En breve la Corte provincial deberá resolver tres planteos realizados por uno de los reclusos más famosos de Mendoza: Marcelo "El Gato" Araya (40). Se trata de las casaciones de dos juicios por homicidio y de un pedido de libertad.
Ayer, la Cámara Penal de la Corte -conformada por Omar Palermo, Jorge Nanclares y Alejandro Pérez Hualde-, en un movimiento poco habitual, se trasladó hasta la cárcel de Cacheuta para presidir una audiencia de información oral -una especie de "minijuicio"-, donde estuvo, por supuesto, Marcelo Araya.
La audiencia tuvo como objetivo escuchar un pedido de libertad realizado por el interno que realizó en agosto pasado y por el cual "casi" la obtuvo.
Los primeros en realizar el planteo fueron los defensores de Araya -Alejandro Acosta y Enoc Ortiz-, en tanto que el fiscal Javier Pascua -en el rol de procurador subrogante- contestó el pedido.
De los quince puntos que conforman la casación, los más importantes se relacionaron con las escuchas telefónicas que realizó la Policía de Mendoza y que fueron una prueba fundamental para que, finalmente, fuera condenado dos veces.
Concretamente, para los defensores las escuchas presentadas en 2012, cuando la Quinta Cámara condenó a Araya a perpetua por el homicidio de Exequiel Salas (32), son ilegales.
También cuestionaron las pericias comparativas de la voz de Araya que se realizaron en 2014 en la Sexta Cámara del Crimen, que lo condenó a perpetua por el doble crimen cometido en una casa de El Carrizal que pertenecía a su enemigo de siempre, Daniel "El Rengo" Aguilera.
Pascua refutó el planteo advirtiendo que nunca fueron afectados los derechos del imputado. Y que para realizar el análisis de voz, no sólo se usaron las pruebas del primer juicio sino también audios facilitados por la prensa.
Así, en breve la Cámara Penal de la Corte deberá "dejar firme" los dos fallos condenatorios o bien considerar los pedidos de Araya para que se anulen las condenas.
Hábeas corpus
Pero antes o después -la situación sería prioritaria- la Corte deberá expedirse sobre un hábeas corpus que solicita la libertad de Araya.
El fundamento de este pedido es el siguiente: en junio pasado Araya terminó de cumplir una condena de 20 años por robo agravado. Por lo tanto, estaba en condiciones de quedar en libertad, aun habiendo sido condenado a perpetua en dos oportunidades.
Aquí el hábeas corpus se junta con las casaciones que, de no ser aceptadas, dejarían firmes las sentencias a prisión perpetua. Ahora, habrá que ver si la Corte se expide por las tres cuestiones a la vez o por separado.
