Familias enteras, amigos, jugadores, ex jugadres, amantes de la ovalada por aquí y por allá, colmando cada espacio del estadio Malvinas y disfrutando a pleno de Los Pumas, que hicieron honor a tanto aguante y le regalaron a la pupo, la techada, a todos un triunfazo histórico frente a Sudáfrica.
Desde la camiseta de Messi, Pavón- que obviamente quedaron del truncado Mundial de Rusia 2018-, Los Pumas originales y no tanto había a lo largo del ingreso al estadio.
“A la banderita muchachos”; “A la camiseta de Los Pumas muchachos”, deslizaban los vendedores ambulantes por el pasillo largo que da a la auxiliar.
“Y no pasamos de octavos”, decía el vendedor dueño del stand donde se veía la celeste y blanca de Pavón y Messi, en clara referencia a la eliminación de Argentina en Rusia.
“Comprame esa pa’”, le pedía uno chico de tan sólo 10 años a su padre, quien le contestó. Adentro están las verdaderas. Sí, era verdad, pero los precios oscilaban entre 2000 y 2500, en el stand orginal. Mientras que, las comunes del pasillo tenían un precio de 250 y 350 pesos.
“Nosotras venimos siempre a verlos”, decía un grupo de rosarinas mientras ingresaba en la platea norte. En tanto que, en la popular otras se hacían su lugar con camisetas de sus clubes.
“Somos 12 amigos que jugamos desde que tenemos 10 años en Pueyrredón (Buenos Aires) y cuando podemos seguimos a Los Pumas”, comentó un porteño entrado en ya en la tercera edad, pero con la misma pasión de siempre por el rugby.
Lana y Toni siguen a Springboks, junto a grupo de amigos, por distintos lugares en el Mundo. Ellos estuviero el Malvinas, que tuvo su fiesta ovalada, y ellos formaron parte.
