Como cada año, los chicos que finalizan los estudios en los diferentes colegios mendocinos tienen puesta la cabeza en la fiesta de egresados que se realiza a partir de octubre, en general. Poco importan las materias; los estudios universitarios quedan en un segundo plano. Lo relevante es celebrar con los compañeros con los que han recorrido todo un camino.
Lamentablemente, no todo es alegría y los bolsillos de sus padres son los que más sufren cuando comienzan a encontrarse con lo que les espera. A raíz de una serie de testimonios recolectados por Los Andes se estima que el costo de una tarjeta ronda los 600 pesos -y más en algunos casos- lo que en estos tiempos significa muchísimo dinero para una sola noche de diversión.
Eso sin contar que los chicos van acompañados de sus padres, una tendencia a la baja según los empresarios, con lo cual el costo para entrar a las fiestas se hace más grande. En diálogo con la Asociación de Salones de fiesta informaron que el costo de las tarjetas este año se ha incrementado de un 25% a un 30% en comparación con la temporada anterior; esto por la inflación y por el valor de los insumos que han subido debido a ella.
La gran noche, en cuotas
Lejos de estos problemas, a los futuros egresados mendocinos poco parece preocuparles los valores, no tanto así a sus padres quienes destacan que las tarjetas para la cena son caras y que en conjunto con la ropa que deben comprar para la ocasión, el gasto se vuelve considerable.
Kaly Riveros (17), que asiste al colegio Adolfo Pérez Esquivel, contó que ellos realizarán la fiesta en el Salón Palatium. “Los egresados pagan $ 510 hasta julio; después la tarjeta aumenta a $ 650 aproximadamente. Y para los padres o quienes quieran ir tiene un valor de $ 670 . Tenemos pensado llegar en el barco del tren de la alegría que ofrece para los egresados y somos 150 personas, mas o menos”, describió la joven.
Luciana Henríquez es mamá de Anita, una estudiante de la escuela Champeau, de Godoy Cruz. Según contó, el costo de la tarjeta para los festejos es de 350 pesos y que hicieron las gestiones a principios de abril.
“Son pocos chicos en el curso, entiendo que por eso la tarifa es más barata. La fiesta es en el salón De Carolis, en Luján de Cuyo, y los costos incluyen transporte -que puede ser la batea-, una foto grupal que puede ser un video y para los egresados hay barra libre con alcohol, porque de la promoción de ella, para esa época no habrá ningún menor”, explicó Luciana y detalló que quienes sólo asistan al baile el costo es de 150 pesos.
Florencia Almirón, es la madre de Francisca, quien junto a sus amigas festejarán en un salón que les costó, con todos los servicios, 450 pesos. “Era lo más económico que encontraron, porque querían que todos los chicos pudieran ir. El servicio lo contratamos en mayo y se podía pagar en cuotas, las que uno pudiera ir pagando siempre que se dejara una seña de 100 pesos”, aseguró.
Los chicos son de la escuela Maestro Alfredo Bravo, de Godoy Cruz, y a ella asisten alumnos provenientes de barrios humildes, como el Tres Estrellas o el Huarpes. “Por eso no quieren hacer algo muy grande. Es más, con mi hija ya está hablado el tema del vestido; como no hay dinero, algo inventaremos, pero no le vamos a comprar uno porque el gasto no se justifica”, añadió.
Agostina (18) concurre al DAD y comentó que para celebrar el fin de cursado eligieron la bodega Centenario para el 20 de diciembre. “Son 700 pesos por persona la tarjeta. Igual, todavía estamos en la etapa de organizar y preparar todo. Pensamos ir de vestido, y los chicos de traje”, admitió asegurando que muchos han pagado -o están pagando- sus tarjetas en cuotas.
Por último, Francisco Peiretti (17) comentó que los festejos de su colegio, el San Luis Gonzaga, se realizarán también en la bodega Centenario y que el costo es de 620 pesos a la fecha, aunque hasta abril era de 520.
“Es el 14 de octubre, pero ya desde el año pasado estábamos haciendo los trámites para reservar el lugar. De todos modos, formalmente lo señamos hace tres meses”, informó y continuó: “Las chicas ya tienen comprados los vestidos y otras los han mandado a hacer. Lo que pasa es que la fiesta es una de las primeras que se hacen en el año”.
La demanda de salones ha caído 40%
Para Fabián Manzur, flamante presidente de la Asociación de Salones de Fiesta, la situación respecto de ellos es crítica y afirma que en general los lugares para realizar eventos han sufrido una merma de 40% respecto a la demanda.
De hecho, para el caso de las fiestas de egresados en particular, las reservas que antes se hacían entre febrero y abril, ahora se están haciendo a partir de mayo porque la demanda es menor. Además, es por esta razón que muchos salones han considerado seriamente cerrar sus puertas, porque ya no pueden mantener siquiera los costos mínimos.
“Muchos salones están pensando en cerrar porque la inflación les obliga a subir los precios, y esto hace que en temporada baja permanezcan cerrados por falta de clientes. Otro tema es que antes se hacían fiestas para 500 personas y hoy son sólo para 100”, explicó.
Por otro lado, agregó que pese a que la ATM se comprometió en 2014 a revisar la situación de estos locales para la temporada baja, nunca hizo nada en concreto. “Por la crisis del sector ofrecimos pagar solo cuando se hicieran fiestas durante primavera, otoño o invierno, porque casi no hay eventos y pagamos un impuesto independientemente de si abrimos o no”, estimó.
Respecto de las fiestas, dijo que en la actualidad se intenta que se forme una comisión de padres que se comprometan a estar presentes durante toda la noche de la celebración, a fin de cuidar a los chicos y para evitar problemas. “Antes, después de comer los adultos se iban y los chicos se quedaban solos. La idea es que haya padres responsables”, informó.
Por último, aseguró que desde la asociación muchos miembros han solicitado declararse en estado de emergencia por esta situación, que por otro lado se ve agravada por la cantidad de carpas y de fiestas en los lugares públicos, pero de carácter privado, que él identifica como competencia desleal: “Se fomenta la clandestinidad, porque la ATM no va a cobrar ni impuestos ni IVA”.