La costumbre de vivir todo intensamente

Después de estar un tiempo sin tanto protagonismo, la sanmartiniana tuvo una semana llena de fuertes emociones.

La costumbre de vivir todo intensamente
La costumbre de vivir todo intensamente

Se acerca su séptima defensa del título supergallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y los compromisos parecen llover a Yésica Patricia Marcos, a los que accede sin problemas, aunque deberían ser días de mucha concentración para la campeona mundial mendocino y no de tanto trajín.

Igual ella se hace tiempo para todo, se desdobla como lo ha hecho a lo largo de su vida y cumple. Una semana cargada de ciertas emociones: primero, porque recibió el bautismo, en el cual resultó padrino su entrenador y amigo, Cristian Etem.

Posteriormente, presentó un vino que lleva su nombre  (ver aparte) y, como si fuera poco, no dejó de cumplir con sus estudios y cada mañana asistió a la facultad Maza, donde estudia el profesorado de Educación Física.


Agitados son los días del "Bombón Asesino", que el 31 de este mes defenderá su corona frente a la retadora mexicana Estrella Valverde.
Es temprano para la reina del boxeo cuyano, con quien compartimos el desayuno luego de su entrenamiento matutino.

“No me molestan mucho los compromisos, pero las últimas semanas de guanteo son muy sacrificadas, porque vos estás tratando de  dar la categoría y la persona que está guanteando con vos está alimentándose como un hij...”, dice Marcos entre risas mientras pide un café chico.

Los días previos a una pelea la dieta es inalterable en un boxeador. Es que no debe excederse en el pesaje exigido (55,338 kg o 122 libras), de lo contrario pierde el “título en la balanza”.

-¿Quién te acompaña en este tema de la dieta y la comida?

-Shila (Scila, su pareja) me ayuda con la comida. Me ayuda y me cuida, pero de paso se cuida ella también para que no engorde ... entramos las dos en categoría (ríe).

-Sos de cumplir con las dietas que te piden.

-Sí, totalmente. Es algo que tengo asumido desde hace mucho tiempo. No me molestan.

-¿Te desconcentran algunas presentaciones públicas?

-Cuando estoy muy cerca de la pelea me gusta estar en la casa y nada más y no quiero saber más nada de nadie. No me gusta estar distrayéndome tanto. Me gusta estar tranquila y descansar.

-Además te invitan a comer o tomar cosas que no podés, pero es algo que la gente desconoce.

-Por ahí tengo que ir a lugares para cumplir con compromisos y están todos comiendo sanguchitos y todos esas cosas y eso sí te pone de muy mal humor.

Interviene el entrenador Cristian Etem y agrega: “A veces muchas de esas cosas son necesarias y cumplir con los medios y las invitaciones. Es toda una cadena que colabora para que ella tenga su pelea. No digo por ahí que no sean invasivas, pero hay que respetarlas también”, aseguró el DT.

-Y con el pesaje ¿cómo estás?

-Bien, no todo lo bien que quisiera pero vamos bien. Me ha costado un poco.

Etem vuelve hacer una acotación respecto al tema. “Ella tomó un diurético durante 10 años que se llama Rolon A e incluso lo hizo conmigo enla última pelea por el título mundial. Me enteré de ese medicamento porque me pidió que se lo comprara. Lo consultamos con un médico y nos dijo que no era bueno para su salud  y que no debía tomarlo más porque le hace bien para el boxeo pero muy malo para su salud. Queremos lo mejor para ella y de allí partimos. Habrá que trabajar un poco más”.

Yésica vuelve a explicar luego que “me ha costado dar un poquito la categoría pero estoy muy bien; habrá que trabajar un poquito más.

-Estás bien en supergallo, dado que empezaste peleando como amateur en pluma.

-Me gusta la categoría 55 kg porque bajo de peso, pero después me siento mucho más fuerte. En cambio en 57 kg después del pesaje no aumento mucho más y mi rival se va tres kilos arriba.

-Siempre después de una gran pelea tuviste alguna crisis, te costó volver al boxeo ¿A qué lo atribuirías?.

-Pero ahora después de estas peleas nunca he parado de entrenarme. Será porque siento que no me ahogan tanto y eso es bueno para mí. Porque te das cuenta de que si uno quiere llegar bien a la pelea tenés que entrenarte y nada más.

Ahora siento que nadie me obliga... también lo asocio a la flojera (ríe largamente) ...Tenía que sí o sí ser la campeona. Tenía que cumplir con todas las reglas; ésta, la otra, aquélla... que está mirando, quedate ahí, que aquél otro está allá y así todo, ¿entendés? Y yo sólo quería llevar una vida normal como cualquiera.

- Pero las presiones en estos niveles deportivos es algo que siempre están.

-Sí, pero ahora después de las peleas voy a entrenarme y voy a bailar también. Él (Etem) sabe que a mí me encanta ir a bailar y  me dice: “Andá pero no tomés mucho alcohol jajajaja... Antes tomaba alcohol ahora casi ni tomo. Voy a bailar y disfrutar diferente y a estar tranquila. Lo que más pienso es en pasarla bien. Además alguien tiene que manejar. Soy la conductora asignada (vuelve a reír).

-¿Te pegó en su momento ser la campeona del mundo?

-Sé que soy campeona y tengo que dar un montón de ejemplo en los chicos, eso lo tengo muy en claro y tengo que entrenarme. Para todo lo demás me siento una más.

Igual me cambió la vida, la personalidad. Tenía una personalidad muy hiriente, muy atrevida. Trataba mal a los demás y empecé a relacionarme mejor con la gente.

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