La decisión que tomaron Mauricio Macri y sus principales dirigentes políticos de cerrarle la puerta tanto a nivel nacional como en la provincia de Buenos Aires al Frente Renovador de Sergio Massa genera desencuentros con la UCR, el centenario partido con el cual el Pro trabó una alianza a nivel nacional de cara a las presidenciales.
Si bien el presidente del Comité nacional de la UCR, Ernesto Sanz, coincide con Macri en que es inconveniente incorporar a Massa a la PASO nacional, los radicales creen que en el principal distrito electoral del país, donde vota uno de cada cuatro argentinos, debe trazarse un acuerdo con algún sector del peronismo.
“Está en juego la República y Ernesto sabe perfectamente que necesitamos una herramienta competitiva para poder defenderla”, explicó a este diario Walter Ceballos, uno de los principales armadores políticos que tiene el precandidato presidencial de la UCR.
El conurbano bonaerense, con casi 12 millones de habitantes, es el principal Talón de Aquiles que tiene la estrategia que lidera Macri a nivel nacional y que acompañan el radicalismo de Sanz y la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Sólo en la primera y en la tercera sección electoral de la provincia votan el 66% de los bonaerenses y el 25% de los argentinos.
“En esos distritos están muy asentados los gobiernos municipales -liderados por los llamados barones del conurbano- que condicionan con su apoyo a cualquiera que quiera llegar a la Presidencia”, explica Ceballos.
La UCR elevó una queja formal ante el Pro porque comunicó, sin consultar a sus socios principales dentro de la alianza nacional que debe inscribirse el 10 de junio en la Justicia Electoral nacional, la decisión de no ampliar la alianza al massismo en la provincia de Buenos Aires, lo que dinamitó la posibilidad de que Massa pueda ser candidato a gobernador de toda la oposición, es decir del Frente Renovador, del Pro y de la UCR.
“Veníamos charlando con Emilio Monzó (ministro de Gobierno porteño) y resulta que lo sacan y ponen como nuevo negociador a Jorge Macri (intendente de Vicente López). No podemos enterarnos por los diarios de una cosa así”, dicen en el Comité Nacional de la UCR y aclaran que Federico Storani, el hombre que Sanz designó para armar junto al Pro la provincia de Buenos Aires, luego de varios días no conseguía entrevistarse con el primo del jefe de gobierno porteño.
Además de pretender ampliar hacia el peronismo no oficialista la alianza bonaerense, sobre todo teniendo en cuenta que muchos intendentes del Frente Renovador están alejándose del espacio creado hace sólo dos años por Massa, los radicales creen que el Pro debería aceptar que la candidata a gobernadora bonaerense, la porteñísima vicejefa de Gobierno María Eugenia Vidal, vaya acompañada por alguna figura del partido centenario en la fórmula.
Pero temen que Macri se encierre en los consejos que le da su gurú, el consultor ecuatoriano Jaime Durán Buenos Aires, un hombre que sigue sin estar de acuerdo con la alianza nacional con la UCR que impulsó el desplazado Monzó.
En el Pro, en tanto, fuentes consultadas por este diario aseguraron que la decisión de competir en provincia de Buenos Aires con Vidal sin abrirle el juego del massismo no será revisada.
“Mauricio irá al conurbano tres veces por semana. Ya logró que María Eugenia mida 20 puntos y la intención es acortar diferencias con el kirchnerismo, no ganar en la Provincia porque eso es imposible. La clave es que la distancia no sea tan grande porque así nuestros triunfos seguros en Capital, Córdoba, Santa Fe y Mendoza harán posible un escenario de balotaje”, explicó uno de los armadores de Macri.