La depresión puede anteceder al Parkinson

No hay certezas sobre si es un disparador o un síntoma pero sí se aprecia una mayor tasa de afectados con esta patología previa. En Mendoza se estima que hay unos 2.500 afectados por esta enfermedad neurodegenerativa.

La depresión puede anteceder al Parkinson

La depresión puede ser un aviso anticipado de la Enfermedad de Parkinson (EP). Los especialistas no saben a ciencia cierta si se trata de un síntoma previo o es un factor predisponente, pero sí reconocen  que muchos pacientes al momento del diagnóstico ya la presentan.

“No se sabe si abre la puerta o es un síntoma temprano”, explicó la neuropsicóloga Cecilia Ortiz. “La depresión es una puerta de entrada para muchas enfermedades porque genera baja de defensas entonces si hay predisposición a desarrollar una enfermedad, esta avanza; pero otra probabilidad es que sea un disparador”. Puede ocurrir que la depresión al debilitar el sistema inmunológico favorezca el desarrollo de enfermedades para las que se tenía predisposición.

El neurólogo Sebastián Rauek , del hospital Universitario opinó en el mismo sentido: “Es verdad que un porcentaje alto de pacientes con Parkinson tiene depresión y muchos antes del diagnóstico por lo que se considera un predictor; eso no quiere decir que por tener depresión uno vaya a tener Parkinson”.

La EP es una patología degenerativa que a partir de un trastorno neurológico  provoca fundamentalmente temblores, rigidez muscular, dificultades en el movimiento en general y cambios posturales lo que afecta el desenvolvimiento natural de la vida cotidiana con consecuencias en las actividades.

Una investigación realizada en Taiwán se atrevió medir el impacto de la depresión en el posterior desarrollo de EP. La Asociación Civil de EP de Argentina replica los resultados y señala que luego de 10 años de seguimiento se concluyó que las personas con depresión tienen hasta 3,24 veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad Parkinson que aquellas sin depresión. De los pacientes con ella, 1,42%, desarrollaron la EP mientras que la presentó 0,52% de los participantes no diagnosticados de depresión.

Fue realizada por investigadores de la Universidad Nacional Central en Jhongli (Taiwán) y publicada en la revista Neurology de la Academia Americana de Neurología.

Conjeturas

No se sabe a ciencia cierta cuáles pueden ser las causas para desarrollar la enfermedad por lo que tampoco hay medidas preventivas. Se está en un plano de conjeturas al respecto.

Rauek explicó que la dopamina -cuando se encuentra de manera defectuosa-  es el principal neurotransmisor implicado en el desarrollo de esta patología. Sin embargo, se ha descubierto que hay otros que -aunque en menor medida- también están implicados como la noradrenalina. 
Agregó que los que tienen depresión desde más jóvenes tienen más riesgo de desarrollarla.

De todas formas los especialistas aseguran que estas dos patologías aparecen siempre asociadas.

“La depresión es parte del cuadro clínico del Parkinson”, dijo el psiquiatra José Bonet. Agregó que está “muy vinculada con muchas enfermedades, puede anteceder a cuestiones cardíacas, diabetes, cáncer y algunas enfermedades autoinmunes, y por ello es posible que también anteceda al Parkinson”

“Según la información disponible, de un 20 a un 40 % de las personas que sufren de EP sienten en un momento dado algún tipo de depresión; y este índice es más alto que el que se observa en la población en general”, explica la Asociación Americana de Enfermedad de Parkinson en el mismo sentido.

El texto elaborado por el neuropsicólogo clínico Brian Bell describe que “la depresión asociada a la Enfermedad de Parkinson podría considerarse una reacción comprensible a una enfermedad crónica discapacitante, sin embargo, según algunos investigadores, la depresión es parte de la enfermedad y es causada por los cambios neurológicos”.

Según esta perspectiva, esto es avalado por el hecho de que en ocasiones la depresión precede al diagnóstico de la EP. De todas formas, como el resto de los profesionales, aclara que la causa de la depresión en los pacientes con EP podría ser la combinación entre una reacción subjetiva a la enfermedad y los cambios que se dan en el cerebro a causa de la enfermedad.

Casos

Si bien no hay estadísticas locales -como ocurre con muchas enfermedades- lo que se hace es extrapolar una estimación a nivel mundial que es de 1 a 2% de la población mayor a 65 años. A mayor edad son más los afectados por lo que la incidencia dependerá del segmento etario en el que se haga el corte. Rauek señaló que se estima que hay unos 70 a 80 mil pacientes en Argentina y entre 2.500 a 2.600  en Mendoza.

Los especialistas aseguran que   hay cada vez más más casos lo que se asocia a un mejor diagnóstico pero no es la única causa. Es una enfermedad que comienza a aparecer después de los 50 años y mayormente después de los 60. El incremento en la expectativa de vida hace que haya muchas más personas que viven varios años por encima de esa edad lo que determina una mayor población de riesgo.

A todas las edades los síntomas son similares, sin embargo entre los mayores el deterioro es más veloz . El neurólogo explicó que en los jóvenes demora más en aparecer el trastorno cognitivo, entonces logran trabajar muchos años, no pierden tanta productividad
Respecto de los factores predisponentes dijo que "aparentemente tendría una base genética y un desencadenante ambiental pero todavía no hay un factor claro".

Los casos originados en fallas genéticas son muy pocos mientras que en la población en general se asocia a pesticidas en el campo y se estima que los pacientes con factores cardiovasculares podrían ser más propensos.

“El diagnóstico de la enfermedad se hace recién cuando hay síntomas, o sea que estamos llegando tarde porque se estima que 20 años antes comienzan a afectarse las neuronas dopaminérgicas”, detalló.

Agregó que también pueden aparecer como síntomas probables trastornos del sueño y constipación pero que no hay muchas certezas al respecto (ver infografía). Por ello, lo único que puede recomendarse es control de diabetes, de colesterol, no fumar y acudir inmediatamente al médico ante la aparición de síntomas sospechosos.

Charlas gratuitas

El hospital Universitario junto a la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo, la Fuesmen comenzaron ayer con charlas gratuitas sobre Parkinson y continuarán hoy y mañana. Están a cargo de sus profesionales y se realizan de 12 a 14 en el edificio de Paso de los Andes 3051 de Ciudad. Para más información escribir a info@hospital.uncu.edu.ar, o bien comunicarse al 413500 interno 1666 en horario de mañana.

Hoy: Trastornos de Deglución en el paciente con Parkinson. Lic. Alejandra Echegaray, fonoaudióloga. Trastornos del habla y lenguaje en el paciente con enfermedad de Parkinson. Cristina Gutiérrez, profesora terapista de Lenguaje,  y María Paz Weltz, licenciada en Psicomotricidad.  Tratamiento Quirúrgico en Parkinson, a cargo del doctor Fabián Cremaschi y doctora  Sánchez, de la cátedra de Neurología de la Facultad de Ciencias Médicas.

Tango terapia, a cargo del profesor Luis Rodríguez.

Mañana: Duelo y aceptación del diagnóstico. Rocío López, licenciada en Psicología, servicio de Rehabilitación HU. También disertará sobre convivencia con un paciente con Parkinson. Trastornos de memoria y atención, por Nicolás Quintana, profesor de Discapacidad Mental y Motora, Hospital Universitario.

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