La fractura de Cristina expuso las carencias en hospitales públicos

La Presidenta se lesionó el tobillo izquierdo y debió viajar de Río Gallegos a Buenos Aires porque no funcionaba el tomógrafo. Críticas.

La fractura de Cristina expuso las carencias en hospitales públicos
La fractura de Cristina expuso las carencias en hospitales públicos

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reponía ayer en la residencia de Olivos de una fractura en el tobillo izquierdo que sufrió en Santa Cruz y que determinó su regreso anticipado a Buenos Aires para seguir con los cuidados médicos que requiere la lesión.

A través de un comunicado de la Unidad Médica Presidencial, se reportó que la jefa del Estado sufrió “una contusión del tobillo izquierdo, lo cual le produjo una fractura bimaleolar sin desplazamiento”.

“Se indicó inmovilización, tratamiento sintomático y control evolutivo”, agregó el parte que firmaron los médicos Marcelo Ballesteros y Daniel Fernández.

La mandataria retornó el viernes a la noche en el avión Tango 01, a pesar de que tenía previsto hacerlo recién el próximo lunes, para retomar la actividad oficial.

Tras arribar al Aeroparque Metropolitano, donde se la pudo ver en una silla de ruedas, Cristina Fernández fue derivada al sanatorio Otamendi, en el barrio porteño de Recoleta, donde fue asistida para luego ser trasladada a la quinta de Olivos.

El portal de noticias OPI Santa Cruz informó que la jefa del Estado había sufrido un accidente doméstico en su casa de Río Gallegos y fue llevada por su hijo Máximo Kirchner, junto a la custodia presidencial, al Hospital Regional de esa ciudad.

La mandataria decidió su retorno inmediato a Buenos Aires porque en el Hospital de Río Gallegos, el más importante de la provincia, no se pudo avanzar con los estudios médicos, ya que no funcionan ni el tomógrafo ni el resonador, según el mismo sitio de noticias.

A partir de esta circunstancia, el gerente de la Cámara de Importadores de Argentina, Miguel Ponce, advirtió que se puso en evidencia el “nivel de gravedad” que implica el faltante de insumos y repuestos para aparatología en los hospitales de todo el país, debido a las restricciones al comercio exterior impuestas por el gobierno kirchnerista.

“La Presidenta se tiene que enojar con (el jefe de Gabinete, Jorge) Capitanich, quien salió a corregirme diciéndome que estaba todo bien, que no había ningún faltante, que los problemas hospitalarios no tenían nada que ver con las trabas a las importaciones”, afirmó el directivo, al recordar el cruce mediático que por este tema mantuvo con el funcionario nacional hace unos meses.

“Yo me pregunto: un ciudadano de Río Gallegos, o de Calamuchita, de San Salvador de Jujuy o del hospital de Palpalá, ¿tiene posibilidad de tomarse un avión y venirse a Buenos Aires a ser tratado?”, inquirió el responsable de la Cámara de Importadores, en declaraciones a radio Mitre.

En el mismo sentido, el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, instó a “mejorar las condiciones de atención” médica de la jefa del Estado, al manifestarse sorprendido de que la fractura que sufrió la mandataria haya obligado a “hacer todo un traslado” desde la Patagonia hasta una clínica de Buenos Aires.

La jefa del Estado había sufrido un esquince de tobillo izquierdo en marzo pasado, cuando se encontraba en Roma, y por ese motivo asistió a una audiencia con el papa Francisco en el Vaticano con una férula.

El último problema de salud que presentó Cristina fue una sigmoiditis que la obligó a ser internada el 2 de noviembre, también en el Sanatorio Otamendi.

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