La ex novia embarazada del joven rugbier que el sábado murió atropellado por su última pareja en San Rafael negó hoy ante la Justicia haberle mandado un mensaje de texto a la víctima y haber originado una pelea por ese motivo.
Se trata de Agostina Quiroga (22), quien espera un hijo de Genaro Fortunato (25) y declaró ante la fiscal Andrea Rossi que no tuvo contacto con el deportista esa noche, para lo cual puso a disposición su teléfono celular.
Tras la presentación de Quiroga, su madre, Verónica Arana, dijo a la prensa que su hija, embarazada de cuatro meses, "se presentó ante la fiscal para decir que el sábado a la madrugada no tuvo comunicación alguna con el teléfono de Genaro Fortunato".
La aclaración surgió a raíz de versiones que indicaban que la pelea mantenida por la pareja dentro del bar en el que se encontraban había ocurrido luego de una llamada o mensaje de Agostina hacia el joven rugbier, que jugaba en el club Belgrano.
Ese contacto "nunca existió", aseguró la madre de la joven, que agregó que la última vez que su hija y Genaro habían hablado había sido a fines de agosto.
La mujer reconoció que "Genaro fue el gran amor de la vida" de su hija y contó que estuvieron cinco años de novios, pero no quiso dar más detalles para resguardar la intimidad de su hija, que espera una niña del joven fallecido.
"Es lo único que le va a quedar a mi hija de Genaro, a ella y a los padres de Genaro", dijo compungida la mujer.
El hecho ocurrió el sábado último alrededor de las 6, cuando Genaro y su pareja, Julieta Silva (29), se encontraban en el boliche "La Mona", ubicado en Hipólito Yrigoyen y El Chañaral, en el sur de San Rafael.
Según testigos, el joven mantuvo una discusión en la puerta con la joven, quien luego se retiró y se subió a su auto Fiat Idea.
En ese momento Fortunato se acercó y se puso delante del vehículo de Silva, quien aceleró y lo arrolló.
Según ya determinó la fiscal, Silva recorrió unos 150 metros, luego dio una vuelta en 'U' y regresó, momento en que "le pasó por encima" cuando el muchacho ya se encontraba en el piso.
Esa versión que quedó incorporada a la causa la aportó un cuidacoche que trabajaba a la salida del boliche y que fue quien le hizo señas a la mujer para que detuviera su marcha tras arrollar por primera vez a Fortunato.
Asimismo, la fiscal explicó que tiene "elementos suficientes como para pedir la preventiva de la mujer", a quien le imputó "homicidio doblemente calificado por el vínculo de pareja y su comisión por alevosía", y la envió a la prisión de San Rafael luego de que estuviera internada en un hospital psiquiátrico.