Esta semana se conoció la triste noticia de que la ex top model Inés Rivero de 44 años de edad fue diagnosticada con esclerosis múltiple en 2019.
Rivero estuvo a la altura de Valeria Mazza y fue una de las modelos argentinas más solicitadas en la década de los ´80 y ´90.
De perfil más bajo que las demás argentinas que triunfaban en el exterior, la cordobesa se instaló en Estados Unidos donde se convirtió en mamá de Maia (18) y desde donde habló, por primera vez, de la enfermedad que le descubrieron.
En contacto con la revista Hola Argentina la modelo aseguró: "En enero del año pasado empecé a sentirme rara y a los cuatro meses me diagnosticaron esclerosis múltiple (…) Soy una afortunada: me la descubrieron temprano. Pudieron diagnosticarme porque tengo dos lesiones: una en la parte posterior izquierda del cerebro y otra en la espina dorsal", aseguró la mujer que fue musa de Karl Lagerfeld, John Galliano y un "ángel" de Victoria's Secret.
Si bien está controlada, Inés relató que por el momento no está bajo ningún tratamiento porque la enfermedad está “en remisión”, latente, como dormida.
Sobre los síntomas que la alertaron, la ex modelo dijo: “Lo primero que noté fue que, cuando levantaba pesas, tenía que hacer más fuerza con el brazo derecho que con el izquierdo. Después, empecé a sentir unos calambres fuertes en el pie derecho y se me resbalaban cosas de la mano derecha. Tenía menos reflejos, no podía nadar en línea recta, el párpado derecho me temblaba bastante. Cada vez que notaba algo, buscaba en Internet y encontraba un denominador común: el sistema nervioso central. Otro día tuve una reacción en la piel: me ardía, me picaba. Fui a la dermatóloga y me recomendó que viera a un neurólogo”.
Luego agregó: “Mi médico de cabecera me derivó con un especialista, que en un principio minimizó lo que le decía. Como soy insistente, conseguí que me hiciera una resonancia magnética. Salió una lesión en el cerebro y me mandó hacer un relevamiento del sistema nervioso central. Ahí apareció la segunda lesión: en la espina dorsal”.
Inés aseguró que no tiene dificultades cognitivas y motrices: “No es mi caso. Varía de persona en persona. En estos meses conocí a gente con manifestaciones fuertes de la enfermedad y diría que hasta me resulta incómodo decir que yo también la tengo. Si bien el panorama puede cambiar, tengo suerte de estar en este estadío. En mi caso, la esclerosis múltiple se ve muy poco. Tengo claro que puede despertarse en cualquier en momento y que la menopausia suele ser un disparador”, concluyó.