En la Cumbre del G20, Trump mostró que Venezuela sigue siendo un conflicto relevante para la diplomacia estadounidense. Ante una pregunta periodística sobre si seguía contemplando una intervención militar en dicho país, dijo no tener una sino “cinco estrategias” para la crisis de este país. Confirmó así que la militar, no es una opción descartada, como viene diciendo su Administración desde que Guaidó asumiera como “Presidente Delegado” el 23 de enero.
Por su parte el Jefe del Comando Sur de los EEUU, Almirante Craig Fuller, durante una visita que realizó a varios países del Cono Sur del continente dijo que “los que han invadido Venezuela son Rusia, China y Cuba”, al responder también una pregunta similar a la que hicieran al Presidente en Osaka.
Por su parte el Director para América Latina del Concejo de Seguridad Nacional, sostuvo que “China y Rusia están abandonando a Maduro” ante la confirmación de que el equipo enviado por Putin para pone a punto los equipos militares vendidos a Chávez, se han retirado del país.
El Departamento del Tesoro sancionó a otras dos figuras del régimen chavista y también por “corrupción” al hijo del Presidente Maduro (Nicolás), llevando la presión hasta su misma familia.
Respecto a Europa, Trump pidió al gobierno socialista español, que lidere la política de la Unión Europea en las crisis de Venezuela y Cuba.
En la Cumbre del G20, Canadá, Brasil, Argentina y Chile, que concurrió como “observador”-, condenaron al régimen venezolano por su totalitarismo, coincidiendo con la posición estadounidense.
Mientras Cuba y Nicaragua resisten la política hostil de EEUU, México encabeza en la OEA el rechazo al reconocimiento del gobierno de Guaidó.
El gobierno de Cuba ha recibido el apoyo económico de China y el estratégico militar de Rusia en el conflicto que mantiene con Washington. La suspensión de viajes y turismo, como la limitación al envío en remesas, aumentan los problemas económicos de la isla, pero no doblegan al Castrismo.
En cuanto a Nicaragua, la detención y tortura de opositores, llevó al Presidente Ortega a buscar cierta distensión con la oposición, disponiendo liberar a decenas de opositores.
Varios de ellos concurrieron a la OEA, para denunciar ante el organismo internacional, el totalitarismo del régimen.
Por su parte México y Uruguay lideraron en la OEA el retiro de la sesión que se desarrollaba, junto con Bolivia y Nicaragua y una decena de países del Caribe, rechazando el reconocimiento de Guaidó.
Cabe señalar que al mismo tiempo, el Presidente Andrés López Obrador suspendía su participación en la Cumbre del G20 que se realizaba en Japón y el Presidente Tabaré Vázquez en una actitud más dura dejaba el recinto de las deliberaciones, en apoyo de Maduro, al rechazar el reconocimiento del gobierno de Guaidó, realizado por éste organismo internacional.
En Venezuela, el gobierno de Maduro aumenta la tensión con Colombia y al mismo tiempo incrementa la represión interna.
El Presidente venezolano acusó a su par colombiano (Duque) de ser “un bastardo oligarca” y ordenó al Ejército responder militarmente frente a cualquier agresión colombiana.
Por su parte el gobierno de Colombia acusó al venezolano de violaciones a su territorio a través de la frontera y el canciller de Duque dijo que su país “va a seguir siendo solidario con Venezuela”, al referirse a los migrantes, reclamando mayor apoyo de la comunidad internacional para asistirlos.
Maduro liberó a 59 colombianos detenidos hace 3 años, acusados de participar en un intento de insurrección contra el gobierno chavista.
El Presidente venezolano volvió a denunciar un supuesto intento de “golpe” aprovechando para detener a 13 personas acusadas de conspirar. Aumenta la presión sobre las Fuerzas Armadas y detiene a 7 integrantes del Ejército y la Guardia Nacional opuestos al régimen.
Al mismo tiempo, fue Guaidó quien logró impedir que un grupo chavista secuestrara a sus custodios, en una acción destinada a cercar más al Presidente Delegado.
A su vez el ex Presidente español Felipe González, dijo que la forma como ha sido encarado el diálogo con el gobierno venezolano, lo está favoreciendo.
El grupo de Lima, condenó al gobierno venezolano por el asesinato de un oficial naval que había sido detenido, muerto en una sesión de tortura.
Aunque ha tenido deserciones, siguen integrando el grupo, Canadá en América del Norte, Guatemala, Costa Rica y Panamá en América Central y Brasil, Argentina, Colombia, Perú, Chile y Paraguay en América del Sur.
Este grupo que había entrado en cierto letargo, denunció el asesinato, aprovechando para reiterar la condena al totalitarismo del régimen
Algunos de sus integrantes, como Brasil y Argentina, siguiendo la política de EEUU, han aplicado sanciones a algunas figuras del régimen chavista.
El Grupo de Lima reconoce al gobierno de Guaidó y desde esta perspectiva se enfrenta en la OEA, al grupo de países que en este organismo mantienen la oposición contraria.
La migración venezolana a Brasil es la segunda después de Colombia, pero menos significativa como porcentaje sobre la población total del país.
Perú y Ecuador han adoptado medidas restrictivas frente a la creciente llegada de venezolanos.
Respecto a Chile, está limitando la entrada de migrantes venezolanos, los que se agolpan para entrar en las fronteras con Perú y Bolivia.
En Argentina y Uruguay también llegan venezolanos que dejan su país, pero se insertan fácilmente en el mercado laboral son de mayor nivel socioeconómico que los emigrantes a Colombia y Brasil, no siendo un problema conflictivo por ahora.
En las recientes primarias realizadas en Uruguay para la elección presidencial, el tema estuvo planteado entre los dos principales candidatos: Martínez del Frente Amplio defendiendo a Maduro y Lacalle Pou del opositor Partido Blanco, cuestionándolo.
En conclusión: la Cumbre del G20 mostró que Venezuela sigue estando en su agenda de conflictos de Trump, al decir que tenía “cinco planes” para esta crisis, sin negar la alternativa militar; México, Uruguay, Bolivia y Nicaragua, junto con una decena de países del Caribe, se niegan a reconocer al gobierno de Guaidó en la OEA, mientras que Cuba resiste la hostilidad estadounidense; crece la tensión entre Venezuela y Colombia, mientras Maduro acentúa la represión contra civiles y militares y los países que integran el Grupo de Lima, que reconocen al gobierno de Guaidó ante la OEA, condenaron el asesinato de un oficial naval detenido por Maduro.