La crisis en Bolivia divide aguas entre los políticos argentinos

Mientras parte de la dirigencia local calificó los hechos como golpe de Estado, otros pusieron matices a la situación o no emitieron opinión

La crisis en Bolivia divide aguas entre los políticos argentinos
La crisis en Bolivia divide aguas entre los políticos argentinos

La crisis política que atraviesa Bolivia luego de las elecciones presidenciales del 20 de octubre decantaron en la renuncia de Evo Morales tras la 'sugerencia' de las Fuerzas Armadas y de la policía a que el presidente abandonara su cargo.

La dimisión de Morales provocó un vendaval de reacciones a lo largo y ancho del continente entre quienes definieron y condenaron la situación como golpe de Estado y aquellos que justificaron el desplazamiento del mandatario debido a las serias sospechas de fraude electoral.

En Argentina las repercusiones no tardaron en llegar y la mayoría del arco político local expresó su opinión y condena los hechos: desde el Frente de Todos se dio una respuesta en bloque y se condenó rotundamente la situación como golpe de Estado. Así figuras como Alberto Fernández tuitearon "En Bolivia se ha consumado un golpe de Estado producto del accionar conjunto de civiles violentos, el personal policial autoacuartelado y la pasividad del ejército. Es un golpe perpetrado contra el presidente @evoespueblo, que había convocado a un nuevo proceso electoral".

Además agregó: "Nosotros, defensores de la institucionalidad democrática, repudiamos la violencia desatada que impidió a @evoespueblo concluir su mandato presidencial y alteró el curso del proceso electoral".

Cristina Fernández también se hizo eco de la situación a través de un hilo: "En Bolivia, manifestaciones violentas sin ningún tipo de limitación por parte de las fuerzas policiales, incendian viviendas y secuestran personas mientras las Fuerzas Armadas le "sugieren" al presidente indígena y popular Evo Morales que renuncie".

En el caso de Sergio Massa pidió "aplicar la Cláusula democrática del Mercosur nacida del protocolo de Ushuaia para garantizar la democracia boliviana". En tanto Felipe Solá responsabilizó a las fuerzas de seguridad y a la oposición: "Los políticos opositores, las FFAA y policiales de Bolivia son responsables de la seguridad de #EvoEsPueblo, su vice y los integrantes y representantes de su gobierno. Unos usaron el odio y los otros la pasividad para la guerra. El presidente Morales renunció por la paz".

Desde la coalición del oficialismo las reacciones fueron más dispares. En el Pro no se realizaron comentarios salvo el del presidente Mauricio Macri, quien se limitó a declarar en radio La Red que "Todos estamos preocupados por Bolivia". Por su parte el canciller argentino Jorge Faurie condenó "con toda firmeza la violencia que se ha ejercido contra algunas propiedades", pero descartó un golpe de Estado al asegurar que "no están dados los elementos".

Por su parte figuras de primera línea como Gabriela Michetti, Marcos Peña, Rogelio Frigerio o Patricia Bullrich no realizaron ninguna apreciación en sus cuentas sociales ni en la cuenta oficial del Pro. Caso distinto fue el de la UCR, que emitió un comunicado ayer por la tarde en donde se solicita "Cuidar la democracia en el continente implica un esfuerzo por calificarla. No a las trampas! No a las injerencias externas! No al Golpe de Estado! Si al pluralismo, la democracia y la convivencia pacífica. Por ello llamamos a la paz social y a elecciones libres y transparentes".

Así figuras como el diputado Mario Negri afirmó: "Repudio toda intromisión militar en la vida política de #Bolivia, ya que esto es sólo compatible con golpes de Estado". Ricardo Alfonsín tuiteó: "Repudio absoluto al golpe de Estado y preocupación por la situación que vive Bolivia. La salida siempre es dentro de las instituciones de la democracia".

En tanto, Julio Cobos publicó: "Veo con preocupación y lamento mucho lo que está sucediendo en Bolivia. Era necesario un proceso electoral absolutamente transparente, el cual tuvo episodios fuera de lo normal y fue puesto en duda por los veedores internacionales y  generó reclamos legítimos de la oposición. El Presidente había aceptado y convocado a un nuevo llamado a elecciones. Esa era la salida".

En tanto Alfredo Cornejo sostuvo en declaraciones radiales que "Da igual si es un golpe de estado o no. El punto es que en Bolivia tiene que haber elecciones libres y tiene que haber una sucesión presidencial. Tiene que haber gobierno y estado de Derecho".

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