La DGE investiga si una nena de 12 años que intentó quitarse la vida sufre bullying

La madre dice que la niña era maltratada por compañeros pero en el colegio afirman que la chica nunca dijo nada. Ocurrió en Godoy Cruz.

La DGE investiga si una nena de 12 años que intentó quitarse la vida sufre bullying

Una niña de 12 años tomó veneno para ratas e intentó quitarse la vida el lunes. Las primeras conjeturas apuntan que habría tomado la decisión por ser víctima de bullying por parte de un compañero y una compañera de curso de séptimo grado de una escuela de Godoy Cruz.

Sin embargo, Miguel Conoscente, titular de la Dirección de Orientación y Apoyo Interdisciplinario a las Trayectorias escolares (Doaite) de la Dirección General de Escuelas relativizó esto y señaló que hay que esperar hasta conocer más en profundidad el caso.

Es que el organismo tomó conocimiento sobre este recién ayer por los medios, ya que no habían recibido ninguna solicitud de intervención por parte de la escuela.

Según se ha podido saber, es la mamá de la pequeña quien sostiene que atravesaba por esta situación. Sin embargo en la institución expresan que no habían visto ninguna conducta que les permitiese sospecharlo ni habían recibido denuncias.

La vicedirectora de la escuela explicó a Los Andes que por el protocolo no pueden dar información. Sin embargo aclaró que en la institución no se había percibido ninguna situación conflictiva entre la alumna y sus compañeros y agregó que "es una niña, preciosa,  dulce, con un legajo impecable".

Conoscente dijo que hay que ver todo el contexto porque hay casos en los que hay problemas en la casa.

Esta mañana personal de la Doaite mantuvo una larga reunión con los directivos del colegio para conocer detalles de la situación y según dijo la vicedirectora a partir de ahora las acciones quedan en sus manos.

El lunes se trabajará con el resto de los compañeros mientras que el martes se mantendrá una reunión con los padres de la chica.

“Lo que se hace es trabajar con las 4 patas: quien fue agredido, quien fuera el agresor, con el curso porque son parte necesaria de esta estructura y los adultos significativos que serían papás y docentes”, detalló.

Javier Salinas, director del hospital Diego Paroissien donde fue internada la alumna, detalló que ingresó el martes con una intoxicación por raticida con síntomas gastrointestinales. "Parece que no había sido mucha cantidad, ayer ya estaba en buenas condiciones y fue dada de alta", agregó.

Casi tres casos por mes

La Doaite ha recibido en lo que va del año solicitud para intervenir en 25 casos en escuelas primarias y nivel inicial. Esto es a razón de casi 3 casos por mes, muchos más si se tiene en cuenta que el ciclo lectivo comenzó en marzo por lo que en ese contexto serían 4 por cada uno de los 6 meses de clases.

El organismo de la DGE recibió pedidos para intervenir en 25 casos en escuelas primarias y nivel inicial en Mendoza

El funcionario aclaró que es un número que no les sorprende porque no expresa un aumento de casos ya que el año pasado fueron los mismos hasta esta altura del año. Por otra parte destacó que no es significativo si se tiene en cuenta que esos dos niveles concentran  350 mil alumnos.

La mayoría de las situaciones se presentan en 6° y 7° grado.

Aclaró que “lo que hay que tener en cuenta es que para que haya acoso escolar tiene que haber una agresión sistemática sostenida en el tiempo”.

Señales de alarma

El primer interrogante que surge es si hay señales de alarma que puedan anticipar un desenlace así.

El psicopedagogo Jorge Jacobucci señaló que "por lo general las señales suelen ser como cierta angustia o un excesivo retraimiento que muchas veces suelen confundirse con el propio de los adolescentes que no encuentran   en ocasiones lugares confiables para expresar estas cosas".

"Las señales suelen ser cierta angustia o un excesivo retraimiento que muchas veces suelen confundirse con el propio de los adolescentes"

Por otra parte explicó que de tratarse de bullying pueden callar por vergüenza: “El acoso sistemático hace que se sienta poseedor de eso que le atribuyen entonces se avergüenza”.

Dijo que también puede suceder que se relativice la angustia pensando que se trata de cosas de chicos y se los deja demasiado solos.

Desde su punto de vista de haber existido manifestaciones podrían haberse percibido tanto en la escuela como en el hogar pero aceptó que no es sencillo hacerlo.

En el mismo sentido opinó la psicóloga y psicopedagoga Susana Ferreira quien dijo que suele haber cambios de conducta que revelen la situación. "Las conductas mas evidentes son primero que nada la negativa a asistir a la escuela por lo que ponen excusas (que se sienten enfermos, el profesor no va a ir o dificultades físicas como dolor), otra es una cierta inhibición, comienzan a mostrarse más callados".

Explicó que el acoso se orienta a atacar la autoestima, “ésta se construye a partir de la valoración que los demás realizan sobre las características personales, entonces cuando los chicos acosan atacan los aspectos más vulnerables de la víctima y esto les genera vergüenza por lo que tienen dificultad para ponerlo en palabras, se sienten bloqueados ante la crítica o la burla”. Por ello es habitual que no digan nada pero a nivel interno hay una deliberación acerca de esto,  cómo y por qué sucede, qué va a hacer con esta situación o como enfrentar de nuevo al grupo.

Poder hacerlo dependerá del nivel de información, herramientas  y fortaleza que tenga. A veces enfrenta al agresor sólo, otras con ayuda de algún adulto significativo para él, mientras que en ocasiones puede considerar ignorarlo como la mejor opción.

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