Con campeón coronado y una estrella local en la parrilla, la Fórmula Uno vuelve a México este fin de semana luego de una ausencia de 23 años.
México fue sede de la máxima categoría del automovilismo por primera vez en 1963 y la albergó por siete años. Después tuvo una segunda etapa entre 1986 y 1992, cuando Nigel Mansell ganó la última edición del Gran Premio de México.
Las autoridades mexicanas respaldaron el año pasado la candidatura mexicana, y en julio de 2014 se confirmó que el país sería añadido al calendario de 2015. Los aficionados respondieron en taquilla de inmediato y cuando los boletos salieron a la venta en marzo, las entradas populares se agotaron en cuestión de minutos.
La gran atracción para el público local será el piloto mexicano de Force India, Sergio Pérez. Lewis Hamilton (Mercedes) aseguró su segundo título mundial consecutivo, y tercero en general, el fin de semana pasado en el GP de Estados Unidos en Austin, Texas.
"No hay presión para el fin de semana, quiero disfrutar la experiencia. Eso es lo que trato de hacer'', dijo Hamilton, quien el miércoles participó en una función de lucha libre con el luchador Místico. ``Ojalá que el domingo en el podio haya mucha champaña, tequila y sombreros''.
Las autoridades de la capital instalaron pantallas en tres puntos populares de la ciudad, una medida que usualmente se reserva para los partidos más importantes de la selección nacional de fútbol.
"Queremos que el regreso de la Fórmula 1 al país no sólo sea una carrera de automovilismo, sino un festival de tres días para que la gente celebre el regreso de la máxima categoría al país'', dijo Rodrigo Sánchez, director de mercadotecnia del Gran Premio
Para poder recibir de nueva cuenta al Gran Premio, México tuvo que invertir más de 50 millones de dólares para remodelar el Autódromo Hermanos Rodríguez, que fue inaugurado en 1959. El trazado original sufrió modificaciones en las curvas "S'', así como en la curva peraltada, que era muy pronunciada, y justo antes de entrar a la recta principal.
Las obras las realizó la compañía alemana Tilke, responsable de construir los circuitos de Malasia, Bahréin, Abu Dabi y Rusia, entre otros.
Los organizadores estiman velocidades promedio de 204 kilómetros por hora con una máxima de 328, las segundas más rápidas de la F1 detrás de Monza, Italia.
"Hace un año estuve aquí, y han cambiado las cosas'', comentó Fernando Alonso, piloto de McLaren quien en octubre pasado estuvo en la pista para poner la primera piedra en las remodelaciones. ``Obviamente hasta que no manejemos en ella no sabremos las condiciones reales, pero en el simulador se ve interesante''.
"En la parte final hay una parte donde pasas muy cerca de la gente y esa atmósfera que sentimos en estos últimos días seguramente lo hará especial por la forma en que la gente vive la Fórmula 1 aquí'', agregó el español.
Las obras de remodelación al autódromo incluyeron un nuevo edificio de pits, una torre de control, un centro de medios, zona médica, tres puentes peatonales, además de una renovación y construcción de nuevas gradas, así como la instalación de una nueva carpeta asfáltica que fue modificada con polímeros a lo largo de los 4,3 kilómetros de longitud que tiene el circuito.
La carrera se disputará a una altitud de 2.250 metros sobre el nivel del mar, la sede más alta en la F1.
"Debemos esperar al domingo antes de poder decir si es algo que afecte a los pilotos, pero es un hecho que las condiciones aquí serán diferentes en cuanto a la preparación física'', dijo Alonso. ``En cuanto a los coches que manejamos ahora, no debe ser un problema. Debemos estar bien''.
La pista fue reinaugurada el mes pasado por "Checo'' Pérez, noveno en el actual campeonato de pilotos y quien terminó tercero en el Gran Premio de Rusia a principios de octubre.
"Estoy muy emocionado de correr en mi país, es una sensación que pocos pilotos pueden experimentar y nunca pensé que sería tan afortunado de vivirla'', dijo Pérez. ``Los mexicanos tenemos una gran pasión por la Fórmula 1 y estoy seguro que hemos hecho lo mejor para hacer de este evento un gran éxito''.
Pérez, uno de los seis pilotos mexicanos que han pasado por la F1, será el primero en correr en su país desde que Pedro Rodríguez lo hiciera en el Gran Premio de 1970.
"Es una pista de primer nivel y la puedes comparar con cualquiera del mundo y va a estar al mismo nivel'', agregó. ``Cumplirá las expectativas''.
Eso esperan los mexicanos de su tercera etapa como anfitriones de un Gran Premio de Fórmula Uno.