El otoño ya se percibe en el aire y en las tonalidades de los días. Se acerca la estación que no es lo mismo en Mendoza, y es como una invitación a salir a pasear.
Aprovechar el día libre y quedarse con lo mejor de nuestros paisajes, esos que deslumbran a los que llegan de muy lejos, es la propuesta. De esta manera, hoy proponemos un repaso, cosas lindas para hacer en Tupungato.
Lea, elija y aproveche el día.
Cabalgata en un refugio de alta montaña, día de pesca, recorrido en bici entre viñedos, tarde de té, taller vivencial para el bienestar en una finca de frutales o degustación de espumantes al atardecer, algunos de los momentos especiales que se pueden encontrar en este punto del Valle de Uco.
Muchas opciones
"El marco de plenitud que ofrece el paisaje de Tupungato se complementa con una variada oferta de servicios. Turismo vitivinícola, gastronomía, turismo rural y de montaña, caracterizado por una atención personalizada que hace que nuestros visitantes se sientan parte de la familia", invita Analía Parra del área de Turismo municipal.
La recorrida puede arrancar por la zona de los Cerrillos, para hacer una parada en Cristo Rey. De allí, si se ingresa por la zona de San José, se encuentra la bodega Atamisque, con su predio de 800 hectáreas, cancha de Golf y área de piscicultura (vale apuntar que los productos frescos se sirven en su propio restaurante).
A pocos metros de allí, está la Capilla Sagrado Corazón de Jesús, con más de 100 años de antigüedad. Conserva gran parte de la historia del departamento y es, sin dudas, otras de las postas a agendar.
En materia enoturística, hay que destacar la zona de La Arboleda. La vuelta por allí regala las mejores vistas del Volcán Tupungato.
Entre las opciones de bodegas que ofrecen vistas están Masi, donde se aprecia el procedimiento ancestral de apaxximento (único en América).
También está Bodega Familia Guaquinta, con su tradicional recorrida guiada por un miembro de la tercera generación de una familia dedicada a la vitivinicultura.
En la Ruta 89, por su parte, se apostan más casas vitícolas reconocidas a nivel nacional e internacional. Domaine Bousquet, Andeluna, Sofhenia y La Azul, entre ellas.
La oferta gastronómica de nivel es recomendada para los amantes del maridaje. Vinos que potencian sabores y sabores que resaltan las virtudes de los vinos, es la premisa.
Otros planes
Cuchillos. Conocer la fábrica de Cuchillos artesanales KDS, reconocidos por los mejores chef del país, es otra de las alternativas.
Al aire libre. El camping Municipal cuenta con una bajada natural al arroyo, en un predio arbolado dotado con servicios para el excursionista o para aquél que quiera acampar.
Fe. Gualtallary es visitado por aquellos que buscan la paz al contacto con la naturaleza. Allí se encuentra el Monasterio Cristo Orante donde se puede conocer la capilla y el rincón de artesanías realizadas por los monjes.
En el centro. Sobre avenida Belgrano hay comercios y variada gastronomía. Otra propuesta urbana es la Clásica bodega Artesanal Nono Coleto, donde ofrecen vinos y dulces artesanales. En tanto en Bodega Boutique Mirador de Estrellas, ofrecen vinos y frutas secas.
Los precios
La variedad de servicios permite que se maneje un rango de precios adaptable a varios segmentos. Así, las visitas y degustaciones de bodega cuestan desde $ 100 y los alojamientos con excelente relación precio calidad para 2 personas van desde $ 800 la noche con desayuno.
En otro orden, el alquiler de bicicletas cuesta $ 250 el día por persona. Es importante destacar que estos precios reflejan que el destino no tiene sólo una oferta de alta gama sino que hay para todos los bolsillos.
“Buscamos que los turistas que visitan Mendoza o los mendocinos que quieren conocer el Valle de Uco tengan una alternativa a los paquetes full day que sólo les pueden mostrar una porción de Tupungato y la región del centro de la provincia. Los invitamos a que elijan los servicios que se ajusten a sus necesidades de confort y que organicen una estadía de dos o tres días en Tupungato, y así puedan también recorrer todo el Valle de Uco”, concluye Parra.
