El proyecto Cordón del Plata viene siendo materia de estudio e investigaciones de campo desde hace más de 60 años.
Los principales anteproyectos fueron desarrollados por Agua y Energía (1981 y 1983), la Universidad Nacional de Cuyo (1994)y por diferentes consultoras de ingeniería nacionales y extranjeras en 1951, 1969 y 2012.
Sobre la base de aquellos antecedentes, en 2014 la Secretaría de Energía de la Nación, con la participación de la provincia de Mendoza, licitó los estudios de factibilidad necesarios para seleccionar la mejor alternativa.
Para ello, contó con la financiación del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
A fines de 2015, se presentaron las conclusiones. Después de 16 meses de estudios específicos y comparativos, la vinculación hidroeléctrica de los embalses de Tupungato, Punta de Vacas, Uspallata y Los Gateados resultó la mejor alternativa, teniendo en cuenta no sólo la producción eléctrica a generar, sino también los efectos beneficiosos en garantía y ampliación del riego, control de inundaciones, desarrollo del turismo y otros efectos propios de una obra con múltiples propósitos.
El proyecto podía dividirse en etapas que se desarrollarían desde aguas abajo hacia aguas arriba, del mismo modo que se construyó el complejo hidroeléctrico sobre el río Limay en Neuquén.
O sea, los estudios demostraron la viabilidad de iniciar la ejecución del aprovechamiento Cordón del Plata en una primera etapa con el conjunto Uspallata/Los Gateados, para seguir en una segunda etapa con Tupungato/Punta de Vacas.
El conjunto del embalse Uspallata/Gateados tendrá un costo actualizado, sin IVA ni intereses, de U$S 730 millones, que comprende la construcción de la presa de 94 metros de altura, ubicada al sur de Uspallata, cuya construcción requerirá la excavación de 458.000 m3 de suelos y 289.000 m3 de rocas; 33 kilómetros de túneles divididos en dos tramos; las centrales Gateados I y II, que en conjunto sumarán una potencia de 384 megavatios, además de una pequena central al pie de la presa de Uspallata; las correspondientes estaciones transformadoras y líneas de alta tensión para distribución local y la interconexión con el Sistema Nacional, y las relocalizaciones viales.
Demás está señalar la fuerte incidencia en el desarrollo regional del área de influencia de Uspallata, entre las que se destacan: las regalías que le corresponderían a la província, correspondientes al 12% del valor de la energía a producir, el incremento del área con seguridad de riego y ampliación y tecnificación por mayor garantía de disposición de agua; la incorporación de nuevos empleos durante la construcción y después de la misma, en muchos casos de alta especialización.
Al mismo tiempo, compensará la reducción de la capacidad de embalse de Potrerillos, alargando su vida útil, siendo un fuerte amortiguador de crecientes, como las ocurridas en los últimos tiempos o laminador de otras, como una nueva posible rotura del Plomo.
El aprovechamiento consiste en un cierre frontal que embalsará un volumen útil de 180 hm3, con una superficie de 730 hectáreas. Permitirá regular los caudales del río Mendoza, y luego, a través de un túnel de conducción y una cámara de carga alimentará las centrales hidroeléctricas Los Gateados I y Los Gateados II.
El nivel avanzado de los estudios, permite acceder ya a la fase de preparación de los pliegos de licitación, previo completamiento de trabajos de investigación de suelos, rocas in situ y de los estudios específicos de impacto ambiental complementarios a los que se realizaron para todo el proyecto en general.
Por último, los sistemas de transmisión en 132 kV y 500 kV (kilovatios), permitirán conectar las centrales hidroeléctricas entre sí y con el Sistema Argentino de Interconexión (SADI), además de garantizar el suministro de energía a la ciudad de Uspallata.
El proyecto incluye también, la relocalización de la traza de la ruta nacional Nº 7 para el tráfico pasante y el mejoramiento de los accesos actuales a la ciudad de Uspallata.
A su vez, debe destacarse el potencial turístico que se abrirá con la presencia del embalse, tanto en inversión privada en hotelería y facilidades conexas como en el desarrollo de la márgenes del nuevo lago, junto con la rehabilitación de varias instalaciones de riqueza arquitectónica y de fuerte incidencia histórica.
La magnitud de la inversión, su alta rentabilidad, contabilizando también como corresponde los beneficios por inversiones privadas en riego y turismo, entre otros, permiten diseñar una estructura de financiamiento basada en el concepto de PPP (Participación Público Privada). En efecto, en este caso particular, la provincia podría sumar como colaterales de garantía, participaciones en las regalías eléctricas y participaciones en las plusvalías inmobiliarias.
En síntesis, esta primera etapa de Cordón del Plata reúne los requisitos para ser encarada bajo el concepto y la estrategia de financiación establecidas en la reciente Ley Nº 27.328, para contratos de participación pública-privada.