Camina por la cornisa Maipú. Juega con fuego y no alcanza a reconocer el abismo tan cercano. La mala campaña preocupa a dirigentes y simpatizantes, quienes ya visitaron al plantel en un par de oportunidades para amenazar e insultar a diestra y siniestra. La posibilidad cierta del descenso eriza la piel. Nadie quiere imaginar un Torneo Federal A sin el “Cruzado” como protagonista, pero la realidad marca una realidad impensada hace unos meses atrás.
El flojo nivel colectivo del equipo ni siquiera recibe una mano de lo que generan las individualidades.
El cuerpo técnico está preocupado y ya movió varias veces el once inicial en busca de respuestas. La decisión de sacar a Gonzalo Gómez del arco y dejarlo a Oscar Olguín fue la más clara señal de que no habrá paciencia.
En la tabla general donde se determinan los descensos, el “Cruzado” está a solo dos unidades de caer en “desgracia”. Sin chances reales de meterse en la próxima fase, los siguientes encuentros estarán destinados a zafar de esa incómoda posición donde hoy se ubica. La derrota ante Unión (SJ) bien pudo dejarlo en zona de descenso, pero Güemes (SdE) también perdió su duelo ante Mitre (SdE) y todo sigue igual.
Y como si fuera poco, las hostilidades están a la orden del día. Los barras ya se hicieron presentes en las prácticas para amenazar (armas de fuego mediante en alguna ocasión) al plantel. La más reciente: tras la derrota en San Juan ingresaron al camarín a los gritos y profiriendo insultos a los cuatro vientos.
Omar Sperdutti, tras el fallo del Tribunal de Disciplina del Consejo Federal sobre la continuidad del clásico departamental, anunció que dejará la presidencia en breve. Otro dolor de cabeza para una institución que arrancó el año con otro objetivo.