La crisis hídrica golpea más a San Juan

Al estar ubicada más al norte que Mendoza, la vecina provincia recibe menos precipitaciones níveas en la cordillera. Además, todavía no se ha notado un aumento en las lluvias en el llano, que en cierto punto ha favorecido a Mendoza.

La crisis hídrica golpea más a San Juan
La crisis hídrica golpea más a San Juan

Dos presas pensadas para almacenar 920 hectómetros cúbicos hoy sólo guardan 50 hectómetros entre las dos, es decir poco más de un 5% de su capacidad total. Se trata de los embalses Ullum y Los Caracoles ubicados a los largo del río San Juan, en la vecina provincia.

Esta situación muestra a las claras la gravedad de la crisis hídrica, causada por las escasas nevadas en la cordillera, que azota por quinto año consecutivo a ese territorio. Si bien Mendoza atraviesa una realidad similar se ve más beneficiada por su ubicación y porque ya se ha comenzado a notar un incremento de las lluvias en el llano, que en cierto modo colabora a aminorar la falta de agua.

"Las precipitaciones níveas tienden a disminuir a medida que uno se mueve más hacia el norte en la cordillera. Hay precipitaciones relativamente altas en la Patagonia que van decreciendo hacia el norte.

Por ejemplo en sectores de la Cordillera como en La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy no se forman glaciares porque si bien las temperaturas son bajas no hay suficiente nieve para su formación", comenzó a explicar Ricardo Villalba, director del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), CCT-Conicet, Mendoza.

Esto se puede notar claramente en la abundancia y caudal de los ríos, ya que mientras San Juan posee dos (San Juan y Jáchal), Mendoza cuenta con cinco (Mendoza, Tunuyán, Diamante, Atuel y Malargüe) que juntos superan ampliamente el caudal medio que los de la provincia del norte.

De todas maneras el científico remarcó que al encontrarse en una zona árida en ambos territorios las precipitaciones tienen una enorme variabilidad.

"Los datos que nosotros tenemos es que en 1968 en promedio entre San Juan y Mendoza nevó sólo el 5% de lo esperado, pero en 1982 nevó 240% de valor medio", ejemplificó. De hecho desde 2005 a 2009 no hubo preocupación por la falta del recurso porque se vivieron años húmedos, pero desde 2010 a 2014 se sufrió el período más seco en la región en 60 años, desde que se comenzaron a registrar las nevadas.

"La esperanza está dada en esa enorme variabilidad y el desafío de esta región es cómo manejarla. Si bien ahora estamos viviendo esta crisis hídrica, no significa que no vamos a volver a tener años nevadores", aclaró Villalba a la vez que recalcó que por el cambio climático los modelos muestran que las nevadas van a disminuir progresivamente y que la variabilidad va a acrecentarse.

Otro aspecto que está beneficiando a nuestra provincia, según el experto, es la contribución de lluvias en el llano que colaboraron para que hoy el dique Potrerillos esté en el 85% de su capacidad.

"Cuando uno analiza la serie de precipitación en el llano de Mendoza, de San Luis, y San Rafael, desde el año 50 ha habido una tendencia positiva, es decir, que poco a poco se han incrementado las lluvias, pero la de San Juan es la única que no tiene clara esa tendencia, pero eso es por ahora no quiere decir que después no cambie", precisó el titular del Ianigla.

Igualmente como esta modificación está asociada al cambio climático y al aumento de la temperatura, las lluvias en el llano pueden llegar a ser contrarrestadas por una mayor evaporación.

Embalses vacíos 
A pesar de que el caudal medio del río San Juan es de 60 metros cúbicos por segundo, durante diciembre se registraron días en los que trajo 18.

"La distribución para el riego se nos ha visto muy complicada y gracias a la disponibilidad del agua embalsada tanto en el Ullum como en Caracoles hemos podido distribuir 47 metros cúbicos por segundo, si bien es poco con respecto a años de abundancia, ha sido muy superior a lo que traía el río", aseveró Jorge Millón, director de Hidráulica de San Juan (departamento que se encarga de la administración del recurso como en Mendoza lo hace Irrigación).

"Si este esquema nos hubiera encontrado sin ningún embalse hubiera sido un año muy crítico para el sector agropecuario", añadió.

El funcionario contó que una vez conocido el pronóstico a fines del año pasado se hizo un esquema de distribución. "Dijimos que podíamos llegar con el agua almacenada al 10 de marzo. Días más días menos, cuando se llegó a esa fecha los diques han quedado vacíos, fruto de esta distribución de caudales mayores de los que estaba trayendo el río", detalló el titular.

Para recuperar la cota de los embalses se planeó un calendario a través del cual no se les distribuirá agua a los productores agropecuarios por 100 días desde marzo a setiembre con lo que estiman poder guardar unos 180 hectómetros cúbicos en todo el sistema.

Más diques
A pesar de que San Juan cuenta con dos embalses sobre el río San Juan, ya se encuentra en un 90% un tercero llamado Punta Negra y se ha proyectado un cuarto en altura que se conocerá como Tambolar.

Si bien ante el panorama actual parece difícil que puedan llenarlos a todos, desde el gobierno de esa provincia explicaron que son necesarios para guardar grandes cantidades de agua en épocas húmedas y así paliar la crisis en períodos más secos.

"Cuando tengamos terminado el tercer dique tendremos una capacidad de almacenamiento de casi 1.400 hectómetros cúbicos, lo que es muy bueno teniendo en cuenta que en un año normal el río San Juan trae alrededor de 2.000 hectómetros cúbicos", subrayó Millón.

Otro aspecto importante que incentiva a realizar más presas es su capacidad de generar energía. "En este momento no está generando porque no se alcanza la cota mínima que se necesita, pero en un año normal Los Caracoles permitiría ahorrar 50 millones de litros de combustible, lo que equivale a millones de dólares", aseguró el ingeniero Walter Gómez, gerente técnico de Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE) de San Juan.

En este sentido el profesional informó que por cada megawatt que se genera con agua se ahorran 200 litros de gasoil.

Un tercer punto que se pondera es la cantidad de puestos de trabajo que se crean durante la construcción de los diques y la disponibilidad de financiación de la Nación.

"Hay beneficios adicionales que hay que evaluar no sólo desde el punto agua y energía, sino que hay que tener en cuenta que en Punta Negra han estado trabajando en forma directa 1.200 personas solamente en obra desde 2004", destacó el ingeniero.

Por su parte, el investigador mendocino Villalba reconoció que los embalses son inversiones necesarias en zonas áridas, pero que su construcción debería estar asociada a otras medidas destinadas a cuidar el recurso.

"Seamos más eficientes en el uso del agua, ése es el mensaje. No simplemente construir más diques en altura, sino complementarlos con una serie de medidas como hacer más eficiente el transporte del recurso, impermeabilizar los canales, mejorar los sistemas de riego, evaluar en qué momento regar y cómo manejar los viñedos", enumeró y continuó.

"Si somos más eficientes es mejor para todos, ya que si hay un período húmedo podríamos llegar hasta extender la superficie cultivada en nuestras provincias", cerró.

Reclamos en Jáchal

Ente los distintos sectores que se ven afectados negativamente por la sostenida crisis hídrica de San Juan, unos de los más preocupados son los productores agrícolas de Jáchal, localidad ubicada a 180 kilómetros al norte de la capital. Para la subsistencia de sus cultivos ellos dependen del río homónimo que en años normales tiene un caudal medio de 9 metros cúbicos por segundo, pero que actualmente encuentra en menos de la mitad.

"Desde el año pasado los medianos y pequeños productores de Jáchal venimos con una situación extrema que nos está empobreciendo cada vez más", expuso Liliana Godoy, productora de la zona que se destaca por los cultivos de cebolla, tomate y membrillo.

Según contó la mujer, en una propiedad de 40 hectáreas el año pasado se podía cultivar, por la cantidad de agua entregada, entre 10 y 12 hectáreas pero este año calculan que no podrán llegar a las 8.

A este panorama de sequía se le suma la falta de inversión en los canales por los que se distribuye el agua. "La red de riego de Jáchal tiene más de 100 años y desde entonces no se ha invertido en mejorarla ni en impermeabilizarla", denunció la propietaria.

Pero a pesar de esto de 2013 a 2014 su boleta de agua se incrementó en un 152%. "Hablamos con los funcionarios y se decidió dejarlo sin efecto, pero este año seguro van a querer aumentar de nuevo", se adelantó Godoy.

A pesar de las quejas y de las reuniones con funcionarios ellos todavía no logran que alguien los ayude a salir de su crítica situación. "En un primer momento desde Hidráulica se dijo que iban a venir expertos para hacer estudios de factibilidad para ver si se puede reactivar una batería de pozos para sacar agua, pero también se sugirió que hipotecáramos lo poco que tenemos para hacer pozos cada uno en su propiedad", detalló indignada.

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