Esta semana se comenzaron a vivir muchas de las expectativas que se habían imaginado como inevitables en los procesos electorales de Argentina. Dado que el nuestro es un país donde la clase política no es seria, siempre existe el temor que un cambio de signo político en el gobierno implique una marcha atrás y cambio brusco en las reglas de juego. Argentina es previsible por lo imprevisible de su clase política y muchas personas vieron dañados sus patrimonios en el pasado por creer que las reglas básicas no se cambiarían.
El temor estaba centrado en la dolarización de las carteras, pero en realidad este proceso ya se viene dando desde el año pasado. Pero dadas las altas tasas de interés y una expectativa de baja en las tasas de EE.UU., se facilitó el negocio denominado “carry trade”, que consiste en la llegada de capitales especulativos, que venden dólares y hacen bajar su precio, se hace pesos y los colocan a altas tasas de interés y en el momento adecuado se retiran, demandan dólares, haciendo subir su precio y en medio se van con ganancias en dólares superiores al 15% anual.
El momento de retiro fue a partir del 11 de Julio, ya que muchos pensaron que no era conveniente hacer colocaciones a 30 días que vencerían el día después de las PASO. Si bien estas elecciones no definen, ni habrá un nuevo gobierno antes del 10 de diciembre, los inversores temen movimientos de mercados donde los inversores profesionales intentan adelantarse a los hechos y provocan movimientos acelerados, pero antes de tiempo.
Ya la semana pasado hubo un repunte repentino demasiado rápido y el Banco Central salió a ajustar una serie de medidas para intentar que el proceso sea leve. En principio, se decidió mantener hasta el 25 de agosto la tasa de política monetaria en 58% y aumentó el porcentaje del encaje de los bancos que se podían colocar en Leliq. De esta manera asegura a las entidades la posibilidad de seguir ofreciendo altas tasas a los ahorristas hasta esa fecha. Los ahorristas reciben hasta un 50% anual con una expectativa de inflación del 30% para los próximos doce meses. Sobre el cierre el BCRA convalidó tasas por encima de 59%..
Esta semana hubo algunos movimientos influidos por decisiones en EE.UU. pero luego el mercado siguió con esta lógica de temor al resultado electoral y el dólar volvió al nivel de $44 y es probable que supere los $45, valores inferiores a los de abril pasado. No hay que olvidar que el mercado de futuro el BCRA ha convalidado operaciones cercanas a los $53 para fines de diciembre de 2019. Mientras tanto, donde el panorama es más claro en la Bolsa, donde muchos inversores venden para salir y los mismo se ve en algunos fondos de inversión. En el exterior también hay inversores que se desprenden de bonos argentinos haciendo que riesgo país vuelva a estar por encima de los 800 puntos básicos mientras bancos de inversión ponen dudas sobre el futuro de la economía argentina.
¿Y la economía mejora?
Los datos disponibles responden a los meses de mayo o junio y, en ambos casos, las comparaciones interanuales siguen siendo negativas, como ocurrió con la producción industrial o las ventas en shoppings y supermercados. La sorpresa fue el EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica) que fue el primero en mostrar un crecimiento de 2,6% respecto del año anterior. Además, las comparaciones contra el mes anterior vienen marcando un leve ritmo de crecimiento.
Por datos preliminares, ya estarían haciendo efecto los resultados de las paritarias de casi todos los gremios, lo que se estaría notando en una leve mejora en la actividad comercial. Para esto también están ayudando los planes de estímulo dispuestos por el gobierno Ahora 6, 12 y 18. Las mediciones de la Universidad Torcuato Di Tella están mostrando una mejora en las expectativas de los consumidores. De todos modos, aunque se espera una mejora para el último trimestre, nadie augura un crecimiento fuerte y sostenido en el tiempo.
Con el actual clima pre-electoral, donde se han impuesto estrategias de terror, todos tratan de busca refugio y muy pocos se animan a tomar decisiones que impliquen esperar el mediano plazo. A pesar de esto, el aumento de ventas de cemento en bolsas, consumido por constructores privados, indicarían que hay inversores confiados en una mejora futura que aprovechan el actual momento para llegar preparados.
Otro aspecto que sigue generando complicaciones es el nivel de las tasas de interés, ya que genera varios efectos. El primero es que encarece el crédito y eso hace imposible tanto la inversión como el consumo. El otro problema es para las empresas que, por alguna razón, debieron tomar deudas y hoy, ante la caída de la demanda, no pueden hacer frente a los intereses. Esto está generando procedimientos preventivos de crisis, concursos de acreedores y hasta cierre de plantas y despidos de personal.
Según el economista Orlando Ferreres la economía se está recuperando y calcula que la reacción del mercado sería muy positiva en el último trimestre. No obstante, el mismo profesional duda acerca de si estos resultados le alcanzan al gobierno para conseguir la reelección. Hay pasar este tiempo y esperar hasta los resultados electorales. Mientras tanto solo hay que esperar la suave inercia actual y esperar un 2020 un poco mejor.