La crisis de los países “bolivarianos”

La crisis de los países “bolivarianos”
La crisis de los países “bolivarianos”

En nuestra edición del lunes 23 de setiembre,sendas notas se ocupan de la situación económica, política y social de Nicaragua y Cuba y nuestra columna editorial analiza lo que ocurre en Venezuela. Lo allí expuesto da lugar para reiterar y profundizar reflexiones sobre lo que viene ocurriendo en esos países, que aplican ideas del denominado socialismo del siglo XXI, revolución bolivariana, populismo y algún otro calificativo. En definitiva, modelos políticos a contrapelo del mundo democrático y republicano, cuyo resultado es la pobreza más conmovedora de sus pueblos, sometidos a crueles, despóticas y corruptas dictaduras.

Cuando algunas voces en nuestro país, ante el probable cambio de gobierno, proponen reivindicar la acción de la guerrilla del siglo pasado, se hace necesario mirar lo que ocurre en aquellos países que impulsaron la acción guerrillera en América Latina.

Hay al menos algunos aspectos que es indispensable considerar y que son comunes denominadores en esos tres países: la larga duración de sus gobiernos seudo democráticos; la incapacidad de salir de la extrema pobreza o incluso de haberla generado cuando no la había; la enorme emigración de sus poblaciones; las dictaduras oligárquicas que gobiernan.

Sin duda a la cabeza está Cuba, cuyo régimen político comunista está cumpliendo sesenta años de existencia, bajo el mando de los hermanos Castro la mayor parte de ese tiempo. En el caso de Cuba, quizás el título y la foto que ilustra la nota citada sea la mejor metáfora del resultado de un régimen político y económico fracasado: “Cuba apela a bueyes para cultivar caña de azúcar”, la foto muestra una yunta de bueyes tirando un carro. Luego se destaca que Cuba está incorporando 4.000 yuntas de bueyes que deben reemplazar la maquinaria en los cultivos de caña, por falta de combustibles que Venezuela ya no le puede proveer. La drástica caída de la producción en dicho país, sumado a las medidas de embargo por parte de los Estados Unidos, llevó a la imposibilidad de abastecimiento.

La economía cubana fue totalmente dependiente de las compras de azúcar y la ayuda de la ex Unión Soviética hasta la disolución de la misma. La implosión soviética dejó a la isla en la intemperie económica, sometida a durísima penuria en la década de los ‘90, que el gobierno denominó el “periodo especial”. La llegada al poder del Comandante Chávez, en Venezuela, y la generosa provisión de petróleo, casi regalado, ayudó a Cuba a salir de su dramática situación. Se adoptaron algunas medidas internas que permitieron ciertas actividades privadas, que junto con el cambio de la política de EEUU que permitió el turismo y la remesa de ayuda, mejoraron la situación. El gobierno de Trump volvió las cosas atrás.

Un dato estadístico basta para reflejar la situación. En la década de los ‘70, cuando la URSS y su ayuda florecían, Cuba llegó a producir más de 7 millones de toneladas de azúcar. En cambio, la zafra 2018/19 será de 1,3 millones de toneladas. Millones de cubano emigraron a EEUU.

El caso de Venezuela es bien conocido: instaurada la dictadura chavista, seguida por Maduro, se aproxima a las dos décadas de vida. El empobrecimiento del país es brutal. Vivían de la abundancia del petróleo y hoy escasea el combustible.

El contrabando desde Colombia es un gran negocio y lo mismo ocurre con alimentos y medicinas. La provisión de energía eléctrica funciona algunas horas. La represión política es brutal, como lo ha documentado el Informe Bachelet, y varios millones de venezolanos han tenido que emigrar. Unos 400 mil viven en nuestro país.

El caso de Nicaragua comenzó con una revolución sandinista (comunista) encabezada por Daniel Ortega, quien ha gobernado desde 1979 a 1990 y desde 2007 hasta ahora.

La crisis actual se inició en abril del año pasado con manifestaciones pacíficas contra la reforma del seguro social, que ha derivado en protestas masiva contra el régimen de Ortega, que se ha convertido en una dictadura sangrienta en la que participa la mujer de Ortega, que es vicepresidenta. El régimen es corrupto y despiadado; el matrimonio y sus amigos se están apropiando de todo el país. Desde abril del año pasado han huido 70 mil nicaragüenses.

Tres países, espejos donde mirarnos. Para no imitarlos.

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