Sociedad
Para este miércoles se espera “tiempo bueno” en Mendoza: cuál será la máxima
hace 9 horas
Virginia (22) es la hija de Marcela Moyano e hijastra de Hernán Rodríguez, uno de los sumbarinistas mendocinos extraviados en el sumbarino ARA San Juan desde hace poco más de 3 meses.
En el medio de la angustiante espera y búsqueda, la joven -que estudia la licenciatura en Fonoaudilogía y vive en Mar del Plata junto a su familia- le dedicó unas líneas a Hernán, con quien también vivía hasta que partió el último viaje del submarino.
"Pensamos en vos todos los días, por acá no se deja de rezar y pedir por vos y tus compañeros, por acá no se pierde la fe", resume la joven en su emotiva carta denominada "Hernán te esperamos", y agrega: "Nos quieren parar, nos quieren tumbar, pero somos infatigables. El ser humano es capaz de hacer de todo para no perder lo que ama y es lo que hacemos, luchamos contra viento y marea. Marchamos, hacemos flamear banderas y hoy más que nunca volvemos a poner el grito en el cielo, por vos, porque sabemos que harías lo mismo por nosotros, porque somos familia, y eso es lo que hace una familia que se ama, luchar por los suyos".
Fue Marcela quien hizo pública la carta, que va acompañada de una foto de Rodríguez parado y sonriendo en medio de la nieve durante una de sus misiones. "Con amor. Hasta encontrarte", concluye Virginia, siempre con la esperanza como estandarte.
La carta completa:
Hernán Rodríguez: Hace tres meses el tiempo se detuvo, después de una llamada nuestro mundo quedó patas para arriba. Tu desaparición es la oscuridad más intensa, en esa oscuridad de un inmenso mar te buscamos, te esperamos días y noches en pasillos y sillones de un edificio más sombrío aún, entre el silencio de los que apuestan al olvido, entre los ojos brillosos de las demás familias que también esperan, en esa oscuridad te buscamos, entre desleales y mequetrefes uniformados, entre la ineficiencia e ineptitud de quienes tienen el poder.
Nos reconfortamos viéndote en los sueños, a veces caemos y lloramos, otras veces se nos infla el pecho de odio contra todos los cómplices y responsables de tu desaparición. Pensamos en vos todos los días, por acá no se deja de rezar y pedir por vos y tus compañeros, por acá no se pierde la fe.
Nos quieren parar, nos quieren tumbar, pero somos infatigables. El ser humano es capaz de hacer de todo para no perder lo que ama y es lo que hacemos, luchamos contra viento y marea. Marchamos, hacemos flamear banderas y hoy más que nunca volvemos a poner el grito en el cielo, por vos, porque sabemos que harías lo mismo por nosotros, porque somos familia, y eso es lo que hace una familia que se ama, luchar por los suyos.
Con amor. Hasta encontrarte.
