"Lo encuentro extraño, nosotros somos muy humildes, nos ganamos el pan con el sudor de la frente. No creo que ella, que viene de abajo con sacrificio y esfuerzo, le venga un pensamiento y le arranque la vida a un inocente", dijo un hermano de la detenida, Juan José Quezada.
Tras conocer por los medios de comunicación la detención de su hermana, Juan José Quezada manifestó que debe tratarse de algún tipo de montaje contra ella, "eso es un biberón que le están montando", dijo a "Noticias SIN" en la comunidad La Cabuya, en la provincia de La Vega, donde reside la familia de la detenida.
La madre de Ana Quezada, Juana Cruz, también expresó su sorpresa y dijo que sus hijos nunca se han visto envueltos en conflictos con la ley, por lo que entiende que si es culpable fue "el demonio que la indujo a cometer el hecho", al tiempo que pidió que se haga una profunda investigación.
El cadáver en el baúl
El hallazgo del cadáver de Gabriel, un niño de ocho años, en el baúl del automóvil de la novia dominicana de su padre sume a España en la consternación, al punto de generar llamados a restablecer la pena de muerte abolida en 1995.
Los llamados a una justicia dura también se multiplicaban por las redes sociales. Una petición en internet firmada a media jornada del lunes por 158.000 personas reclamaba prisión perpetua contra la mujer, sin que haya sido todavía imputada.
Otra petición, con más de 220.000 rúbricas, instaba a República Dominicana a reclamar su extradición, para evitar que Ana Julia disfrute de la "comodidad" de las prisiones españolas ni sean los contribuyentes españoles los que costeen su encarcelamiento.
Ante esto, Patricia Ramírez, la madre del niño, hizo un llamado a evitar las "palabras de rabia".
Quezada fue detenida el domingo en la población Puebla de Vícar donde reside, en flagrante delito: el cuerpo de Gabriel estaba en el maletero de su vehículo, envuelto en una manta.
"íNo he sido yo! íYo he cogido el coche esta mañana!", se escucha decir a la mujer a los guardias civiles cuando es detenida, según muestra un video amateur.
Los medios españoles siguieron de cerca el caso desde el 27 de febrero, cuando Gabriel salió de la casa de su abuela en la pequeña población de Las Hortichuelas, a pocos kilómetros de las playas de Cabo de Gata, un parque natural con playas paradisíacas en el sur de España.
Hijo único
Hijo único de padres separados, fue a casa de sus primos a jugar, pero nunca llegó. Según la prensa, la autopsia reveló que murió de asfixia, quizás estrangulado.
Centenares de voluntarios enfrentaron el viento y las lluvias de marzo en sucesivas batidas por la zona, tratando de encontrar al pequeño de cabellos oscuros y amplia sonrisa.
"He dormido cuatro horas por noche", contó uno de los periodistas que siguió el caso, Fran Gavilán, Ideal de Almería (Andalucía), que describe a Gabriel como un niño "introvertido pero afable y simpático", en base a testimonios.
Hasta antes de ser detenida, Quezada era para el público la compañera del padre desesperado de Gabriel, quien daba entrevistas a la prensa vistiendo una camiseta con la imagen del pequeño.
Pero la Guardia Civil la vigilaba desde hacía días.
Según Gavilán, las alarmas se dispararon cuando ella descubrió una camiseta de Gabriel en una zona que ya había sido revisada dos veces.
Pero también porque en dos ocasiones, cuando los investigadores le solicitaron el teléfono móvil al igual que al resto de personas cercanas al niño, dijo haberlo perdido.
La clase dirigente española mostró su consternación este lunes, desde el rey Felipe VI, que guardó un minuto de silencio, hasta el presidente de gobierno, Mariano Rajoy, que presentó sus condolencias a la familia.
Los investigadores buscan saber si Quezada actuó sola o incluso si es reincidente: en 1996, una niña a la que cuidaba -su hija según algunos medios- murió al caer desde un balcón en Burgos, pero en ese momento la investigación fue archivada sin hallar indicios de criminalidad.