Sara Netanyahu, esposa del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, fue acusada de fraude y abuso de confianza junto con otro empleado de la oficina del jefe de Gobierno, anunció hoy el Ministerio de Justicia.
A ambos se los acusa de pedir a domicilio y pagar con dinero público comida en restaurantes de alto nivel por unos 96.000 dólares, pese a que la familia contaba con cocineras empleadas a tiempo completo en su residencia.
Las leyes israelíes prohíben a la residencia del primer ministro encargar comida si tienen a un cocinero empleado allí. Según la acusación, ocultaron ese hecho y habrían incurrido así en una violación de las normas.
El abogado de Sara Netanyahu, de 59 años, rechazó las acusaciones como "absurdas y delirantes" y señaló que es la primera vez en el mundo que la mujer de un primer ministro es acusada por pedir comida para llevar.
Por ello, el Ministerio de Justicia considera que Sara Netanyahu había "abusado de su estatus como esposa del primer ministro". La mujer habría pedido cientos de platos en restaurantes y cargado las cuentas a la oficina del primer ministro. Según publica el diario "Haaretz", lo hizo en restaurantes de alto nivel entre 2010 y 2013.
Mientras, tenía empleadas de cocina en su residencia a tiempo completo, un hecho que ocultaron los dos acusados. El empleado de la oficina de Netanyahu acusado es responsable de la administración de la residencia del primer ministro.
La acusación también sostiene que Sara abusó de fondos públicos al emplear de forma privada a camareros y cocineros.
Los abogados de Netanyahu aseguraron en un escrito que ninguna de las acusaciones se sostiene. "La mujer del primer ministro, que no es empleada pública, no conocía los procedimientos", señala el texto. Además, ella no pidió la comida, sino que lo hizo otro empleado, y era para invitados cuyo agasajo estaba a su vez contemplado en otro presupuesto, aseguran.
Sin embargo, el Ministerio de Justicia alega que Netanyahu había obligado al empleado a suministrarle productos o servicios que sabía que no estaban incluidos en el presupuesto de la oficina del primer ministro. Y el empleado habría accedido a su voluntad.
Así, los acusados habrían eludido las normas que rigen para la administración de los gastos de la residencia para financiar con dinero público y de forma fraudulenta diversos gastos suyos y de miembros de su familia, señala el comunicado del tribunal.
Sara Netanyahu fue interrogada en varias ocasiones por otras sospechas de fraude, que no se mencionan en el comunicado de hoy. Entre otros, se sospecha que pagó a cuidadores para su padre con dinero público, con el que también habría cubierto gastos de la casa privada de la familia en la ciudad costera de Cesarea, como la compra de muebles para el jardín.
Las autoridades de control estatal ya publicaron a comienzos de 2015 un informe muy crítico sobre los altos gastos del primer ministro.
El año pasado, Sara Netanyahu tuvo ya problemas con la Justicia, cuando dos empleadas del hogar la denunciaron por tratarlas mal. La radio israelí habló tras la sentencia de una "atmósfera de miedo" que imperaba en la residencia del primer ministro.
El primer ministro israelí es investigado por corrupción en el marco de casos por supuesta aceptación ilegal de regalos de millonarios, sobornos a un gigante de las telecomunicaciones e intentos de influir ilegalmente en la cobertura mediática. La Policía recomendó acusarlo de soborno y la Fiscalía general debe aún tomar una decisión al respecto.