La prioridad del gobierno interino de Brasil es dar un nuevo rumbo a la golpeada economía. Y no tardó ni un día en anunciar que tomará medidas duras, inclusive impopulares para “salvar” al país.
En una conferencia de prensa, Henrique Meirelles, designado como jefe de la cartera económica por Michel Temer, advirtió que deberá reducir el gasto público, reformar la Seguridad social y la edad de la jubilación, con la meta de recuperar la mayor economía sudamericana.
Meirelles asumió el jueves el gobierno después de que el Senado apartara del cargo a la presidenta de izquierda Dilma Rousseff para juzgarla por supuesto desvío de fondos en las cuentas públicas, durante un máximo de seis meses.
Su objetivo es dar un “cambio en el itinerario de la economía”, que en 2015 cayó 3,8% y enfrenta una inflación cercana a los dos dígitos y el mayor desempleo desde 2012.
“Creo que la sociedad brasileña es lo suficientemente madura como para saber aceptar medidas de ajuste importantes; lo que sí está claro es que no podemos continuar como hasta ahora”, aseguró.
No es la primera vez que Meirelles, conocido como ortodoxo liberal, es convocado para rescatar la economía del gigante brasileño. Fue presidente del Banco Central en el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-10), en medio de un escenario también crítico de la economía.
Los mercados, que destacan cómo Meirelles supo en ese entonces dar con la receta justa, hoy muestran “escepticismo y cautela” con el gobierno Temer, explicó Ignacio Crespo, analista de macroeconomía en la consultora Guide Investimentos de Sao Paulo. “Antes de que las cosas mejoren pueden seguir empeorando: los datos fiscales van a continuar malos, el crédito con altas tasas de incumplimiento en los pagos, el desempleo aumentando”, alertó.
Programas sociales
Meirelles presentó ayer lineamientos generales de lo que será su gestión, sin precisar medidas concretas o dar proyecciones de cifras.
Pero varios analistas advierten que será difícil llevar a cabo medidas “duras” sin que esto provoque manifestaciones. Sobre todo, muchos de los que votaron al PT suscriben la postura de Dilma Rousseff de que el proceso de destitución es un “golpe de estado moderno”.
En todo caso, en su primera conferencia de prensa al frente de la cartera, Meirelles aseguró que no le preocupa que los eventuales anuncios provoquen manifestaciones de repudio.
Los ajustes incluirán principalmente recortes y la definición de un techo para el gasto público y una reforma en la seguridad social y las leyes de trabajo. Pero garantizó que los programas sociales bandera del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), serán mantenidos. “Si vemos el cuadro general de los gastos del gobierno, los programas sociales representan una porción menor”, explicó.
“La prioridad ahora es controlar el gasto público”, señaló, tras asegurar que el aumento de la deuda pública -que alcanzó 66,2% del PBI en 2015, casi diez puntos más que el año anterior- es “insostenible”.
Rousseff intentó sin éxito impulsar en su segundo gobierno un plan de ajuste para poner orden en las cuentas públicas pero chocó con el Congreso en rebeldía que terminó aprobando su juicio político.
Pensión sostenible
El ministro defendió imponer una edad mínima para la jubilación, que actualmente se solicita a través de un sistema que considera la sumatoria de los años de trabajo con la edad.
En una entrevista con la televisión Globo, dijo que el déficit en las cuentas públicas este año será superior a los 96.600 millones de reales (U$S 27.500 millones) previstos por el anterior gobierno.
“Estamos en este momento evaluando esas cuentas, porque existe algo que ya es claro. Esos 96.000 millones son un número elevadísimo, mucho mayor al que se preveía antes, pero todo indica que el número será mayor”, dijo.
Meirelles ha dicho que no quiere apresurarse en el anuncio de medidas para no tener que volver luego atrás. El gobierno al que pertenece es interino y durará el tiempo que lleve el juicio contra Rousseff.
Si la mandataria es destituida, Temer terminaría el mandato hasta 2018.
¿Dará tiempo? “El proceso de recuperación económica es inevitable en la medida que se tomen las medidas correctas”, aseguró.
"No voy a poder hacer milagros en dos años"
“No voy a poder hacer milagros en dos años”. Con esta frase, el flamante presidente interino de Brasil, Michel Temer, mostró ayer su voluntad de permanecer en el poder hasta fines de 2018, cuando termina el mandato de la suspendida Dilma Rousseff.
“Estoy acostumbrado a la presión, a situaciones difíciles, a las crisis. Trabajaré de domingo a domingo, de día y de noche, para cumplir las expectativas del pueblo brasileño”, dijo Temer en su primera entrevista tras asumir, con la revista Época.
“Con la ayuda de todos, quiero encarrilar este país en estos dos años y siete meses”, añadió. “Quiero que al dejar la presidencia, me miren y por lo menos digan ‘Este tipo ordenó el país’”.
El retorno de la suspendida Rousseff a la jefatura de Estado parece poco probable, ya que 55 senadores votaron el jueves por someterla a un procedimiento de destitución, o sea un voto más del necesario para destituirla de manera definitiva (dos tercios de los 81 senadores), en el caso que se la encuentre culpable en el juicio.
Temer, del gran partido de centro PMDB, fue el vicepresidente y aliado de Rousseff durante cinco años y medio, pero en marzo se declaró en rebeldía. Rousseff le acusa de ser el “jefe conspirador” de un golpe en su contra.
Críticas porque entre 24 ministros no hay mujeres
El jefe de ministros del gobierno de Brasil, Eliseu Padilha, admitió ayer la falta de mujeres en la administración interina y explicó que se debe a que los partidos que integran el gabinete del presidente en ejercicio Michel Temer, sólo presentaron nombre de hombres para los más altos cargos del Poder Ejecutivo, y hubo poco tiempo.
Temer fue criticado por no incluir a mujeres en los 24 ministerios anunciados el jueves y ayer, sobre todo teniendo en cuenta que había 7 ministras en el Gabinete de la suspendida mandataria Dilma Rousseff. “Tuvimos un espacio reducido de tiempo, intentamos encontrar mujeres pero tiene que ver con los nombres que sugieren los partidos de la coalición” que respalda a Temer.
Padilha dijo que habrá mujeres en las nuevas secretarías que perdieron estatus de ministerio, como Derechos Humanos, Igualdad Racial y Mujeres, absorbidas ahora por el Ministerio de Justicia. Además, fue eliminado el Ministerio de Cultura, que se integró con Educación. Desde la gestión del presidente de facto general Ernesto Geisel, en el período 1974-1979 de la dictadura militar que no había un Gabinete sin mujeres en Brasil.
La esposa del jefe de Gabinete de Temer fue blanco de una polémica ayer porque en su Twitter publicó un tuit que decía; “Es absurdo cuestionar la falta de mujeres, dentro de poco pedirán por indígenas y gays”. Télam