A pesar de que la tecnología supuestamente ha generado un alivio en la cantidad de horas invertidas, tanto en la actividad laboral como en las tareas en el hogar, no quedan dudas de que la gente tiene cada vez menos tiempo para destinar a la familia.
Al menos eso es lo que surge de lo señalado por especialistas en estudiar ese tipo de fenómenos, en los que surge la discusión también en el sentido de que es el propio interesado el que debe manejar los tiempos de acuerdo con sus necesidades.
Lo señalado viene al caso en razón de que desde las autoridades escolares suele surgir la inquietud en el sentido de que los padres no adoptan el mismo compromiso, tanto en lo que respecta al colegio como al seguimiento en la evolución de los chicos en el plano propio de la enseñanza.
“Los padres no saben cómo andan sus hijos en el colegio”, suele escucharse con asiduidad, mientras otros destacan que aquella costumbre de sentarse con los niños a realizar las tareas se ha perdido en el tiempo. No se trata de aspectos que afecten a la totalidad de los progenitores, pero sí puede asegurarse que alcanza a una gran mayoría.
Es más, algunos llegan a afirmar que los padres suelen utilizar el colegio casi como depósito y que por ese motivo también se molestan cuando, ante una determinada situación, no se produce el dictado de clases.
Es en ese marco que aparece como auspicioso el programa “Piedra Blanca”, que consiste en una plataforma que permite que los padres puedan controlar on line las calificaciones de sus hijos, la asistencia a clases y el programa de estudio, que está siendo implementado en setenta escuelas públicas tucumanas, mientras en Mendoza lo están utilizando sólo algunas instituciones, todas en el ámbito privado.
Según se afirma, la aplicación no requiere un trabajo extra para los docentes (sólo se trata de una capacitación) ni para las autoridades del establecimiento.
“Es una forma de comprometer a los padres con la educación de sus hijos y para ello deben estar informados. Así, este aspecto no se deja sólo en manos de las escuelas sino que de una manera sencilla se hace participar a los progenitores”, se asegura.
Además de la importancia que tiene en el plano esencialmente educativo, es dable destacar que la iniciativa surgió de parte del grupo Core, impulsado por jóvenes mendocinos que llegaron a Tucumán merced a la recomendación del Banco Interamericano de Desarrollo, que elevó una carta de presentación a las autoridades de la provincia norteña, lo que motivó que la aceptación surgiera de inmediato.
Los jóvenes señalaron que Tucumán es una provincia muy abierta a las innovaciones tecnológicas y que hubo muy poca burocracia para llevar adelante el proyecto, agregando que se trató de una experiencia enriquecedora, ya que pudieron contrastar el proyecto con la realidad. La intención de las autoridades tucumanas es extender la aplicación a todos los establecimientos escolares de la provincia.
Es dable señalar también que el proyecto es apoyado por el gigante Microsoft, que abrió un programa para desarrollar Pizarra Blanca, destacando además que todas las escuelas que utilicen el mismo tendrán licencia gratuita de la empresa internacional.
El programa Core es un ejemplo de la aplicación de la tecnología en un plano importante, como es la participación de los padres en la educación de sus hijos.
En la provincia, se indicó, la Dirección General de Escuelas ya cuenta con una plataforma on line para uso exclusivo de los docentes que les permite acceder a contenidos y capacitaciones.
Resultaría importante que se amplíe esa tecnología para que los padres puedan conocer las actividades que desarrollan sus hijos en el ámbito escolar y su rendimiento académico, como ya están utilizando también algunos institutos privados, porque la participación y el conocimiento de lo que sucede con los chicos también generan compromiso.
