Los tiempos de crisis obligan a revisar los gastos familiares e intentar reducirlos al mínimo indispensable. De ahí que algunos padres hayan tenido que elegir los cumpleaños infantiles a los que envían a sus hijos. Es que cuando van a la guardería o la escuela pueden tener entre 10 y 20 festejos anuales cada uno, y para cada ocasión hay que contemplar un regalo y combustible para llevarlos y pasarlos a buscar.
Eliana comentó que tres mamás le han dicho que no han mandado a sus hijos a los cumpleaños porque no pueden pagar el regalo. Una de ellas tiene 5 pequeños y le resulta imposible afrontar ese gasto. También comentó que ha notado que algunos niños llevan un obsequio y otros no, y que varios, cuando compran algo, se trata de un detalle pequeño. La mamá explicó que esto se debe a que los niños suelen tener unos 25 compañeritos y es difícil encontrar una opción por menos de $150.
En muchas escuelas se ha optado por reunir dinero, lo que cuenta con más de una ventaja: cada familia aporta una suma menor y los padres pueden destinar el monto total a comprar algo que el niño realmente necesite o quiera. Esto, porque, como comentó Gabriela, uno de los obsequios más accesibles es un perfume, pero hay niños que terminan con 8 o 10, que no hay manera de que usen en el año.
Las dificultades económicas también han provocado que esa colecta se destine, en algunas ocasiones, a pagar el pelotero o la comida del festejo.
Se debe tener en cuenta que cuando los niños son pequeños los papás de los invitados suelen quedarse porque no los pueden dejar solos y a veces llevan también a los hermanitos, lo que amplía considerablemente el número de invitados.
De ahí que muchos hayan empezado a optar por hacer un cumpleaños infantil muy reducido u organizar una salida con los amigos más cercanos del pequeño.
Celebraciones económicas
En este contexto, los peloteros, que supieron ser un boom años atrás, han visto reducida su actividad.
Algunos aseguran que en los últimos meses ha caído un 50% el número de festejos que reciben y varios optan por lanzar promociones para sostenerse hasta que la situación se acomode.
Mayra Letar, de Hakuna Matata, un pelotero de Maipú, comentó que trabaja hace 12 años en ese lugar y 3 años atrás lo compró, y que en todo ese tiempo es la primera vez que pasa un fin de semana sin que el lugar esté ocupado con un cumpleaños infantil. Esto, pese a que han mantenido los precios congelados desde principios de año.
Ante la situación, está pensando en cerrar o vender, ya que aseguró que le resultará difícil mantenerlo por más tiempo, ya que, además, le han llegado boletas de luz y gas con importes muy altos.
Hasta hace unos meses, plantea Belén Ortiz, quien trabaja en Puerto Pirata (Godoy Cruz), llegaban a tener 8 cumpleaños por día durante el fin de semana, y 3 o 4 los jueves y viernes. Sin embargo, estas cifras cayeron a apenas tres los sábados y domingos, por lo que asegura que han tenido una reducción de más del 50% en los alquileres.
Belén contó que ha escuchado a mamás decir que llevan a sus hijos y dos o tres amigos a dar una vuelta por un shopping para celebrar, con lo que gastan menos dinero y se libran de adicionales como los souvenirs y piñatas.
Fernanda Robello, de Cachipum, otro pelotero de Ciudad, manifestó que están teniendo muchos días sin festejos, pese a que han bajado los precios e incluyen servicios que antes pagaban aparte.
Si bien reconoció que se ha planteado la opción de no abrir, por los costos fijos como impuestos, servicios y personal, opta por seguir trabajando para no perder clientes. Y se mostró preocupada por lo que pueda ocurrir en enero y febrero, una época del año en que "Mendoza se muere".
La mujer añadió que también ha observado que los cumpleaños son más sencillos y no incluyen adicionales como maquillaje artístico y shows, o piden que no haya cocinero ni mozos. El ajuste se percibe, indicó, hasta en los alimentos y bebidas, que en muchos casos son de marcas desconocidas.
Para intentar sobrellevar la baja algunas empresas se han sumado a una carrera de promociones. Javier Pérez Braga comentó que decidió ofrecer precios bajos, que apenas le permiten cubrir los costos, en Recreo, un pelotero en Guaymallén, con la mira puesta en el momento en que la economía se recupere y las familias los sigan eligiendo.
Si bien indicó que en el verano hay quienes se inclinan por las fincas, subrayó que esos espacios no suelen contar con seguro ni cobertura médica.
Pero Pérez Braga consideró que la merma en la actividad se explica porque menos gente está festejando, ya que los peloteros no han perdido vigencia porque muchos mendocinos con niños pequeños viven en departamento o en casas reducidas, sin espacio para reuniones de varias personas.
Estrategias
- Los peloteros están teniendo muchos días sin festejos, pese a que han bajado los precios.
- Hay mamás que no mandan a sus hijos a los cumpleaños porque no pueden pagar el regalo.
- Se opta por reunir dinero para comprar algo que el niño necesite o quiera.
- Madres que llevan a sus hijos y dos o tres amigos a dar una vuelta por un shopping para celebrar.