1- ¿Cómo empieza todo? De acuerdo con el relato oficial, asentado en el procedimiento policial, Andrés García Campoy fue detenido en su Peugeot 504 en un retén vial de ruta 7, Luján, a la altura del kilómetro 1060, que llevaban adelante agentes de Gendarmería Nacional.
El joven se detuvo, mostró los papeles del auto en regla, le hicieron abrir el baúl y todo estaba en orden. Según declararon inicialmente dos gendarmes, luego Andrés abrió la puerta trasera de su auto, tomó un arma (después se sabría que era una carabina modelo 1890, y después de proferir un grito como "...mirá lo que tengo para vos, mientras tiraba un tiro al aire" –según contaron los testigos de esa tarde– se disparó en la cabeza y quedó dentro del auto.
Las dudas. Para especialistas en armas, ese tipo de carabina tiene la posibilidad de realizar un disparo por vez, por lo que se hace imposible que el joven haya llevado a cabo esa situación de autoagresión. Por otra parte, el impacto del proyectil dio en la nuca del chico; algo que también despierta suspicacias.
2- ¿Quiénes hablan de suicidio? La versión de que se trató de un suicidio fue la primera que se dio a conocer. Así se indicó al 911 minutos después de ocurrido el hecho. Por cierto, luego del llamado al 911, a una ambulancia del SEC se le indicó que se acercara hasta el sitio "porque un joven se había autodisparado en un control de tránsito".
Cuando la médica del SEC llegó al lugar constató que Andrés estaba muerto, ya que a ella no le corresponden tareas periciales. Es más, Santiago Garay, el fiscal de delitos complejos que se hizo presente, se fue del lugar convencido de la versión del suicidio; había hablado con los dos gendarmes que fueron testigos directos del hecho.
Por eso, al creer que el caso estaba cerrado, Garay cedió la pesquisa a Jorge Calle, fiscal de Luján de Cuyo. Aparentemente no se trataba de algo complejo, al menos para el fiscal de delitos complejos.
Del mismo modo, las autoridades del Ministerio de Seguridad también indicaron a la prensa que "todo cerraba en un suicidio"; entre ellos Juan Carlos Caleri, jefe de la Policía.
Las dudas. Un día más tarde, con los estudios preliminares de la necropsia en su poder, el fiscal Calle fue invadido por la incertidumbre.
Una sospecha radica en cómo, si el joven determinó suicidarse, tiene un disparo que debió haber recibido desde atrás y que lo hirió a la altura del parietal derecho, cerca de la oreja.
Además, un adelanto de las pericias estableció que la lesión provocada por la bala mide aproximadamente 7 milímetros, lo que no coincidiría, en principio, con la versión de los gendarmes que aseguraban que el joven se disparó con su carabina calibre 22.
3- ¿Adónde iba Andy? Se sabe que a las 14 del viernes 13 de junio, Andrés García Campoy salió de trabajar de lo de su tío (un local de reparación de motos en Ciudad) y no fue a lo de su abuela.
En el Peugeot 504, el joven llevaba la carabina que había heredado y que, según aseguran sus familiares, tenía en mente vender ya que semanas atrás la había mandado a tasar.
Nadie sabe qué hizo durante las menos de dos horas transcurridas hasta que se encontró con el control caminero de Gendarmería frente a la destilería de YPF en Luján de Cuyo.
Andy iba en dirección a Potrerillos y llevaba su carabina en la parte trasera del auto. Después del balazo, los gendarmes detuvieron a un grupo de penitenciarios -seis en total- que pasaban por ahí ya que cerca queda el penal de Almafuerte.
Las dudas. Para los allegados a la víctima, es muy factible que Andy haya acordado con algún potencial comprador vender la carabina, pero nunca dio a conocer esa acción.
4- ¿Cuándo se cambia de parecer? A partir de la sumatoria de indicios el fiscal Calle comenzó a dudar de que las cosas hubieran ocurrido tal cual lo narrado por los gendarmes.
De ese modo, Calle dejó el caso en manos del juez federal Walter Bento ya que los dos principales sospechosos pertenecen a Gendarmería, una fuerza federal.
De ese modo, Bento decretó un secreto de sumario inexpugnable (a tal punto que los dos abogados contratados por la familia García Campoy no habían accedido al expediente, al menos al cierre de esta edición).
Las dudas. Por eso, Bento está a la espera de diversos tipos de pericias. Se mandó a examinar las nueve armas (dos de gendarmes, seis de penitenciarios y la carabina de Andy).
También se aguardan los estudios finales de la necropsia. Del mismo modo, el celular de la víctima (con sus SMS y sus whatsapp), como su cuenta de Facebook, también son materia de pesquisa por parte de los investigadores. Todo esto es para tratar de reconstruir los últimos días de la víctima.
5- ¿Qué se espera? De acuerdo con lo informado por los abogados de la familia García Campoy, mañana por la tarde el juez Bento podría llegar a tener elementos como para avanzar en el caso.
De momento, los sospechosos no están detenidos ni imputados por ningún delito. Pero tampoco se lee en el lomo del expediente la palabra suicidio.
Perfil: ¿quién era Andy?
De acuerdo con el perfil que trazan sus allegados, Andy era un chico de lo más normal. Mendocino de nacimiento, se fue a vivir a San Luis con su madre.
Allá hizo sus estudios elementales y luego volvió a Mendoza para estudiar Higiene y Seguridad Industrial. El joven vivía con su abuela en la Cuarta Sección y tenía un contacto permanente con su madre, que reside en La Punta (San Luis), y con su hermano de 17 años.
Para su tía Claudia Campoy, "nada hace pensar que se haya suicidado; él era un chico de lo más normal y pacifista; de hecho ni sabía manejar armas.
Jamás se peleaba con nadie y era respetuoso; a todo el mundo trataba de usted. Es una locura pensar en que se haya autoeliminado". Por su parte, Juan, hermano menor de Andy, declaró ayer ante el Diario de la República de San Luis: "A mi hermano lo asesinaron, de eso no tenemos dudas, lo que no sabemos es por qué".