Un año y medio atrás Sofía Gala y Moria Casán se pelaron en público. La supuesta razón fue el faltazo de Sofía al programa donde trabajaba con su mamá. Moria no dudó en hacer público el episodio y la bomba estalló. En una confesión con los Intrusos la actriz comentó que en realidad el problema era con las drogas.
"A la larga toda esa situación me ayudó para tocar fondos emocionales y de otras cosas. Ella estaba enojada y yo entiendo su enojo. Yo estuve complicada con la falopa, con la droga, eso es así, es verdad. No es verdad que yo descuidaba a mi hija", dijo y aclaró: "Estoy hace un año y medio en rehabilitación. Cuando alguien te expone públicamente ante millones de personas es duro. Cuando pasaba eso, yo estaba metida debajo de mi cama drogándome más que nunca".
"Hoy estoy tan lejos de lo que era hace un año y medio, en mi cabeza, mi corazón y en mi estilo de vida. Pedí ayuda y logré salir de la droga. Estoy súper lejos de todo eso", comentó.
Su marido la ayudó y ella lo ayudó a él. "Los dos teníamos problemas, la verdad. Nunca tuve un problema extremo, sí un problema suficiente para dejar de consumir y recuperarme. Tampoco es que éramos dos yonkis. Es fundamental que cuando tenés una pareja la decisión sea tomada por los dos".
La charla tocó uno de los puntos inevitables. ¿Está a favor de la despenalización de la marihuana?: "Estoy totalmente a favor de la legalización. Primero, porque el hecho de poder tener una planta en tu casa hace que los pibes no se metan en lugares donde tenés la posibilidad de entrar a otras cosas, donde te dan un producto que no está bueno, que está lleno de cosas que le pusieron. Romper con el negocio del narcotráfico ayuda mucho para que la decisión de consumir o no sea mucho más objetiva y no manipulada por los de alrededor que te quieren hacer consumir".
"El porro es una droga que está dentro del target del cigarrillo y del alcohol, y menos incluso. El cigarrillo y el alcohol son menos peligrosas incluso. Ni a palos tiene el nivel de adicción a otras. El tabaco es 10 veces peor en cuanto a nivel de adicción. Creo que si uno disfruta de fumar, lo bueno es que puedas fumar y no te metan preso por eso", completó.
Y dijo más: "En mi caso, la marihuana nunca tuvo que ver con las otras drogas. Mi problema fue con otras más duras, de salir, conocer gente, estar en la noche. Yo nunca me aburrí del porro, no es que dije 'quiero probar otra sustancia que te haga sentir mejor'. Con la única que no tuve problemas y la consumí por un montón de años y bien fue con esa".
¿Porqué se drogaba? "La droga te hace sentirte más exitoso, que sos un banana, te desinhibe, pero eso es dentro de una burbuja que te hacés vos. No me arrepiento de todo lo que viví. Estuvo buenísimo porque me ayudó a crecer como persona, a darme cuenta, conocer mis limitaciones. Muchas veces lo disfruté y no tengo un problema personal con la droga. Sí tengo problema con lo que la droga me hace a mí. Pero no soy una careta antidroga. Depende mucho de la persona el consumo".
Su vida dio un giro grande tras la rehabilitación. "Ahora todo lo que hago en mi vida lo elijo, desde levantarme a la mañana con mis hijos, hasta salir a bailar con amigos. Me banco las cosas que me tengo que bancar, la droga es un tapa todo. Le puedo dar a mi familia y amigos la persona que realmente soy", aclaró.
¿Cómo se puede detectar si un hijo tiene problemas de adicciones? "Hay que estar atentos a los comportamientos. Creo que es fácil darse cuenta cuando un joven tiene un problema. Cuando uno empieza a tener problemas con las drogas empieza de mil formas a pedir ayuda. Yo empecé para divertirme. Cuando no me divertí más, sonó una alarma en mi cabeza. Hay gente que empieza por dolor, por falencias. A mi hija la escucharía, la haría entender, hablaría con naturalidad y demostrar que son cosas que se pueden resolver", finalizó.
