La delegación de productores mendocinos se lució en la Rural

En el stand que la Provincia presentó en la megamuestra hubo desde renovados ejemplares de la vitivinicultura.

La delegación de productores mendocinos se lució en la Rural
La delegación de productores mendocinos se lució en la Rural

Vinos, frutos secos, conservas, drones -entre otros equipamientos y dispositivos para cultivos- y hasta productos cosméticos basados en aceite de oliva y uva malbec, fueron solo algunos de los productos que presentó Mendoza en la Exposición Rural. El stand de la Provincia estuvo protagonizado por productores de distintos rubros, desde lo más tradicionales a los más novedosos.

El público femenino se interesó por las emulsiones, cremas, jabones y geles a base de uva malbec y aceite de oliva, con reconocidas propiedades antioxidantes. La ejecutiva de ventas de CultoOliBec, Emilce Lingua, difundió estos productos para la vinoterapia y la olivoterapia y explicó que "ayudan a desintoxicar el cuerpo y a mejorar la circulación sanguínea, como también hidratan la piel y previenen signos de envejecimiento prematuro".

En otro sector del stand mendocino se ubicaron cinco productores que llevaron nueces, almendras y mix de frutos secos. No les alcanzó el stock y al promediar los 12 días de la exposición tuvieron que reponer mercadería. Entre ellos estuvo Francisco Arturo Soriano, miembro de la Asociación de Frutos Secos de Mendoza, entidad creada hace un año, con alcance en toda la provincia para fines productivos y de comercialización.

Entre los productos tradicionales, aunque en versiones poco conocidas para el gran público, se ofrecieron degustaciones de los Vinos de Luz, una marca que muestra especial preocupación por la calidad, sustentabilidad, impacto social y comercio justo.

En tanto, Cavas del 23, una bodega que surgió en 2007 en un establecimiento del departamento de Guaymallén que le da su nombre, ofreció en la exposición de Palermo su línea completa de vinos, con las marcas Imperio de Sentidos y Beviam, incluyendo los premiados en importantes concursos internacionales de Estados Unidos y Francia. Marcos Moreno, gerente general de la firma, puso en primer plano a un cabernet sauvignon cosecha 2012, con 24 meses de paso por barrica de primer uso, premiado por la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores del Vino, en España, como uno de los mejores vinos del mundo. "Es una partida limitada de 2.000 botellas", contó.

Por otra parte, a través de la Cámara de Comercio de Rivadavia, Lucas Pelli ofreció conservas de alcaucil, durazno, mermelada, damasco al whisky, con la particularidad de que todos sus productos son libres de gluten, aptos para celíacos. "La respuesta del público porteño ha sido muy buena, han preguntado mucho dónde conseguirlo, especialmente el corazón de alcaucil al natural que es nuestro producto estrella, y hemos difundido nuestros puntos de venta", destacó Pelli.

La apuesta de todos fue darse a conocer en el mercado de Buenos Aires, ofreciendo sus productos a diferentes tipos de consumidores y habilitando contactos con potenciales clientes.

Equipamientos

José Ramón Fernández, de Argentina Agro World, una empresa española radicada en Mendoza desde hace 20 años, promocionó sistemas de protección de cultivos antiheladas, fertilizantes biológicos e incluso algunos implementos agrícolas. Apunta a la tecnificación integral para mecanizar los cultivos, con foco en ajos, nueces, almendras, "como salida a las dificultades que atraviesan esas economías regionales".

Entre los insumos, destacó a “un bioestimulante basado en un hongo micorrético, que tiene patentado el ADN porque es único: realiza una simbiosis con la planta, le da aminoácidos y fitohormonas, potenciando no sólo las uvas que vemos en Mendoza, sino también por ejemplo en maíz, sumando entre 8 y 12 quintales de diferencia. Senasa lo ha testeado durante dos años. En soja y trigo, presenta diferencias de entre 4 y 6 quintales”.

A su vez, Oscar Irusta mostró la pulverización aérea con drones que desarrolló Agrovants, una empresa incubada por el Gobierno de Mendoza, que crece entre los cultivos intensivos, cuyanos y del noroeste argentino. "Estos equipos salieron hace dos años al mercado y se distinguen por la posibilidad de aplicar muy bajos volúmenes. Evitan las derivas que afectan al medio ambiente en otro tipo de aplicaciones, como también administran mejor los caudales de agua en el momento de la pulverización. También trabajan con energías verdes, de emisión cero, porque funcionan a base de energía eléctrica. Y tienen una precisión controlada por satélites robotizada", explicó Irusta.

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