La corrupción y la denuncia anónima

La corrupción y la denuncia anónima

En una nota que este medio me publicara el día 1 de octubre, critiqué la nueva Ley de Ética Pública, porque la misma no tiene regulada la denuncia anónima, tratando de explicar en los hechos su necesidad, para que el futuro auditor pueda combatir la corrupción.

Para reforzar la importancia de la denuncia anónima, y de los peligros de la denuncia firmada para el que denuncia, me pareció relevante refrescar la memoria de la gente, de los legisladores y del gobierno, mostrando casos concretos que reflejan resultados importantes.

En el caso del sindicalista “Pata” Medina, si leen los antecedentes, verán que todo nace de una denuncia anónima, ¿Uds. piensan que con la violencia que este hombre se expresaba, si había un denunciante visible no hubiera tenido consecuencias graves? Mafia pura, la represalia era segura.

La procuradora Gil Carbó y sus negocios inmobiliarios: ella es procesada hace poco y el origen también es una denuncia anónima. ¿Qué funcionario o empleado que conocía esa trapisonda podía hacer una denuncia formal? Solo un loco, por el poder tremendo de dicha mujer, y sus fiscales acólitos.

Vamos al otro extremo: un buen funcionario con mucho valor, Alberto Monetti, hace una denuncia, sobre la fiesta de los Vale Más, usados para fines no queridos por la ley, por distintos funcionarios comunales y del Ejecutivo, para proselitismo o enriquecimiento. ¿Qué pasó con este hombre?

El Tribunal de Cuentas lo hizo a él responsable de millones de pesos, y tuvo que peregrinar muchos años por la Justicia, con lo que ello implica, para demostrar su inocencia. Por suerte la Corte se dio cuenta de lo absurdo de esta imputación y la modificó; igual le va a costar, por como salió el fallo, una fortuna. Más le valía no haber hecho nada.

Me viene a la memoria otra corajuda, Patricia Gutiérrez y su denuncia a los concejales de Las Heras con sus viáticos sin rendir cuentas, una formula creada para cobrar unos pesos más ya que el gobernador Gabrielli les había congelado la dieta.

Años de padecimientos para la denunciante, también en este caso la Corte les dijo a los muchachos de todos los colores políticos que había que devolver la plata.

Leo también con beneplácito su uso en el tema del narcotráfico, donde se alienta la denuncia anónima. Es más, las normas que regulan la Oficina Anticorrupción de la Nación prevén la denuncia anónima, la denuncia con identidad reservada, o la denuncia con identificación. No entiendo por qué no se dispusieron en la ley de ética pública las mismas alternativas.

Estos casos nos muestran la gran herramienta que es la denuncia anónima, ya que permite agarrar peces gordos, sin consecuencias para aquellos que, cansados de la corrupción, quieren un país mejor.

Posdata: Si deciden modificar la Ley de Ética Pública e incorporar la denuncia anónima o con identidad reservada, les comento de paso, ya que están, que me parece de dudosa constitucionalidad o legalidad -art. 5 del Código Civil- la forma en que se legisla la vigencia de la ley haciendo que dependa de la voluntad del Gobernador, al momento de que decida, discrecionalmente, designar el auditor. Que a su vez, como cualquier funcionario, necesita de una ley vigente para ser designado.

Pedro García Espetxe 
DNI 8.456.087

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