presentes- en la que se cerrará el acuerdo,se extinguirá la causa y todo quedará en nada.
"Acepto para cerrar una etapa de mi vida"
A falta de las palabras de los cuatro imputados que no se hicieron presentes ante los jueces de la Sexta Cámara, se escuchó la voz de Valentín Azpilcueta.
"Si llego a un acuerdo es por mi familia, por mi salud y para cerrar una etapa de su vida. No me importa lo económico. Por suerte vivo bien por mi familia. Mi aceptación (del acuerdo) es moral y social. No tengo resentimiento ni ideas de venganza, perdonaría lo que pasó", dijo el muchacho que cuando fue golpeado tenía sólo 18 años.
Luego sostuvo que pasó momento muy difíciles y que no hubiera llegado a esta instancia "si hubiera habido arrepentimiento".
"Si llegamos hasta acá es porque estos casos pasan mucho en nuestra sociedad. Muchos jóvenes han pasado por lo mismo", afirmó.
Por último indicó que esperaba que este acuerdo de partes se mantenga en el futuro. "Pido que no empiecen las miradas raras, las intimidaciones de terceros. Acepto para que se termine todo".