El sector empresario mendocino perdió algo de confianza luego de cuatro meses de mejorar sus expectativas económicas. Según un informe de la Federación Económica de Mendoza (FEM) en conjunto con la Universidad Champagnat, el Índice de Confianza del Empresario (ICE) cayó a 56,88 puntos en el mes de julio, tras los 57,60 alcanzados en junio.
La buena noticia es que el ICE mejoró 8,24% respecto de julio del año pasado, cuando la medición alcanzó los 48,64 puntos de confianza, sobre un máximo de 100.
Sin embargo, si se desagrega el resultado de julio de 2015 por tema de consulta, se encuentran algunos resultados preocupantes. La caída más llamativa fue la del índice que refleja la confianza en invertir, que bajó de 47,20 a 44,80 puntos entre junio y julio.
También se redujo el índice de confianza de contratación de empleo (alcanzó 60,20 puntos en junio y 59 en julio), el de ventas (bajó de 66 a 65) y el de estabilidad de precios (72,20 a 71,40).
En tanto, el único tópico que reflejó una variación positiva fue el de costos, cuyo índice de confianza creció de 41,40 en junio a 44,20 puntos en julio.
Entre luces y sombras
El índice de confianza resume el ánimo empresario entre lo que mejoró respecto al año pasado y los posibles escenarios para el año próximo. Antes de analizar con mayor detalle el significado de los 56,88 puntos del ICE del mes de julio, es preciso hacer una aclaración.
Según el economista Raúl Mercau, quien dirige mensualmente la realización del informe de confianza, “el 80% de las empresas encuestadas no son exportadoras”. Ese dato tiene influencia sobre el resultado final.
Para comprender la mejora de 8,24 puntos en el índice de confianza de julio de 2015 contra julio del 2014 es necesario repasar algunos indicios de recuperación que se vieron en el primer semestre del año en el mercado interno.
“El 2014 fue un año recesivo y muy malo. En el primer semestre hubo un leve repunte del consumo y crecieron algunos sectores en el mercado interno. Por eso hubo un repunte de la confianza entre febrero y junio”, comentó Mercau.
El economista Rodrigo González también reconoció una tímida recuperación en la primera parte del año que favoreció a sectores que se desempeñan en el mercado interno. “En el 2014 cayó el poder adquisitivo, mientras que en 2015 se recuperó un poco y favoreció el consumo. También la construcción tuvo un repunte en el primer semestre”, señaló.
El sector exportador
La realidad para las empresas que dependen de sus ventas fuera del país es muy diferente. Los economistas coincidieron en que los indicios de recuperación en el mercado interno fueron producto del atraso cambiario, que ha desacelerado la inflación y ha favorecido el consumo.
Sin embargo, ese atraso en el tipo de cambio ha comprometido al sector exportador restándole competitividad. “Si se hiciera un índice de confianza exclusivamente del sector exportador los resultados serían, posiblemente, diferentes”, reconoció Mercau.
Similar fue la conclusión de González, quien recomendó “dividir el análisis de las empresas que dependen del sector interno y las que dependen del sector externo”. Estás últimas “están en una situación similar al peor momento de convertibilidad”, aseguró el economista.
¿Inversión de roles?
Cuando se mira a futuro, se ven las elecciones presidenciales. Para el economista Sergio Papi, las propuestas económicas de los tres principales candidatos "son muy similares", por lo que la confianza del sector empresario "no cambiaría demasiado con la proximidad de las elecciones". Mercau tuvo la misma lectura y González consideró que "las propuestas no son tan homogéneas".
Sin embargo, los tres especialistas entienden que una posible devaluación del peso tras las elecciones podría invertir el escenario para las empresas.
"Si llega una devaluación, la confianza mejorará para el sector exportador y golpeará a las empresas que venden en el mercado interno. Ese escenario está hoy en la cabeza de los empresarios", opinó Papi.
Cómo se hizo el informe
El Índice de Confianza del Empresario (ICE) se mide con una escala ordinal cuantitativa obtenida por una encuesta a empresas.
Esto se realiza transformando escalas cualitativas en cuantitativas, siendo “5” la mejor situación y “1” la peor. “De esta forma se obtiene un promedio ponderado para luego transformarse en un número índice”, explicaron desde la Federación Económica de Mendoza.
Se consultó a 80 empresas de diferentes rubros. Los sectores de mayor participación fueron comercio (23%), petróleo (14%), y agroindustria (10%). También respondieron empresas de transporte, metalmecánica, construcción, hotelería, gastronomía y turismo, entre otros sectores.
