Cuesta 2.000 dólares, su lanzamiento fue postergado por roturas durante los testeos y, sin embargo, es un éxito de ventas. El primer teléfono con pantalla plegable de Samsung ya movió 500.000 unidades en pocas semanas y tiene contrincantes: Huawei lanzará el suyo este mes, Lenovo hará lo mismo con el retorno del Moto Razr "con tapita", Xiaomi avanza con un prototipo similar, TCL experimenta con uno que se dobla como mapa y Sony apuesta por otro enrollable.
Samsung Galaxy Fold es el único smartphone en el mundo con la pantalla Infinity Flex plegable, tiene seis cámaras de calidad profesional para capturar fotos y videos desde cualquier ángulo. Su pantalla Amoled dinámica de 7,3 pulgadas se puede utilizar con una sola mano y permite abrir tres aplicaciones a la vez para experimentar el multitasking.
Con el diario del lunes, la empresa surcoreana resalta el éxito -estima seis millones de equipos vendidos cuando arriben los siguientes modelos-, pero no olvida que la postergación en su lanzamiento a septiembre revivió los fantasmas del fallido Note 7. Es que quienes probaron el equipo no lo entendieron. Incluso algunos lo terminaron rompiendo, debido a las delicadas características.
Cuando se presentó físicamente en febrero, el Galaxy Fold llegó a manos de algunos periodistas para realizar las primeras impresiones. Steve Kovach, editor de tecnología en CNBC, subió un video en el que mostró un parpadeo impensado en la pantalla del plegable. Otro extraño caso fue reportado por Dieter Bohn, de The Verge, quien compartió una imagen en la que se ve una protuberancia en la bisagra del móvil. A su vez, Mark Gurman, editor de Bloomberg, fue aún más lejos y retiró lo que consideraba un plástico protector: era la pantalla y dejó de funcionar el smartphone.
Entre las mejoras definitivas, los bordes de la película protectora de polímero que solía haber alrededor de la pantalla del Fold fueron extendidos, por lo que ahora descansan bajo los biseles del teléfono, evitando así la "tentación" de retirarlos con el dedo. Además, el celular añadió una placa de acero detrás de la pantalla flexible para asegurar la rigidez. Pero le durará poco la unicidad en el mercado.
Huawei, que recientemente fue víctima del bloqueo del gobierno de Donald Trump, estrenará su Mate X el 15 de noviembre. El segundo plegable del mercado tiene una pequeña diferencia: a diferencia del Galaxy Fold con dos pantallas, el Mate X sólo tiene una. Se dobla hacia afuera, por lo que al estar plegado tanto la parte delantera como la trasera son pantallas. Alcanza las 8 pulgadas totales, un récord que se traslada a su precio: 2.400 dólares.
El gigante chino, uno de los más celebrados en relación a calidad-precio, la tiene difícil. Es que dos días antes del lanzamiento de su plegable, Lenovo mostrará el nuevo equipo que recicla la icónica marca Moto Razr. Su diseño podría dar la sorpresa: la bisagra va en sentido contrario, es decir, cuando está abierto tiene un tamaño normal (con una pantalla de 6,2 pulgadas) y se cierra para hacerlo más compacto en el bolsillo. Como el de "tapita" original de 2004. El precio rondaría los 1.500 dólares, más bajo que sus dos rivales.
El del Razr es un prototipo similar al que ya trabaja Samsung. Esta semana trascendió un concepto del sucesor del Galaxy Fold, pero que se abre y cierra en formato "tapita", incluso adaptando el video que se esté viendo. "Cada factor innovador requiere de una experiencia de usuario igualmente innovadora. Este formato nos permitirá explorar diseños que ocupen poco espacio en el bolsillo", dijo Hyesoon Jeong, responsable de Desarrollo e Investigación de Samsung.
Xiaomi, el fabricante de celulares que le sigue en ventas a Samsung, Apple y Huawei, también mostró un prototipo de plegable en la última feria CES. FlexiPai, como lo bautizaron, goza de un diseño envidiable: parece una tablet pero se pliega en los laterales para reducir la superficie al tamaño de un smartphone.
Mientras tanto, la apuesta de Sony es más osada. Se trata de un teléfono que incluye una pantalla táctil y flexible que sería capaz de enrollarse como un pergamino, algo en lo que Samsung estaba trabajando desde 2016 pero que dejó en “stand by” para ser pionero con su Galaxy Fold.
Por último, TCL experimenta con una pantalla abierta de 10 pulgadas, pero que puede mutar a un tríptico por una doble bisagra.