Desde hace años la política viene diciendo que la educación es la herramienta que puede igualar a los ciudadanos con distintas posibilidades económicas y culturales para que tengan las mismas posibilidades de desarrollo frente a un mercado laboral en cambio permanente y a un mundo complejo. Nada más lejos.
Los resultados de las pruebas Aprender 2018 (son los últimos) muestran muy bien las diferencias de académicas según sectores económicos y los distintos desempeños entre educación pública y privada.
En lengua, el 61,2% de los alumnos del sector estatal del nivel socioeconómico bajo, obtuvo desempeño satisfactorio/avanzado frente al 85,3% de los estudiantes del nivel socioeconómico alto.
Los números confirman también que el porcentaje de alumnos que obtienen un desempeño por debajo del nivel básico son mayores en el nivel socioeconómico bajo. El 10,6% de los alumnos con menos recursos quedó en esa categoría de desempeño frente al 6,5% del nivel medio y el 3,9% del alto.
Hasta aquí estamos hablando de sectores altos y bajos de alumnos en la escuela pública, veamos ahora qué sucede con los mismos sectores pero en la escuela privada, también en lengua.
El 73,1% de los alumnos del nivel socioeconómico bajo alcanzó niveles de desempeño satisfactorio/avanzado, frente al 91,4 del medio y al 94,9% del alto. Los que obtienen conocimientos por debajo del nivel básico en el nivel socioeconómico bajo llegan al 5,5%, frente al 1,4% en el medio y al 0,9% en el alto.
En matemáticas las cosas se complican más. Entre los estudiantes de las escuelas estatales del nivel socioeconómico bajo, el 39,5% obtuvo un desempeño satisfactorio/avanzado frente al 54,5% del medio y al 68,6% del alto. Mientras que el 30,1% del nivel socioeconómico bajo obtuvo resultados por debajo del nivel básico frente al 19,4% del medio y 13,9 del alto.
Así también, el 58,3% del nivel socioeconómico bajo del sector privado obtuvo resultados satisfactorio/avanzado frente al 74,7% del medio y al 85,4% del alto. Y el 15,9% de los alumnos del nivel socioeconómico bajo obtuvieron un desempeño por debajo del nivel básico en matemáticas, frente al 8,7% del medio y al 5% del alto.
Las diferencias son crudas, vemos que en matemáticas tienen menos conocimientos básicos el doble de los chicos del nivel socioeconómico bajo que va a la escuela pública (30,1%) frente al mismo nivel social de la escuela privada (15,9%).
Además, el porcentaje de chicos con conocimientos por debajo al nivel básico del sector bajo es 25 puntos mayor al de los del nivel alto.
También en adquisición de conocimientos las diferencias son enormes. Entre los estudiantes que obtienen conocimientos satisfactorios/avanzados en lengua del nivel socioeconómico bajo de la escuela pública, hay 11,9 puntos de diferencia en los resultados a favor de los del mismo nivel socioeconómico de las escuelas privadas y 33,7 puntos si los comparamos con los del nivel socioeconómico alto de las escuelas privadas.
En matemática el resultado es más complejo, entre estudiantes que logran conocimientos satisfactorios/avanzados del nivel socioeconómico bajo de la escuela estatal, hay 18,8 puntos a favor de los alumnos del mismo nivel socioeconómico de la escuela privada y 45,9 puntos si los comparamos con los del nivel socioeconómico alto de la escuela privada.
Los de menos ingresos seguirán con problemas con los textos, la escritura y también con los números y las matemáticas, y así se complicará su inserción laboral.
Para tener claro las brechas entre la calidad de la educación, es clave saber de qué hablamos cuando hablamos de un sector alto, medio y bajo. La encuesta no lo explica pero desde la Consultora W, afirman que hoy en Argentina son de clase alta las personas o familias que tienen un ingreso mensual de $ 240.000, de clase media las que logran $ 80 mil, de clase media baja las que perciben $ 40 mil, de clase baja las familias cuyo ingreso oscila entre $ 40 mil y $ 26.400 y de clase baja inferior los que están por debajo de la línea de pobreza, es decir que perciben menos de $ 26.400.
Es importante también ver los números que están relacionados con los salarios y los costos de la educación privada, siendo esta la que exhibe mejores resultados. Se calcula que el salario promedio en Mendoza está cerca de los $ 26.700 de bolsillo ($ 215 más que la Canasta Básica Total que marca la línea de pobreza). Dentro de las escuelas privadas con ayuda estatal, hay cuotas que van desde los $ 1.600 a los $ 2.600 en primaria y en secundaria desde los $ 2.000 hasta los $ 3.600. Las combinaciones son varias pero un padre de familia, cuya esposa no trabaje, debería destinar entre $ 3.200 y $ 7.200 para educación si envía a dos hijos a una escuela privada con ayuda estatal. Es decir, entre el 12 y el 27% de su ingreso. Las cosas cambian mucho si pensamos en los colegios privados más caros sin ayuda estatal de Mendoza cuya cuota llega a los $ 15 mil en la escuela primaria y puede alcanzar los $ 20 mil en secundaria.
Ahora bien, vemos que las familias de clase media que perciben por lo menos $ 80 mil por mes deben destinar el 38% de su ingreso para la educación primaria en los colegios privados más caros sin ayuda estatal, y llega al 50% si van a secundaria, difícil. Oscila entre el 4 y el 9% del ingreso si lo envían a un privado con ayuda estatal.
El porcentaje llega al 12,5% del ingreso si tomamos los $ 240.000 que perciben los de clase alta que manden a la primaria a uno de los colegios privados más caros y sube al 16,6% si van al secundario.
Se confirma entonces que las familias y personas con más ingresos, podrán enviar a sus hijos a mejores colegios para que tengan educación de calidad, según muestran los resultados de la prueba Aprender. Lo complejo es que sólo el 5% de la población es de clase alta, el 17% de clase media, el 28% de clase media baja, el 17% de clase baja y el 33% de baja inferior o pobre.
Para colmo el presupuesto de la Dirección General de Escuelas viene cambiando, en 2017 representaba el 38% del presupuesto provincial, el año pasado bajó al 33% y este año al 28% de los gastos totales del Estado. Como vemos, las desigualdades de cuna siguen y se mantendrán.