La Corte provincial deberá decidir si el conocido empresario agroindustrial e inmobiliario Jacques Matas debe ser juzgado por estafa procesal, una maniobra delictiva que habría realizado al plantear el concurso de acreedores de Industrias Jacques Matas SCA.
Matas fue una de las caras visibles del fin de la banca provincial, caras que en los años 90, en plena etapa neoliberal, se mostraban en revistas en las que aparecerían empresarios, políticos y personajes variopintos en la primera fila de los personajes del año.
Recientemente, cuando Matas iba a ser juzgado en la Cuarta Cámara de Crimen, junto con dos síndicos por esta presunta estafa procesal, sus abogados defensores pidieron una suspensión de juicio a prueba.
Si bien el delito permite esta medida -que no es otra cosa que dejar sin efecto el juicio a cambio de cumplir alguna tarea de tipo comunitaria- el fiscal de cámara Santiago Nazar rechazó el planteo por la trascendencia del hecho y lo que generó en los acreedores del empresario.
Entonces, los abogados de Matas apelaron y llevaron el asunto a la Suprema Corte, que deberá decidir si el hombre va a juicio o acepta la suspensión del debate.
Mientras tanto, a los efectos prácticos, el planteo genera una nueva demora: Matas inició la quiebra en 2005; en 2010 fue imputado por el fiscal especial Daniel Carniello; y la Corte podría dar la respuesta recién el año próximo, es decir seis años después de que el empresario fuera imputado.
Un pagaré volador de casi U$S 10 millones
La historia arranca en 2005, cuando Matas manda a concurso preventivo a la empresa Industrias Matas que había fundado su padre.
Entre los acreedores que se presentan aparece Dowson Intertrade Corp, una empresa extranjera representada por Alicia Árbol -actual titular de la Procuración Adjunta de Asuntos Patrimoniales y Fiscales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- que es considerada por la Justicia casi como "una empresa fantasma".
En el año 2006 Árbol se presenta ante el síndico con un pagaré por 9.800.000 dólares, que no es otra cosa que un préstamo otorgado a Matas por el Banco Santander, imponiendo así las condiciones a los acreedores minoritarios.
Justamente este pagaré, que llamativamente pasó, en apenas una semana, por tres países distintos, es lo que llamó la atención de los investigadores judiciales: se cree que podría ser un préstamo inexistente, es decir que esta deuda se habría fingido.
Este pagaré, que en 2006 representaba unos 30 millones de pesos y el 66% de la deuda de Matas, habría afectado la situación de los restantes acreedores, que se vieron sometidos a las condiciones fijadas por el “acreedor mayoritario”.
Otras demoras
Esta no es la primera vez que se produce una demora en la causa: en agosto del año pasado el fiscal Carniello debió pedir captura internacional para el empresario porque en el barrio privado en que vive no querían recibir una citación judicial.
Finalmente, Matas se presentó, fue imputado y debió pagar 50 mil pesos como fianza personal. Al salir de tribunales trató de locos a los periodistas que quisieron entrevistarlo.