La FIFA presentó esta mañana el sistema tecnológico Goal-Control 4D para detección de goles en forma automática, que se dispondrá en todos los estadios que albergarán los partidos de la Copa del Mundo Brasil 2014.
La nueva tecnología que aplicará la FIFA en el Mundial colaborará con los árbitros para detectar si una pelota supera completamente la línea de gol en una situación controvertida.
El sistema utiliza catorce cámaras de video, siete en cada área penal, para brindar cobertura total de la zona desde todos los ángulos y registra imágenes en tiempo real aportando 500 frames (fotogramas) por segundo, mientras que el ojo humano sólo puede captar 16.
La información será enviada directamente a la terna arbitral de cada partido que tendrá en sus muñecas relojes configurados por el sistema para definir cada situación que lo amerite.
"Estamos muy confiados en que el sistema será de gran utilidad y no tendrá ningún inconveniente porque lo hemos probado 2700 oportunidades y no han fallado", indicó el jefe de calidad de FIFA, Johannes Holzmüller, en conferencia de prensa realizada en el estadio Maracaná.
Sobre la posible manipulación del sistema, Dirk Broichhausen, dueño de la empresa Goal Control 4D, señaló que "no hay ninguna posibilidad, no se puede alterar, porque trabaja off line sin internet, sólo los arbitros tienen acceso en sus relojes a los resultados".
El sistema ya fue probado en el Mundial de Clubes de Marruecos y en la Copa de las Confederaciones y en ambos hubo un incidente de línea de gol que fue corroborado de forma satisfactoria por el sistema.
"El Goal Control no necesita balones especiales, ni de diseño, utilizamos los balones oficiales del partido, no tenemos que cambiar", agregó el CEO de la empresa.
Consultado sobre la posibilidad de incorporar la tecnología al fútbol argentino, el funcionario de FIFA dijo que "desde el punto de vista técnico, se puede instalar en todos lados, usando los mismos criterios".
"El costo de la incorporación tecnológica es confidencial y no estamos autorizados a dar ningún valor, pero cada estadio es diferente; en algunos se pudo instalar bien las cámaras y en otros hubo que hacer obras", añadió Holzmüller.
En última instancia, el árbitro de cada partido decidirá la utilización del nuevo aporte. En caso de negarse, por considerar incómodo el reloj para su trabajo, se le informará a los dos equipos que el partido se desarrollará sin la utilización de la tecnología.
"El reloj de los árbitros es fundamental, estamos muy seguros por las señales que se editan que serán bien codificadas a estos relojes y no creemos que puedan incomodar a los jueces", concluyó el jefe de calidad de FIFA.