En la economía de una casa, o de un país, pueden crearse burbujas artificiales, realidades mágicas que tapan una verdad oculta, muchas veces peor.
Por ejemplo, puede parecer que hay prosperidad, pero todo es en base a una deuda que se deberá pagar después de la fiesta.
Imaginemos una persona que ve que ha engordado mucho, y que para no dejar entrever ese exceso de grasa busca, como solución, entallarse una faja. De pronto, mágicamente, su "imagen" pasa a verse esbelta, más fina. Pero sigue comiendo, y engordando. Y tiempo después, explota la faja, quedando al descubierto la dura realidad.
Luego de esta trágica explosión, la persona puede tomar seria conciencia de su situación, y comenzar una dieta sana... o puede entallarse una nueva faja.
En Argentina, la mayoría del tiempo estamos fajados, pretendiendo ser ricos cuando somos pobres, tener altos sueldos cuando somos improductivos, querer un alto nivel de gastos con bajos ingresos. Y cuando la realidad nos explota, cada 10 o 15 años, lejos de acordar una dieta sanadora, comenzamos a gritar para ver quién nos proveerá la nueva faja.
Mauricio Gallardo
DNI 22.790.843