La economía de Mendoza creció 2,8% durante el año pasado, un número cercano a su promedio histórico, según afirman los investigadores Gustavo Reyes y Jorge Day del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea, quienes presentarán hoy en el Hyatt el Informe Anual 2017 Perspectivas 2018 de la Economía de Mendoza.
El número es apenas 0,2 menor al que difundió el Ministerio de Economía, Infraestructura y Vivienda cuando presentó en un informe en Senadores el mes pasado y señaló que la economía local había crecido 3% el año pasado. El crecimiento local fue similar al que registró la economía nacional.
La producción provincial en 2017 ascendió a los U$S 18.760 millones, mientras que en términos per cápita, el nivel de ingreso promedio de cada mendocino alcanzó aproximadamente los U$S 10.000 anuales. Destacan que después de un 2016 recesivo es una buena noticia que se haya vuelto a crecer. Recordemos que en 2016 la economía local se contrajo 4 puntos, según el Ieral.
Agregan que los salarios recuperaron poder adquisitivo, pero advierten problemas en la generación de empleo.
Para 2018 esperan que la inflación baje gradualmente, que la economía siga creciendo a un ritmo más lento que el del año pasado.
El contexto externo durante el 2017 estuvo beneficiado por una mejora en la gran mayoría de las economías que compran productos locales.
Concretamente, creció más Brasil, EEUU y Chile. El sector financiero ayudó a la reactivación ya que se registró un verdadero “boom” en los préstamos al sector privado.
Destacan que aquellos sectores que más aportan al PBG provincial (Petróleo, Comercio -excluido venta de autos y combustibles- e Industria) cayeron y los que crecieron fuertemente como la venta de autos y la construcción, tienen menor peso en la economía.
Acelerar la expansión
Reyes y Day sostienen que para recuperar el terreno perdido en los últimos años, la economía necesitaría expandirse a un ritmo sustancialmente más alto para recuperar los últimos años de tendencia declinante. Destacan en su informe que “un simple ejercicio puede ser útil para dimensionar este último punto: si la economía de Mendoza mantuviese el ritmo de crecimiento experimentado en 2017, le llevaría 47 años poder duplicar su nivel de ingreso per cápita, en cambio de volver a la tendencia de expansión registrada entre los años 2005/2012, sólo necesitaría 29 años. Poder retomar esta última tendencia claramente sería muy importante, ya que permitiría que los mendocinos nacidos en los últimos años quizás puedan ver triplicar sus niveles de ingreso promedio a lo largo de su vida”.
Exportaciones
Consideradas para los investigadores las exportaciones como uno de los motores de la economía local, señalan que la buena dinámica de la economía mundial en general y de los países comercialmente socios de Mendoza en particular durante 2017, permitieron que los precios internacionales promedio de los envíos mendocinos se recuperaran de la caída que habían sufrido en 2015 y 2016. Pero, a pesar de esto y de la recuperación de los precios, las exportaciones de la provincia registraron una caída del 1% respecto a 2017 en dólares y más del 20% en términos de poder de compra doméstico.
Reyes y Day ven inconvenientes en el mercado laboral mendocino y entre los aspectos principales destacan tres puntos importantes: problemas en la generación de empleo, aumento de la informalidad y bajo porcentaje de la fuerza laboral (oferta de trabajo). Sí ponderan la mejora del poder adquisitivo de los salarios durante 2017.
Afirman que “los problemas de creación de empleo que tuvo la economía provincial durante 2017 fueron importantes ya que en un año donde la producción se expandió, el nivel de empleo total se contrajo. El empleo formal, si bien creció en términos anuales, lo hizo en función del nivel que tuvo luego de la contracción del 2016”. Para los economistas, “tomando como punto de partida el cuarto trimestre del 2016, el nivel de empleo casi no cambió a lo largo de 2017”.
Presión impositiva
Más allá de las bajas impositivas que ha llevado a cabo el Gobierno provincial, los investigadores del Ieral afirman que es heterogénea. Los investigadores hacen referencia a la presión impositiva “pagada” y afirman que en el principal impuesto cobrado por la provincia, el pago de Ingresos Brutos como porcentaje del tamaño de la economía, permaneció prácticamente constante pero subió en el caso de los impuestos a los Sellos y Automotores (en los que calculan que impactaron las buenas ventas de autos y los préstamos prendarios). Señalan también que en el caso del impuesto Inmobiliario, la presión se redujo levemente.
Gasto y obra pública
El impulso de la Obra Pública superó ampliamente el promedio de aumento de gastos. Las erogaciones de personal que constituyen el ítem de mayor peso en el presupuesto, se mantuvieron en línea con la inflación.
El fuerte impulso que tuvo en 2017 continuará en 2018, y los Gastos de Capital pasarían del 6,5% del año pasado a casi el 10% a través de la ejecución de más de 72 obras en 2018. Afirman además en el informe que el déficit fiscal continuará cayendo.
A debatir sobre las obras públicas y su capacidad de impacto
Los economistas del Ieral abren un interesante debate al señalar en su informe que desde hace muchas décadas, la evaluación y cuantificación del impacto económico y social de los proyectos públicos no se realiza o al menos no se la conoce públicamente.
“Dadas las múltiples necesidades y urgencias de índole social, económica y de infraestructura que tiene Mendoza, es imprescindible que, en todos los proyectos públicos, se evalúe cuantitativamente su rentabilidad económica y social de forma tal de poder ranquear los mismos y elegir los de mayor impacto para la sociedad”.
Agregan que en Chile, desde hace 40 años, el Sistema de Inversiones Nacionales dependiente del Ministerio de Planificación se encarga de esto y elige los de mayor impacto para la sociedad.
Del total de proyectos presentados, luego de ser evaluados y ranquearlos por la conveniencia económica y social, se ejecutan sólo el 27% de los presentados. “Esta selección de los mejores proyectos permite darle, no sólo mayor transparencia al proceso decisorio, sino también prioridad a los programas con más alto impacto para la sociedad y poder financiar mayor cantidad”.