A pocas horas de cumplir 60 años, el presidente Mauricio Macri brindó una íntima entrevista, en la que se animó a repasar sobre su vida personal y su carrera política, además de hablar sobre la delicada salud de su padre, Franco Macri.
El mandatario reconoció que está "empezando a socializar" con la muerte y, en ese contexto, contó detalles de la situación por la que atraviesa su papá, de 88 años. "Está acá y no está acá. Hace más de un año está postrado ahí y si tiene algún momento de lucidez, la debe pasar muy mal. Porque debe tomar conciencia de su incapacidad de hacer y su pérdida de vitalidad", comentó Macri.
"Espero me toque una muerte rápida, tampoco quiero quedarme atrapado en la vida como lo está pasando mi padre", admitió el Presidente, quien se mostró conmocionado por la reciente pérdida de algunos seres queridos. "Cada día estoy más convencido de que pobres somos los que nos quedamos y perdimos a esa persona, ¿no?", reflexionó.
En la entrevista realizada por el filósofo Alejandro Rozitchner, el Presidente recordó que hace un año tuvo un contacto consciente con Franco. "La última vez me pidió que le diera una pastillita para sacarlo de acá. Imaginate, eso no se puede. Ya no puedo hacer nada. Depende de asistencia de terceros. Y le dije: 'No puedo, papá, no se puede'".
En otro tramo de la charla, Macri señaló que "le está costando asumir este dígito". "Cuando mi viejo cumplió 60, tengo patente haber dicho: 'Qué viejo que está'. Claro, yo tenía 30. Me parecía que era una edad a la que era imposible llegar. Y de golpe llegó. Y estoy en cortocircuito porque no me siento de 60", dijo.
Por otro lado, el jefe de Estado aseguró que tiene varias cuentas pendientes una vez que se retire de la función pública. "Quiero aprender a cocinar bien, quiero aprender de paisajismo. También me gustaría saber más sobre el mundo digital, que soy bastante básico. Tengo varios libros atrasados. Me gusta dedicarle más tiempo el cine, las series. Quiero aprender a jugar mejor a las cartas...", reveló.