En el mes de abril, la colectividad italiana votará para la renovación de los COM.IT.ES.; que representan a los ciudadanos italianos residentes en el extranjero. Entre sus funciones se encuentra la de promover iniciativas sociales y culturales y velar por sus intereses en el extranjero. Este año se presentan dos listas: la número 1, MAIE CUYO; y la lista 2, con la nueva agrupación Movimento Nuovo Garibaldi.
Pero más allá de estas elecciones, hoy queremos recordar a aquellos inmigrantes italianos que llegaron a Mendoza y que formaron una de las más importantes instituciones locales que fue la Sociedad Italia Unita.
Génesis de una asociación
La Sociedad Italia Unita fue una de las más antiguas y poderosas instituciones que tuvo esta ciudad. Dentro de sus socios se encontraban bodegueros, comerciantes e industriales. Fundada en 1901 por Domingo Tomba, al fusionarse la Societá Italiana que existía desde 1881 y la Societá Operaia Italiana establecida desde 1886.
Tenía como objetivos principales mejorar las condiciones morales, civiles y económicas de los socios que formaban parte de ella; por medio de la instrucción, la protección al trabajo y el socorro mutuo en caso de enfermedad. También buscaba estrechar los vínculos fraternales entre los italianos en el exterior, mantener vivo el sentimiento de nacionalidad y favorecer los lazos ítalo-argentinos.
La primera comisión directiva fue presidida por su creador, Domingo Tomba, quien fue pionero de la industria vitivinícola. También estaba integrada por el vicepresidente primero, Damián De Pascale; vice segundo, Domingo Barberini; secretario, Emilio Zara; prosecretario, Eugenio Dell’Ara; tesorero, Lázaro Moretti; pro tesorero, Battista Tarantola; vocales Lamberto Palmucci, José Marzari, Efisio Boeri, Umberto Capodagil, Augusto Belleza, Marco Masserenti, Cándido Dell’Ana, José Darioli, Martín Pizzarniglio Carlos Ceriotto y José Mosca.
Un templo a la italiana
Su primer edificio se ubicó en calle 9 de julio 1043, y era una verdadera joya de arquitectura, que contenía un amplio salón de actos. Allí su público pudo apreciar las conferencias de destacados oradores, veladas artísticas y reuniones sociales en el salón, artísticamente decorado.
En una de sus paredes estaban esculpidos los escudos de todas las provincias italianas. También, en aquellas salas, fueron recibidas y agasajadas personalidades tan destacadas como el Príncipe de Piamonte, el general Caviglia, Ferdinando Martini, el héroe Carlos Del Croix, el teniente Locatelli y el tenor Tito Schipa; entre muchas otras.
Además, contaba con biblioteca, provista de nutrido material de lectura. Distribuidas en las distintas dependencias se encontraban epígrafes, en mármol y bronce, dedicados a los generales Armando Díaz, Luis Cadorna, el Príncipe Humberto de Savoia; además de poseer retratos en óleo de patriotas benefactores, poetas y escritores que prestigiaron la italianidad. Lamentablemente, durante mitad de los años 40, este edificio fue ocupado por la Biblioteca General San Martín, para luego ser rematado y, en los años 50, la Sociedad Italia Unita inauguró su nueva sede en la calle Salta 1370 de Ciudad.
Su fecunda obra
Esta institución realizó una intensa labor patriótica desde su creación a principios del siglo XX. Sus miembros realizaron una importante reivindicación en Mendoza a la figura de Giuseppe Garibaldi. De hecho, al cumplirse el centenario de su natalicio, instalaron en la calle general Paz y Perú una placa de mármol evocándolo. Además fue la misma Sociedad la que propuso el cambio de nombre de la calle Paraná por el del prócer italiano.
Durante la Primera Guerra Mundial esta asociación promovió un gran movimiento de opinión, formando en su seno un “Comitato Pro Patria”, dirigido por Cayetano Piccione; y la institución “Domine Italiane”, bajo el mando de Cristina Cicchitti de Tarantola. Recolectó en aquellos sombríos días sumas de dinero que repartió entre las familias de los militares y voluntarios que partieron a la guerra. Recaudó fondos que le permitieron enviar víveres y ropas a los combatientes y distribuir entre los familiares residentes en Mendoza una mensualidad en efectivo.
Esta institución se destacó en el campo de la previsión social, de la instrucción y de la confraternidad. Sus miembros y socios contribuyeron al empréstito patriótico italiano, y en el período de intensa crisis económica de Mendoza, repartió víveres a las necesitados sin distinción de nacionalidades.
En honor al Comitato Pro Patria, en 1922 el gobierno provincial dio el nombre de Plaza Italia a la que hasta entonces se llamaba Plaza Lima. Por su parte, la Sociedad Italia Unita construyó en dicha plaza dos artísticos monumentos y colocó una placa recordando a los italianos caídos en la gran guerra que habían residido en esta provincia, y el otro dedicado a Italia con el símbolo de la Loba Romana.
Por muchos años la institución siguió ayudando a sus compatriotas y estrechando lazos de amistad entre italianos y argentinos.