La escuela del Bocha

Ricardo Enrique Bochini pasó por la provincia de Mendoza y Más Deportes tuvo la posibilidad de hablar con él. Un repaso imperdible de su carrera y sus mejores momentos.

La escuela del Bocha

David lo mira desde un sillón cercano, sin poder dar crédito a lo que ven sus ojos. Hincha fanático del Rojo de Avellaneda, se ve sorprendido ante el “10” más grande de la historia de ese club. Aparece unos minutos después de la hora pactada, pantalones jeans impecables, camisa y saco. La postal es lejana a aquella que supo regalar entre 1972 y 1991, cuando desparramaba rivales con una facilidad que asombraba.

Ganador por naturaleza, durante su carrera el club obtuvo, entre otros grandes títulos, 5 Copas Libertadores. ¡Si hasta un tal Diego Armando Maradona lo tenía como máximo ídolo por aquellos años! Y David lo mira, mudo, sin nada inteligente que se le ocurra. Enfrente tiene a Ricardo Enrique Bochini, el “Bocha”, el de las hazañas inolvidables, y por eso no quiere romper ese momento mágico.

Invitado a la provincia para una cena homenaje que se realizó el pasado viernes por la noche la Peña Roja de Mendoza, Bochini, quien integró el plantel que obtuvo la Copa del Mundo de 1986, se prestó a una charla sobre la actualidad futbolera del país y el presente de su Independiente, ese que, según él, ha sido “toda su vida”.

-¿Cómo es la vida de Ricardo Bochini hoy?

-Vine a Mendoza porque me invitó la gente de la peña de Independiente para una cena que ellos hacen y es un poco lo que estoy haciendo; vengo muy seguido al interior del país cuando las peñas hacen sus fiestas. También estoy trabajando en el club, viendo chicos de inferiores, donde ahora se prueban los chicos.

Todo lo que he visto durante el año ahora lo llevamos Villa Domínico. El año que viene, durante enero y febrero, los vamos a probar para ver si alguno puede integrar las divisiones inferiores.

-¿Cómo está hoy el club?

- Está mejorando muchísimo. El club estaba muy mal. Irse al Nacional B ya es un hecho que hasta ese momento era impensado. Se hicieron las cosas muy mal en los últimos años, algunos dirigentes no estuvieron a la altura. Esa gente fue nefasta. En un momento yo decía que Comparada no podía estar y la gente lo votaba igual. Ahora se dieron cuenta y Comparada ya no puede ir a la cancha de Independiente.

Cantero también hizo las cosas muy mal. Moyano, con toda esta gente que quiere al club, llegó a trabajar para ver si lo puede levantar y no para un provecho personal, lo están manejando mejor. Preocupa desde lo futbolístico porque Independiente no puede ganar nada. Creo que ahora la Comisión Directiva deberá pensar cada refuerzo que va a traer para la próxima temporada.

- ¿Cuándo era más difícil la Copa Libertadores, antes o ahora?

-El que piensa un poquito se da cuenta que no se puede ni comparar. Antes si enfrentabas a un equipo brasileño, un equipo chileno o uno uruguayo, tenía seis o siete jugadores de sus respectivas selecciones. Hoy no hay ninguno. Ahora para armar la selección hay que traer jugadores de Europa.

Argentina fue campeón del mundo en el '78 con todos jugadores de acá y en el '86 fuimos a México quince o dieciséis jugadores que estábamos acá en el país. No se puede ni comparar. Hoy  la final de la Sudamericana es entre Independiente Santa Fe y Huracán. Está bien que es una copa distinta a la Libertadores, pero antes la jerarquía de los jugadores era tremenda.

-¿Se piensa menos ahora y se corre más en el fútbol argentino?

-No, creo que es al revés. Ahora se corre menos. De noventa minutos, la pelota está dentro del campo de juego apenas unos quince minutos por tiempo. Antes, la pelota no iba afuera. Era ida y vuelta y los dos equipos queríamos ganar. Íbamos a buscar el resultado sin hacer tiempo, haciendo más goles que el rival, tratando de hacer un buen espectáculo para la gente. Ahora, para sacar un lateral tardan una barbaridad, igual con los tiros libres. Se corta el juego constantemente. En Europa se corre y se hace ida y vuelta.

-Hablando de Europa, hablemos de los jugadores nacionales y la selección…

-En el último mundial tuvo mala suerte la Selección Argentina. Si es verdad que en la Copa América le faltó arriesgar más, porque siempre estamos jugando con los tres números 5 y nunca ponemos un volante con otras características. En el Mundial, si bien llegamos a la final, en los últimos cuatro partidos hicimos solo dos goles. No era un equipo demasiado superior a los rivales y eso nos costó el título.

-Es uno de los 44 jugadores argentinos que ganó un Mundial con la selección nacional, ¿qué recuerdos tiene de México '86?

-Miles, pero no solo de los partidos, sino también de los entrenamientos, donde hacíamos partidos de ida y vuelta donde los titulares queríamos ganarle a los suplentes y a veces lo conseguíamos. Éramos 22 jugadores que estábamos en nuestro mejor momento y cualquiera podía jugar. Los titulares ganaban y jugaban bien y los suplentes queríamos que Argentina fuera campeón del mundo porque éramos varios los jugadores que habíamos ganado todo y solo nos faltaba un Mundial.

-¿Un momento en su carrera deportiva?

-Muchos. Siempre jugué con jugadores de mucha jerarquía. Cuando arranque ganamos cuatro Copas Libertadores seguidas. Estaban Santoro, López, Pavoni, Commisso, Raymondo, Pancho Sá, Balbuena, Galván, Maglioni, Bertoni y yo, que fue cuando ganamos la Copa en Italia.

Después esos jugadores se comenzaron a ir y llegaron otros. Ganamos el campeonato en Córdoba, ante Talleres, con ocho jugadores; le ganamos una final con dos goles míos a River, que tenía cinco jugadores campeones del mundo. Después llegaron Marangoni, Giusti, Burruchaga, Clausen y ese fue uno de los mejores equipos que integré.

-¿Nunca lo atrapó del todo la carrera de técnico?

-No, porque uno tiene que tener pasión como por jugar. Y yo no tenía pasión por dirigir.

-¿Qué opinión le merece lo sucedido en la AFA?

-Me parece que es algo nunca visto. Hay 75 para votar y aparece un voto más. Lo tendrían que haber aclarado en el momento. No sé cómo pueden ir dos votos pegados. Es una cosa que solo acá puede pasar. Sin embargo no se puede culpar a nadie y ahora habrá que esperar una nueva elección y uno de los dos va a ganar.

De vez en cuando, el Bocha mira a ese muchacho que está sentado frente a él. Ya parece haberse dado cuenta de su emoción y su fanatismo por uno de los dos clubes que dividen Avellaneda por la mitad. Le sucede a menudo, cuando se da cuenta que alguien quiere saludarlo pero no se anima.

-¿Qué siente Bochini ante este tipo de homenajes?

-A veces siento mucho orgullo de haber podido jugar en un club como Independiente, pero también uno a veces siente que las Comisiones Directivas que vinieron después de que uno dejó de jugar no le dieron lo que uno hizo por el club. Siempre lo dije, me hubiese gustado colaborar más con el club en la parte profesional, donde a uno lo consulten para traer jugadores, para armar equipos. Muchas veces siento nostalgia de lo que viví, sobre todo cuando veo que Independiente no está a la altura de aquellos grandes equipos de antaño.

-¿Suele mirar videos suyos?

-Lo que pasa es que uno a veces dice ¿habré hecho tanto para que la gente me quiera así? Y uno piensa en lo que es hoy Independiente, en lo que ganamos nosotros, y ahí uno se da cuenta. Porque es muy difícil ganar un campeonato local, una copa Libertadores y nosotros ganamos cuatro consecutivas. Hoy Independiente no puede ganar un título local o pelearlo. Entonces, fue importante lo que hicimos y la gente me lo hace saber. Me retiré en el '91, han pasado 24 años y la gente se sigue acordando. Quiere decir que fue muy importante.

-¿Quién es el Rey de Copas: Independiente o Boca?

-(Ríe) Los de Boca van a decir que es Boca y los de Independiente vamos a decir que es Independiente. Los que tienen que hablar son los imparciales: los de River, los de Racing, San Lorenzo. Yo creo que Independiente es el Rey de Copas de la Libertadores. De la Intercontinental, creo que Boca ganó una más. Después, las otras copas son buenas copas, pero se han agregado otras que antes no habían. En aquel tiempo, si las hubiéramos jugado, tendríamos más títulos internacionales, sin lugar a dudas.

Punto final para las preguntas. Es tiempo de que el Bocha, Ricardo Enrique Bochini, uno de los mejores jugadores que piso este bendito suelo argentino, decida saludar a ese muchacho del interior que parece paralizado. Le pasa a menudo, el hincha a diario le devuelve con cariño tantas tardes de magia. Incluso yo me permito la emoción de algunas lágrimas.

Sobre el clásico de hoy

-Es un fin de semana especial,  se juega el clásico e Independiente sabe que deberá hacer el gasto para poder dar vuelta una historia que viene complicada (NdR: perdió 2-0 como local en la ida)…

-Todos sabemos que se puso difícil la serie. Independiente pensaba que como local podía sacar un resultado positivo y pasó exactamente lo contrario. Ahora la obligación es nuestra. Tal vez se deberá jugar el mejor partido del año para poder dar vuelta el resultado. Ojalá se pueda igualar la serie e ir a los penales o darlo vuelta, aunque creo que eso es más difícil.

Si creo que una diferencia de dos goles se puede remontar y ahí ya la definición se daría mediante penales. Sería muy bueno para Independiente volver a jugar la Copa Libertadores. El otro día, en el juego de ida, faltó Méndez y fue fundamental para que no se le pudiera ganar a Racing. Con Méndez le podría haber ganado. Ahora en la revancha, estoy convencido que Independiente va a hacer un mejor partido porque vuelve Méndez.

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